Prevención de los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral

Cargo del AutorPrevención de los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral
FACTS
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo
ES
http://osha.eu.int
Prevención de los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral
Una prioridad común
“¡Da la espalda a los trastornos musculoesqueléticos!” es el lema de
la Semana Europea de la Seguridad y la Salud en el Trabajo que
celebrarán los quince Estados miembros en octubre del 2000. Los
trastornos musculoesqueléticos (TME) son una de las enfermedades
de origen laboral más comunes, que afectan a millones de
trabajadores europeos de todos los sectores laborales y cuestan a los
empresarios billones de euros (véase la ficha explicativa de la
Agencia “Trastornos musculoesqueléticos de origen laboral en
Europa” (2)). Sin embargo, una gran parte del problema podría
prevenirse o reducirse si se respetaran la legislación y las buenas
prácticas existentes sobre salud y seguridad.
Prevención de los trastornos musculoesqueléticos: el enfoque
europeo
Los trastornos musculoesqueléticos abarcan una extensa gama de
problemas de salud. Se les puede dividir en dos grupos principales:
dolor y lesiones dorsolumbares y lesiones causadas por esfuerzos
repetitivos. Pueden afectar tanto a las extremidades superiores como
a las inferiores, y está demostrado que tienen una estrecha relación
con el trabajo. Entre las causas físicas de los TME cabe citar: los
movimientos manuales, la manipulación de cargas, las malas
posturas y los movimientos forzados, los movimientos muy
repetitivos, los movimientos manuales enérgicos, la presión
mecánica directa sobre los tejidos corporales, las vibraciones o los
entornos de trabajo fríos. Entre las causas relacionadas con la
organización del trabajo cabe destacar el ritmo de trabajo, el trabajo
repetitivo, los horarios de trabajo, los sistemas de retribución, el
trabajo monótono y algunos factores de tipo psicosocial. Algunos
tipos de trastornos están asociados a tareas u ocupaciones
concretas. Afectan más a las mujeres que a los hombres, en gran
parte por el tipo de trabajo que éstas realizan (4).
Para prevenir con eficacia los trastornos musculoesqueléticos, deben
determinarse en primer lugar los factores de riesgo en el lugar de
trabajo y, a continuación, adoptar medidas prácticas para prevenir o
reducir los riesgos. Debe prestarse atención a lo siguiente: la
evaluación del riesgo, la vigilancia de la salud, la formación, la
información y consulta a los trabajadores, la prevención de la fatiga y
los sistemas de trabajo ergonómicos (la intervención ergonómica
consiste, por ejemplo, en estudiar los efectos del lugar de trabajo, el
equipo, los métodos y la organización del trabajo etc. para determinar
los problemas y sus posibles soluciones). Estos factores de los
trastornos musculoesqueléticos están ya reconocidos en las directivas
europeas, así como en las normativas y orientaciones en materia de
buenas prácticas de los Estados miembros (5). En el Cuadro nº 1 se
presentan las principales directivas europeas relacionadas con la
prevención de trastornos musculoesqueléticos.
En busca de soluciones
Para hallar una solución efectiva a un problema musculoesquelético
es muy importante estudiar con atención la situación real en el lugar
de trabajo, pues los factores varían de un lugar a otro y cada lugar
de trabajo es un mundo. Debe prestarse atención a todos los
posibles factores de riesgo, especialmente porque un riesgo puede
ser generado por una combinación de factores. Deben buscarse
soluciones a las circunstancias concretas de cada lugar de trabajo,
consultando al personal y a sus representantes sobre los posibles
problemas y sus soluciones. Ningún planteamiento puede aplicarse
a todas las situaciones, y en caso de problemas graves o poco
usuales puede ser necesario asesoramiento profesional. Sin
embargo, muchas soluciones son fáciles y baratas, y los ejemplos
que a continuación presentamos muestran cómo pueden realizarse
en la práctica mejoras para prevenir o reducir algunos factores de
riesgo de los TME.
El Cuadro nº 2 presenta los elementos fundamentales del enfoque
europeo de la prevención.
4
Cuadro nº 1: principales directivas relacionadas con la prevención de
los trastornos musculoesqueléticos
Directiva 89/391, que establece un marco general para la
identificación y la prevención de los riesgos
Directiva 90/269, relativa a la identificación y prevención de
los riesgos de manipulación manual.
Directiva 90/270, relativa a la identificacióny prevención de
los riesgos del trabajo con equipos que incluyen pantallas
de visualización, donde se establecen las disposiciones
mínimas del equipo, el entorno de trabajo y la interconexión
ordenador/hombre.
Directiva 89/654, con las disposiciones mínimas para los
lugares de trabajo: asiento, iluminación, temperatura y
diseño del puesto de trabajo
Directiva 89/655, relativa a la adecuación del equipo de
trabajo.
Directiva 89/656, relativa a la adecuación del equipo de
protección personal.
Directiva 98/37, relativa a las máquinas (sustituye a la
Directiva 89/392).
Directiva 93/104, relativa a la organización del tiempo de
trabajo.
Entre las normas CEN, normas comunes a toda la UE, existe
también una serie para el diseño del equipo de trabajo
“Safety of machinery-Human physical performance”
(Seguridad de las máquinas-rendimiento físico humano)
En los enlaces del sitio Web de la Agencia puede obtenerse
más información sobre las directivas europeas (incluso el
texto completo de las mismas), las normas CEN y las
legislaciones de los Estados miembros.
Cuadro nº 2 Enfoque europeo de la prevención
evitar los riesgos;
evaluar los riesgos que no se puedan evitar;
combatir los riesgos en su origen;
adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que
respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como
a la elección de los equipos de trabajo y los métodos de
trabajo y de producción, con miras en particular, a atenuar
el trabajo monótono y el trabajo repetitivo y a reducir los
efectos de los mismos en la salud;
tener en cuenta la evolución de la técnica;
sustituir lo peligroso por lo que entraña poco o ningún
peligro;
planificar la prevención buscando un todo coherente que
integre en ella la técnica, la organización del trabajo, las
condiciones de trabajo, las relaciones sociales y la influencia
de los factores ambientales en el trabajo;
adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a
la individual;
dar las debidas instrucciones a los trabajadores.
Basado en el apartado 2 del artículo 6 de la Directiva 89/391 (5)

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