El debate del aborto en la calle (2007-2010) movilización de la derecha y la iglesia

AutorImma Aguilar Nácher
Páginas111-122

Page 111

Campañas en la calle y en los medios

No se puede obviar el contexto histórico y social, político y mediático que rodeó al resurgimiento de un debate que ya venía incardinado en la opinión pública y en los medios de comunicación desde los primeros años de la democracia. Los datos con los que se analiza el devenir de la opinión pública respecto al aborto en este periodo se hallan en dos campos: el de los medios de comunicación y el de las campañas sociales de colectivos pro y anti. Ambos campos de opinión se realimentaron mutuamente a largo de la tramitación y el debate político y parlamentario. En este episodio, los medios no fueron meros contadores de la realidad sujetos a intereses económicos, sino también reflejo del alineamiento en posiciones ideológicas concretas. Han sido actores del debate público.

La tramitación de la ley orgánica de salud sexual y reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del embarazo presentó en los medios y la opinión ciudadana un encarnizado debate, muy sesgado y tendencioso, con tintes de gran violencia verbal por parte, sobre todo, de los detractores. Cabe matizar que los medios de comunicación considerados de izquierdas se desenvuelven en un tipo de periodismo menos combativo y más situado en formatos que presentan una apariencia de objetividad. En españa no hay prensa de combate desde la izquierda, mientras sí hay un mayor activismo en la derecha, muy reseñable en tema de la IVe. Para comprobar esta afirmación, baste comparar el editorial de el País y el del aBC el día posterior de su aprobación definitiva, o las portadas alusivas al aborto en los momentos más determinantes de la tramitación de esta ley. Son precisamente estos dos diarios, con sus posiciones encontradas y estilos antagónicos en el tratamiento del aborto, la muestra de seguimiento de este artículo.

Para empezar, previamente al debate que resurge a finales de 2007, la presencia del aborto en los medios es muy escasa, es decir, la demanda social está latente, tan sólo en-

Page 112

contramos fuentes-noticia en referencia a datos de abortos en españa, que en los años 2000 sitúan la interrupción del embarazo en menores en una tendencia creciente. Curiosamente, estos datos previos al debate que se analiza llevan a uno y otro bloque a posicionarse en posturas muy divergentes. La conclusión para los detractores es que el aborto debe desaparecer y para los favorables, es la base del argumento para despenalizar el aborto.

Debemos dibujar cuál es el panorama mediático español en los años anteriores a 2010, en que se aprueba esta ley. Distingamos dos realidades paralelas con actuaciones muy diferentes en el debate: los medios tradicionales y los nuevos medios en la red.

El posicionamiento o no de los medios tradicionales

Se refiere esta denominación a la prensa diaria de ámbito estatal, las televisiones generalistas públicas y privadas y las emisoras estatales de radio, medios casi todos ellos en posiciones muy polarizadas en el sí o el no según se sitúen en una ideológica más de izquierdas o más conservadora.

Debemos matizar que donde los historiadores asistirán verdaderamente a lo que fue en españa la despenalización del aborto en 2010, es más bien en la prensa, que deja para las futuras generaciones las portadas, los editoriales y los artículos de opinión, y claro está, la selección y el sesgo de los textos noticia.

También la prensa, la radio y la TV territoriales de cualquier nivel, autonómico, regional o local ejercieron su influencia en la defensa de posturas políticas en ambos lados situándose, en casos, en la detracción clara o en la defensa encendida.

Cabe subrayar además que en España, entre los años 2007 y 2010, periodo que se analiza, hay más medios de tradicionales alineados en posturas conservadoras, desde la aparición y despegue de los nuevos canales de la TdT, unos medios que han canalizado con altavoz la campaña anti-aborto. Es patente que la voz de los detractores tiene más soportes, o lo que es lo mismo, más altavoces.

No podemos dejar de lado que también había otros medios más imparciales o más templados que realizaron un ejercicio de delicados equilibrios para situarse en un enfoque que no afectase a sus intereses económicos, de patrocinadores, anunciantes o clientes.

La movilización en los nuevos medios

La amalgama tan heterogénea de medios que encontramos en la red hace difícil situar las características del debate en Internet, pero este soporte comparte la misma cualidad que la propia opinión pública. Los medios más objetivos y científicos que tratan el tema del aborto no despuntan entre el enorme entramado de medios (webs, blogs, grupos o canales en redes sociales) que se posicionaron favorables a la modificación de la ley o los que estuvieron radicalmente en contra. Aquí las posturas fueron más radicales en virtud de la independencia de los intereses económicos y de la falta de cortapisas. Los colectivos y las campañas más duras y enfrentadas se vi-

Page 113

vieron, precisamente, en Internet. A través de la red se movilizó mucho más que en los medios tradicionales. Destacan los medios digitales en contra Hispanidad, Mujer Nueva, Hazte Oír, Forum Libertas, e-cristians, Provida Press, Arbil o las páginas web de instituciones que trabajan por la vida, desde el Instituto de Política Familiar hasta la asociación de Víctimas del aborto pasando por la Fundación Vida.

Por el lado más activista a favor de la modificación legal, cabe destacar la actividad informativa de Mujeres en red y el canal de Youtube, a favor!

Pero, además, estos denominados nuevos medios no están tan organizados y no son de masas, no responden en casos ni siquiera a intereses colectivos, como la web del Bebé aído, una campaña realizada a través de una página creada por unos jóvenes que tuvo el mayor reflejo en los medios siguiendo un fenómeno de viralidad, acompañado de un ejercicio de marketing y merchandising.

El activismo y la movilización a derecha y a izquierda

De entrada, es de destacar que la mayor actividad y movilización la encontramos en los grupos de detractores. Es explicable el hecho de que en este proceso de debate y tramitación de la ley IVe se observe un menor activismo en la izquierda y una menor movilización de los grupos y colectivos más progresistas y favorables a la modificación legal del aborto. Esto se debe a que, si en un primer momento -cuando se producen cierres de clínicas, detenciones de profesionales y mujeres que abortan fuera de los supuestos de la ley- la izquierda se moviliza, lo hace en defensa de una demanda social que permanecía latente precisamente en esos sectores. Se apela a las promesas electorales del Psoe y a la recientemente aprobada ley de despenalización del aborto en la vecina Portugal.

La reacción inicial más fuerte se da en los colectivos feministas y sindicales, apoyados por los grupos políticos situados más a la izquierda en el arco parlamentario. El activismo de izquierdas lo encontramos alojado en los medios menos clásicos coincidiendo con un uso por los jóvenes o por grupos con difícil acceso a los medios. Como ya se ha dicho, la prensa progresista no llegó en ningún caso al nivel de radicalidad de los medios conservadores.

A partir de que parece claro que el gobierno y las Cortes aceptan el estudio de la reforma, la izquierda pasa a ser observadora activa participante, para ceder el protagonismo de la reacción a los contrarios. La lógica dice que la discrepancia con el poder, con la norma o con la decisión es más proclive a la movilización y el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR