Almacenamiento de sustancias químicas.

Cargo del AutorAlmacenamiento de sustancias químicas.
ERGA - Formación Profesional 3
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En esta ocasión, la sección de Notas Prácticas trata el tema del almacenamiento de sustancias quími-
cas en la empresa. Se incluyen los siguientes apartados: un conjunto de recomendaciones que constitu-
yen el cuerpo teórico del tema; un caso práctico; una serie de actividades didácticas que pueden desarro-
llarse a partir de dicho caso y un apartado de legislación. Las propuestas didácticas son orientativas y
tienen como finalidad el que puedan ser utilizadas por el profesorado como herramientas de apoyo a la
hora de abordar la enseñanza en temas de prevención.
Notas
Prácticas
ALMACENAMIENTO DE SUSTANCIAS QUÍMICAS
1Guardar en los lugares de trabajo
las cantidades de productos quími-
cos que sean estrictamente nece-
sarias. De este modo, es más fácil
aislar y disminuir los peligros que se
derivan de su manipulación y dotar
a las instalaciones y locales de los
medios de seguridad adecuados.
2No guardar los líquidos peligro-
sos en recipientes abiertos. Los en-
vases adecuados para tal fin se de-
ben cerrar después de ser usados o
cuando queden vacíos. Serán, pre-
ferentemente, de seguridad (con
cierre automático).
3 Almacenar las sustancias peligro-
sas debidamente separadas, agrupa-
das por el tipo de riesgo que pueden
generar (tóxico, de incendio, etc.) y
respetando las incompatibilidades
que existen entre ellas: por ejemplo,
las sustancias combustibles y
reductoras deben estar separadas de
las oxidantes y de las tóxicas.
4 Colocar los recipientes de peque-
ña capacidad que contengan sus-
tancias corrosivas, como los ácidos
y los álcalis, separados entre sí y so-
bre bandejas que puedan retener los
derrames producidos en el caso de
rotura del recipiente.
5Elegir el recipiente adecuado
para guardar cada tipo de sustancia
química y tener en cuenta el posible
efecto corrosivo que pueda tener so-
bre el material de construcción del
envase. Los recipientes metálicos
son los más seguros.
6Guardar sólo pequeñas cantida-
des de productos en recipientes de
vidrio, ya que este material es muy
frágil. Esta clase de envases deben
transportarse protegidos y las bo-
tellas de dos litros tienen que dis-
poner de un asa que facilite su ma-
nejo.
7 Tener en cuenta que el frío y el
calor deterioran el plástico, por lo
que este tipo de envases deben ser
revisados con frecuencia y mante-
nerse protegidos del sol y de las ba-
jas temperaturas. Los envases em-
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calor (esmerilar, soldar, amolar,
etc.) cerca de las zonas de almace-
namiento, así como el trasvasar sus-
tancias peligrosas.
11 Los locales en los que se alma-
cenen sustancias químicas inflama-
bles deberán, además, cumplir con
una serie de requisitos básicos: evi-
tar la existencia de focos de calor;
disponer de paredes de cerramien-
to resistentes al fuego y puerta me-
tálica; contar con una instalación
eléctrica antiexplosiva; tener una
pared o tejado que actúe como pa-
ramento débil para que en caso de
deflagración se libere la presión a
un lugar seguro; y disponer de me-
dios de detección y protección con-
tra incendios.
12 Seguir procedimientos segu-
ros en las operaciones de manipu-
lación y almacenamiento, por lo
que las personas que trabajan con
sustancias químicas deben estar in-
formadas y formadas sobre los ries-
gos que comporta trabajar con
ellas.
Descripción:
Sabido es que muchos de los productos químicos que se utilizan en la industria, además de comportar riesgos por si mismos, en contacto con otros
productos pueden producir reacciones muy peligrosas. El almacenamiento incorrecto de determinadas sustancias en una fábrica, un laboratorio o en un
taller puede dar origen a accidentes que afecten a la salud de las personas y también al medio ambiente. Para evitar estos problemas, en el almacenamiento
de los productos químicos es necesario tener en cuenta determinadas precauciones y medidas de seguridad. A continuación resumimos las normas más
importantes referidas a recipientes móviles.
pleados para guardar sustancias pe-
ligrosas deben ser homologados.
8Disponer de una buena ventila-
ción en los locales, especialmente en
los lugares donde se almacenen sus-
tancias tóxicas o inflamables, así
como de sistemas de drenaje que
ayuden a controlar los derrames que
puedan producirse (rejillas en el sue-
lo, canalizaciones, etc.).
9Dividir las superficies de los loca-
les en secciones distanciadas unas
de otras, que agrupen los distintos
productos, identificando claramen-
te qué sustancias son (siempre con
etiquetas normalizadas, ver Erga-FP
nº 8) y su cantidad. En el caso de
una fuga, derrame o incendio, podrá
conocerse con precisión la naturale-
za de los productos almacenados y
actuar con los medios adecuados.
También se deben despejar los ac-
cesos a las puertas y señalizar las
vías de tránsito.
10 Evitar realizar trabajos que
produzcan chispas o que generen
MEDIDAS PREVEN
T
MEDIDAS PREVEN
T
NORMAS BÁSICAS
MAS BÁS
CASO PRÁCTICO
O PRÁCT
¿Para qué querrán todo esto?, se pregunta Matías
mirando el camión repleto de productos químicos
estacionado frente a la fábrica: este material aquí no se gasta ni en un año.
Matías trabaja como operario en la sección de mezclado de una pequeña
empresa dedicada a la transformación de productos químicos y sabe de que
va lo del “consumo”.
Él y Tomás, otro operario recién incorporado a la empresa, están sustituyen-
do a dos compañeros del almacén que han causado baja laboral. No tienen
experiencia en este trabajo y tampoco han recibido ninguna indicación al
respecto, pero las necesidades de la empresa requieren que esta sustitución
se realice de manera inmediata.
Mientras los dos jóvenes estaban comentando la “pasada” del cargamento,
Josefa, la responsable de la recepción de mercan-
cías, les indica que deben vaciar el camión y tras-
ladar toda la carga al almacén. Una vez allí, de-
ben colocar los productos en sus correspondientes
zonas, siguiendo las señalizaciones marcadas en
las estanterías y el sistema de clasificación del re-
cinto.
-Es muy fácil, dice Josefa. Allí donde veáis calave-
ras poned calaveras, donde veáis llamas...llamas,
y así con todos. Lo que no quepa, lo dejáis en el
patio descubierto que está junto al almacén.
Los dos se han puesto manos a la obra en el alma-
cén y, mientras Matías está terminando de colo-
car los últimos bidones de acetato de etilo, To-
más arrastra hacia el patio una carretilla de mano
cargada con productos sobrantes. Cuando llega a
la puerta de acceso al patio, que está situada den-
tro del propio almacén, se encuentra con que va-
rios bidones de madera con colorantes están tapando parcialmente la entra-
da. Tomás fuerza un poco el palet donde estaban situados y consigue mover-
lo un poco, lo justo para poder pasar. Con el desplazamiento uno de los
bidones cae hacia un lado y golpea un recipiente de plástico con metanol, que
estaba medio escondido y que alguien había dejado abierto.
Tomás no se da cuenta de este último hecho y continúa arrastrando la carre-
tilla hacia el patio pensando que más tarde colocará los colorantes en su sitio.
Al llegar al exterior comprueba con sorpresa que todo el orden que había
encontrado en el almacén allí no existía. En el centro del patio estaban mez-
clados toda clase de bidones : unos identificados como “líquidos inflamables”,
otros con la etiqueta de “sustancias tóxicas” y otros con la indicación de “no-
civo e irritante”. Además, muchos de los bidones tenían manchas de óxido
por la parte inferior.
En otro extremo del patio también había un montón
de recipientes de plástico vacíos que se veían muy es-
tropeados; la mayoría estaban resecos y agrietados y
dos de ellos tenían el asa rota.
Tomás, desconcertado ante el panorama, deja todo lo
que lleva en la carretilla junto a los bidones y regresa
hacia el almacén para recoger lo que se había caído.
Al entrar nota un olor muy fuerte y observa que en el
suelo hay una enorme mancha líquida, de color ama-
rillo, que ocupa buena parte del almacén. Al parecer,
el líquido derramado había reaccionado con el colo-
rante y desprendía unos humos de olor muy desagra-
dable. Un sexto sentido le alerta de que aquello es pe-
ligroso y, asustado, se dirige hacia Matías para
contarle lo ocurrido. Matías no lo duda; salen rápida-
mente del almacén y van en busca de un teléfono para
advertir que se ha producido una emergencia.
E. Mitjans

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