DOMÍNGUEZ LUELMO, Andrés (Dir.): Comentarios a la Ley Hipotecaria, ed. Lex Nova, Valladolid, 2013, 1492 pp.
| Autor | Bruno Rodríguez-Rosado |
| Cargo | Profesor Titular de Derecho civil. Universidad de Málaga |
| Páginas | 1057-1059 |
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Hacía tiempo que se iba dejando sentir la necesidad de unos comentarios a la Ley hipotecaria. En realidad, una vez aparecidos éstos dirigidos por Andrés Domínguez Luelmo, más llama la atención que, con la profusión de comentarios a diversas leyes aparecidos en los últimos años, la Ley hipotecaria hubiese quedado orillada en estos trabajos. Porque se trata en efecto de uno de los textos legales de más importancia en el panorama sustantivo civil -en el que una valoración realista debe apartarse del formalismo propiciado por la pirámide normativa kelseniana-, y sin embargo, más allá de los comentarios interrumpidos en la serie «Comentarios al Código civil y Compilaciones forales», no existía hasta ahora un análisis exegético completo de la norma.
La obra colectiva viene, pues, a colmar una llamativa laguna de la literatura jurídica española, y ya sólo por esto debiera ser bienvenida. Pero, además, lo hace con criterio y solvencia, tanto en lo formal como en el contenido. En los aspectos más externos conviene destacar la cuidada presentación dispuesta por la editorial, en un extenso tomo único, culminado con la bibliografía y un útil índice analítico. También parece acertada la disposición externa de los comentarios a cada artículo, divididos internamente en epígrafes, y apoyados tanto en Sentencias y Resoluciones de la Dirección General de los Registros y del Notariado como en referencias a la doctrina científica. En ese sentido, los comentarios resultan un acertado punto de encuentro entre la práctica de los tribunales y de la jurisprudencia cautelar y el análisis académico -reflejando así, al paso, el diverso origen de los auto-res de los comentarios, procedentes tanto de la Universidad como de la Notaria y el Registro-.
Pero, más allá de esos aspectos formales, o de propia concepción de los comentarios, es el contenido de éstos el que resulta de particular valía. Lógicamente, como no puede ser de otra manera, el lector no se encontrará de acuerdo con todos los puntos de vista allí expresados, precisamente porque los autores no eluden tomar postura ante los diversos problemas. Pero la toma de posición que se realiza se halla siempre razonada y, cuanto menos, carente de contradicciones internas -tan común, por desgracia, en las obras colectivas-, en cuanto que las series de artículos más estrechamente enlazados ha sido comentada por el mismo autor (así, por ejemplo, 32-34-37-69; 35-36; 199-206).
No es este el lugar, como bien...
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