Reseñas

Páginas249-253

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Marvin Harris: La cuttura norteamericana contemporánea Una visión antropológica

Alianza Editorial; Madrid, 1984; 220 págs.

El planteamiento de preguntas acerca de cuestiones aparentemente inconexas, pero que resultan sintomáticas de los principales cambios experimentados, después de la II Guerra Mundial, por la cultura norteamericana -y en medida apreciable de las sociedades occidentales barridas por la internacionalización de las pautas de producción y consumo originadas en aquel país- constituye el punto de partida de Marvin Harris en este libro. De este modo, a lo largo de sus páginas, desfilan cuestiones acerca del ascendente mal funcionamiento de los bienes de consumo -y en especial de los que configuran las pautas modernas de la sociedad de consumo-, el empeoramiento de la calidad de los servicios, la inflación, la extensión del trabajo femenino, la ostentación pública de la homosexualidad y la inseguridad ciudadana, y la expansión de las sectas religiosas. Para dar respuesta a estas cuestiones, el autor toma en consideración un enfoque antropológico que toma como base "los cambios en la forma en que las gentes llevan los asuntos prácticos y mundanos de su vida cotidiana" (pág. 12). Este peculiar planteamiento surge de la experiencia de los análisis efectuados por el autor acerca de otras culturas más primitivas, experiencia que comparte con otros antropólogos y que le hace pensar que "merece la pena explorar la posibilidad de que los cambios en la calidad de los bienes y servicios, la inflación, la vida familiar, la sexualidad, la delincuencia, el bienestar y la religión tengan algo que ver con los cambios en la organización y tipo de trabajo y la composición de la fuerza de trabajo" (Pág.13). En consecuencia, el enfoque utilizado tiene un carácter ho-listico que considera la sociedad y su cultura como una totalidad cuyos elementos se encuentran relacionados entre si de modo que su comprensión no puede emprenderse aislándolos. Más bien, por el contrario, el autor busca establecer los nexos de unión entre esos elementos dando así pie a establecer el marco general, en el que se inscriben y que permite entenderlos. Este enfoque estructural es a mi juicio el mayor valor del libro, pues de él se desprende la posibilidad de combinar los conocimientos que proporcionan las distintas ciencias sociales acerca de los fenómenos en que se manifiesta el cambio cultural en Estados Unidos, como antes he indicado, el de las sociedades que comparten en manera apreciable tos modos de vida generados de dicho país.

Por otra parte, he de señalar el interés del libro para los lectores de esta revista, pues el mundo del consumo y los problemas de los consumidores subyacen a lo largo de toda la obra. Ello, no porque el autor se haya propuesto abordarlos como una problemática especifica, sino porque las pautas de consumo y los comportamientos de los consumidores constituyen sin duda un elemento básico de las formas vitales -de los "mores"- en que se manifiesta la cultura.

En efecto, las tres primeras preguntas planteadas por Harris -que constituyen el título de otros tantos capítulos-hacen referencia a los mencionados problemas. Son las siguientes: ¿porqué no funciona nada? ¿porqué no atienden los empleados? ¿por qué menguó el dólar? La respuesta a estas cuestiones se sitúa en un plano económico, pero también psicológico y. sociológico. Para el autor-y esta es su tesis fundamental- los procesos de concentración del capital y de oligopolización de los mercados han conducido, por una parte a una creciente alienación de trabajadores y directivos que les hace despreocuparse de la calidad de los resultados de su trabajo, al desaparecer los intereses comunes que les ligan con los consumidores; y por otra al dominio del mercado desde el lado de la oferta, lo que se traduce en la desconsideración de la experiencia y de las necesidades de los clientes a los que se busca convencer de la bondad de los productos mediante la ob-solencia planeada-es decir, mediante el lanzamiento continuo de nuevos productos que "explota la fe del consumidor en que cuanto más nuevo sea un producto, mejor funcionará"- y la inversión publicitaria. Pero frente a los esfuerzos de los oligopolios para lograr ese convenciona-miento, los hechos recopilados por el autor muestran un notable deterioro de la calidad: 2.500 autobuses Grumman estropeados a los pocos días delPage 250 funcionamiento, millones de vehículos Ford, General Motors retirados por defectos en su fabricación al igual que inmensas cantidades de tostadores de pan, secadores de pelo, cafeteras, cordones de zapatos, grabaciones de música, etc. Todo lo cual le hace afirmar que "Norteamérica se ha convertido en un país plagado de cables sueltos, tomillos que faltan, piezas que no encajan, artículos que no duran, cosas que no funcionan" (pág. 20). Y si esto pasa con los bienes, otro tanto ocurre con los servicios: "la información errónea y el mal servicio, tan extendidos en Norteamérica hoy, provocan un gran derroche de energía, y también mucha rabia y frustración" (pág. 45).

Las causas están también en la oligopolización de los...

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