Administración electrónica, transparencia, y rendición de cuentas: hacia un modelo más social de gobernanza digital

AutorBorja Colón de Carvajal Fibla
Cargo del AutorExcma. Diputación Provincial de Castellón. Jefe del Servicio de Administración e Innovación Pública. Responsable de la Oficina de Transparencia e Información Pública
Páginas473-479

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Ver nota 1

I Introducción

Desde la aprobación de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, el debate académico en torno a la implantación de políticas públicas asociadas de una u otra manera a la transparencia ha pivotado, fundamentalmente, sobre dos planteamientos diferentes aunque complementarios: por un lado, la necesidad de hacer cada vez más exigente una normativa que para la mayoría de los actores resultaba claramente insuiciente y, por el otro, determinar lo antes posible un sistema de acreditación de la transparencia que permitiera evaluar pública y «oicialmente» el cumplimiento de los requerimientos formulados por aquélla.

Sin embargo, todavía no son demasiados los autores que deienden, más allá del carácter instrumental de la transparencia, la importancia que va a suponer en un futuro no muy lejano la educación en valores relacionados con la misma para una sociedad que carece actualmente de una cultura de rendición de cuentas y de resultados. Dicho de otro modo, si

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no reconducimos nuestros esfuerzos no tanto a impulsar la transparencia pública sino más bien a concienciar de la utilidad de una educación asentada en dichos valores, corremos el riesgo de construir Administraciones Públicas con paredes de cristal y crear sociedades sin ningún interés por saber qué hay dentro.

II La transparencia como herramenta esencial para el impulso de determinadas políticas públicas

Ni que decir tiene que en determinados momentos la transparencia puede llegar a ser entendida por parte de algunas Administraciones Públicas como un objetivo concreto, convirtiéndose en el foco de sus esfuerzos por alcanzar un grado de excelencia sobre la misma que en muchas ocasiones ha venido marcado por las presiones que producen, al menos mediáticamente, los diferentes sistemas de acreditación de la transparencia que operan en nuestro país, tales como, Transparencia Internacional (ITA/INDIP), Dynamic Transparency Index (DYNTRA) o el Sistema de Información Económica Local (SIELOCAL), entre otros.

Sin embargo, la mayor parte de la doctrina coincide en que la transparencia no puede ser entendida como un in en sí mismo, sino más bien como una herramienta concreta para generar conianza en el sistema y en las instituciones públicas en la medida que acerca la realidad de éstas a la sociedad. De otro modo, si consideráramos de forma permanente y sostenida a la transparencia como un objetivo concreto a alcanzar, correríamos el riego de convertirla en un arma arrojadiza en beneicio de intereses desconocidos ajenos a la colectividad.

Así, por ejemplo, para Pérez Cisneros2:

La transparencia no es un in en sí misma, sino un medio para conseguir un entorno de conianza dentro de las organizaciones, como un compromiso y una actitud permanente de relacionamiento en los equipos de trabajo. Asimismo, posibilita la apertura, contribuye a generar certidumbre, facilita la rendición de cuentas a los grupos de interés e inhibe la corrupción.

En la misma línea se ha pronunciado la presidenta del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos de México al airmar que:

La transparencia es una herramienta al servicio de los derechos de las personas y no un in en sí misma y debiera ser utilizada dentro de los márgenes que requiere el cuidado

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de nuestras frágiles democracias. Tanto el mundo público como los privados deben adecuarse a la cultura de transparencia y a los efectos que tiene en cuanto al control ciudadano de nuestras acciones.

Del mismo modo lo plantea la Oicina Antifraude de Cataluña, organismo cuya inalidad es la de preservar la transparencia y la integridad de sus instituciones, al elaborar un informe sobre el derecho de acceso en el que enumera los principios que deben regir en todo sistema de transparencia y formula recomendaciones para su regulación legal y aplicación. Dichos principios rectores han sido resumidos en un decálogo cuyo primer punto reza así:

  1. Buena gobernanza. La transparencia no es un in en sí...

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