La adiccion a la compra: revisión y necesidad de estudio en la realidad española

AutorRafael Rodríguez Villarino/Rosa María Rodríguez Castro
CargoDepartamento de Psicología Clínica, Universidad de Santiago de Compostela/Oficina Municipal de Información al Consumidor, Ayuntamiento de Ourense
Páginas69-93

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1. Introducción

Los problemas derivados de la realización de compras excesivas y/o innecesarias, están despertando en los últimos años un interés creciente tanto en la comunidad social como científica. La promoción del consumo, típica de las sociedades occidentales, provoca que muchas personas realicen compras superfluas con cierta asiduidad No obstante, lo que para la mayoría sólo es una conducta anecdótica que no acarrea ningún tipo de dificultades, para otras se convierte en un estilo de vida y/o en un grave problema que condiciona su bienestar y afecta a gran parte de sus actividades y relaciones cotidiana. Entre los testimonios de la importancia social de este fenómeno, se encuentran a) las informaciones aparecidas en los medios de comunicación de nuestro país, referidas a la potencialidad de endeudamiento y ruma personal y familiar ligadas a la compra compulsiva y/o adictiva (Ej. , Atares, 1998, Siegrist, 1996), b) la literal «inundación» de manuales de autoayuda ocurrida a finales de los años 80 e inicios de los 90 (ej , Arenson, 1991, Catalano y Sonenberg, 1993, Damon 1988, Wesson, 1990, Witkín, 1988) (que se ha manifestado en nuestro país con la traducción de los manuales de autoayuda de Witkm en 1989 y Wesson en 1991), c) la aparición de grupos de autoayuda con el fin de dar cobertura a las necesidades de las personas con problemas de compra.

Desde perspectivas científicas los orígenes de la investigación sobre la conducta de compra problemática se remontan a las descripciones pioneras realizadas por Kraepelin (1915) y Bleuler (1924).Sin embargo, pese a haberse subrayado tanto las importantes disfunciones a las que da lugar como sus semejanzas con los criterios diagnósticos de los trastornos obsesivo-compulsivos y/o del control de impulsos, todavía no le ha sido asignada su tan demandada categoría diagnóstica en los manuales de trastornos psiquiátricos más representativos (ej , DSM-IVde la APA y el ICD-10 de la OMS).

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En cuanto a publicaciones, hasta finales de los años 80 y comienzos de la década de los 90, los estudios referidos a los problemas de compra desaparecieron virtualmente de la literatura psiquiátrica, coincidiendo en su reaparición con la eclosión de investigaciones procedentes del área de estudio de la psicología del consumidor En este sentido, cinco revistas han capitalizado la mayor parte de los trabajos sobre el tema el Journal of Clinical Psychiatry y el American Journal of Psychiatry desde el ámbito clínico-psiquiátrico, y el Journal of Consumer Policy Journal of Consumer Research, y Psychology & Marketmg desde la esfera de la psicología social Estas publicaciones se han debido a la actividad investigadora inicial de tres grupos de trabajo, de nacimiento casi simultáneo, en EE UU (ej , Faber, O'Guinn y Krych, 1987, Faber y O'Guinn, 1988b, 1989, 1992, McEIroy y cois, 1991a, O'Guinn y Faber, 1989), Canadá (ej , Valen-ce, d'Astous y Fortier, 1988, d'Astous y Tremblay, 1988, d'Astous, 1990, d'Astous, Robergey Maltais 1990) y Alemania (ej, Reisch y Scherhorn, 1996, Scherhorn, 1990, Scherhorn, Reischy Raab 1990), a los que posteriormente se han unido otros del Reino Unido (ej , Elhot, 1994, Elhot, Eccles y Gour-nay, 1996) y Francia (ej, Lejoyeux, Ades, Tassain y Solomon, 1996, Lejoyeux, Tassain, Solomon y Ades, 1997, Lejoyeux, Hourtane y Ades, 1995) En España, el interés por el tema se ha traducido en la aparición de una serie de publicaciones que han adoptado la forma de libro (de la Gándara, 1996), capítulos de manuales dedicados al estudio de las adicciones psicológicas (Alonso-Fernández, 1996, Echeburúa, 1999) y artículos de revista (ej , de Lucas Taracenay Montañés Rada, 1998, Quintanilla, Luna y Berenguer 1998) Además, se ha elaborado una tesis doctoral que aborda específicamente el fenómeno de la compra compulsiva (Sánchez, 1996) y se han sugerido algunos cuestionarios para su detección (ej De la Gándara, 1996, Dueñas y cois , 1993).

En definitiva, puede apreciarse que pese a tratarse de un campo de investigación de inicio muy reciente, ya existe un número apreciable de trabajos que evidencian tanto puntos de acuerdo como cuestiones sometidas a debate pero que, en última instancia, reflejan un área de estudio en proceso de expansión y crecimiento a lo largo de los últimos años En los siguientes apartados, se pretende reflejar una visión global que sirva de aproximación a la conducta de compra problemática, ilustrando tanto cuestiones de concepto y medida como los resultados más relevantes de la investigación.

2. Concepto y medida de los problemas relacionados con la conducta de compra disfuncional

Los problemas comportamentales relacionados con la conducta de compra han recibido numerosas denominaciones Entre éstas, la etiqueta más ampliamente utilizada ha sido la de compra compulsiva (ej, Nataraajan y Goff, 1992, Valence, d'Astous y Fortier, 1988, O'Guinn y Faber, 1989, Hanley y Wil-helm 1992, McEIroy y cois , 1994, Black, Monahan y Gabel, 1997 Hassay y Smith 1996), aunque también se han empleado términos como consumo compulsivo (ej, Faber y O'Gumn, 1988a, Faber, O'Gumn y Krych, 1987), ir de tiendas compulsivo (McEIroy y cois 1991a, Wmestme, 1985, Krueger, 1988), consumo adictivo (Kmg, 1981, Elliot, Ecclesy Gournay, 1996), compra adictiva o adiccion a la compra (Scherhorn, Reisch y Raab 1990 Reisch y Scherhorn, 1996) compra incontrolada (Lejoyeux, Ades, Tassam y Solomon 1996) compra patológica (ej, Quintanilla, Luna y Berenguer, 1988), entre otros. En este punto debe aclararse que en el presente trabajo se utilizarán algunas de estas denominaciones respetando la terminología que emplea cada uno de los autores en sus investigaciones respectivas Por otra parte, se elige el término de adiccion a la compra o conducta de compra adictiva como más adecuado para definir los problemas relacionados con la conducta de compra, aunque también se emplean etiquetas de tipo descriptivo como compra excesiva, compra disfuncional, compra desadaptativa o compra problemática para tratar de describir este fenómeno del modo más objetivo posible.

A continuación, se realizará en primer lugar un análisis de algunos de los conceptos más representativos de las conductas de compra problemáticas para, seguidamente revelar una serie de aspectos críticos y proponer una definición de carácter integrador Posteriormente, con el objetivo de mostrar como se han plasmado las conceptuaciones en los trabajos empíricos, se presentarán las medidas empleadas para evaluar los problemas de compra así como las dimensiones supuestamente relacionadas con éstos.

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  1. Conceptos relacionados con la conducta de compra problemática. Las primeras referencias relativas a conductas de compra anormales pueden encontrarse en dos textos psiquiátricos clásicos de principios de este siglo. Así, Emil Kraepelm (1915) y Eugene Bleuler (1924) caracterizaron a las personas que sufrían oniomania o manía de compra como «impulsivos reactivos», «maníacos de la compra» o «dementes impulsivos» aludiendo a un trastorno que daba lugar a conductas de compra impulsivas, excesivas e incontrolables perteneciente a la esfera de las patologías del control de impulsos y que, según estos autores, afectaba principalmente a las mujeres. Desde entonces, el debate conceptual ha girado en torno a la cuestión de si la conducta de compra excesiva, desadaptativa o problemática es cuantitativa o cualitativamente diferente de la conducta de compra no problemática. En el primer caso, se considera como parte de una única dimensión lineal de la conducta de compra, situándose las personas con mayores problemas de compra simplemente en un extremo del continuo (d'Astous, 1990, d'Astous y Tremblay, 1988, Nataraajan y Goff 1991). En el segundo caso, las personas con conductas de compra problemáticas representarían una dimensión cualitativamente diferente, tratándose entonces de clasificar esta conducta anormal de acuerdo a distintas taxonomías de trastornos comportamentales, fundamentalmente de tipo compulsivo (y de ansiedad) y/o del control de impulsos (McEIroy y cois , 1991a, 1994, Schlosser y cois , 1994), aunque también se ha asociado a los trastornos del estado de ánimo y de personalidad (Monahan, Black y Gabel, 1996) Manteniendo, asimismo, la visión de que las conductas de compra disfuncionales representan una problemática cualitativamente distinta, otros autores han abandonado el debate de clasificación, trastorno del control de impulsos versus trastorno obsesivo-compulsivo, optando por considerarlas como una conducta de tipo adictivo (Scherhorn, 1990, Reisch y Scherhorn, 1996).

    Nataraajan y Goff (1991) señalan al trabajo de Ullman y Krasner (1969) como el precursor de los intentos defmitonos más relevantes en el campo de las conductas de compra problemáticas (Faber y O'Guinn, 1988b, Faber, O'Gumn y Krych, 1987, OGuinnyFaber 1989,Valence d'Astous y Fortier 1988) subrayando a la «incontrolabilidad» como su principal rasgo distintivo con respecto a las conductas de compra normales o no problemáticas Partiendo de estas influencias iniciales, el concepto de compra compulsiva (compulsive buying) de 0 Guinn y Faber (1989) ha sido el que ha alcanzado mayor influencia en el campo de estudio de los desajustes en la conducta de compra, aludiendo a un tipo de comportamiento cualitativamente diferente, incluso con respecto a las formas más extremas de conducta de compra por impulso Estos autores, señalan que la compra compulsiva pertenece a la...

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