Un acercamiento a la narrativa forense de los abogados

AutorLluís Muñoz Sabaté
Cargo del AutorAbogado. Profesor Titular de Derecho Procesal Universidad de Barcelona
Páginas595-596

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Leo en una sentencia de 18 de diciembre de 2003 de la Audiencia de Barcelona (RJC, II2004, p. 353) que:

Es evidente que cada parte es muy libre de enfocar la defensa de sus intereses como considere más oportuno, pero la abigarrada defensa que hace la demandada, hay que señalar en primer lugar, que intenta introducir un confusionismo máximo en las relaciones habidas entre las partes a base, no, obviamente de argumentar desde distintos puntos de vista, sino de repetir y enredar los hechos y argumentos a lo largo de extensos escritos en los que a veces es difícil extraer su núcleo. Se señala lo anterior porque la labor de la Sala consistirá precisamente en lo contrario: intentar entresacar entre los prolijos argumentos de la parte los extremos que verdaderamente constituyen la defensa de fondo

1.

Pienso que convendría insistir, porque por lo visto no se halla del todo asumido, que de la narrativa de los abogados en sus escritos de alegaciones depende la rápida y correcta captación del núcleo histórico de los hechos por el juez; depende la no menos complicada fijación de los hechos controvertidos en la audiencia previa; y depende la posibilidad de que sin excesivas dubitaciones se pueda vislumbrar la dispensa de prueba para los hechos admitidos. La narrativa de los abogados no es un problema de estética ni de estilo; es una pieza técnica residenciada en el engranaje de la máquina del proceso, que si no es pulida y bien torneada se expone a que el autor pierda su pleito2.

Conforme con la sentencia citada anteriormente, cada vez más en la praxis veo solamente una recitación, una novelación, un folletinesco romancear los hechos;

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o como decía mi colega y amigo Santiago Montaner en Món Jurídic, un auténtico aserejé. Sin precisión, ni pausas ni numeración. Un escalofriante desafío al artículo 399.3 de la Ley de Enjuiciamiento Civil que nadie trata de evitar salvo esas acertadas admoniciones que nos brindan algunas sentencias.

Conviene que sepamos cómo suele terminar todo esto. En un «atrocce bollo di produzione precludendo le attuali minacciose produzioni di metri cubi de carta formato A4 che nessuno mai leggerá»3.

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