Breve visión del concepto 'propiedad intelectual' desde una prespectiva epistémica
| Autor | Jose Javier Villamarin |
| Cargo | Licenciado en Ciencias Públicas y Sociales por la Universidad Central del Ecuador |
Apertoría
Mao Tse Tung, a través del modelo revolucionario para la milenaria China, declaró que el poder nace del cañón de un fusil .
En las postrimerías del renacimiento, al final de una época de transición muy similar a la nuestra, Francis Bacon proponía una visión diferente, al expresar que 'el poder es conocimiento' .
Con este exordio, los lineamientos de este trabajo pretenden ingresar en aquel delgado, pero pertinente segmento de la literatura sobre Propiedad Intelectual y su interdependencia con la innovación y el desarrollo económico. Decimos 'delgado', en razón de la poca o mediana producción literaria sobre el tema, y 'pertinente', con motivo de su actualidad tanto a nivel nacional , como regional, a propósito de la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) .
Es así que, las pretensiones de este trabajo toman como hilo conductor las diferentes propuestas epistémicas y su vinculación directa o indirecta con la evolución del Regimen Internacional de la Propiedad Intelectual, con motivo de demostrar su valor estratègico para el desarrollo, la importancia de su defensa y la necesidad de establecer un balance 'justo' entre intereses públicos y privados.
El valor del conocimiento
Desde antiguo, se discernió, ante todo, entre el conocimiento del 'hombre vulgar' y el del 'hombre sabio', y por tanto -en términos aristotélicos-, entre el conocimiento 'vulgar ' y el conocimiento 'científico'. Luego, el primero, como conciencia del qué, mientras que el segundo, de la 'causa', de la 'razón', del por qué. De esta manera, la definición de este filósofo, impele a preguntar la naturaleza, el significado y el valor de las cosas como investigación que absorve al sujeto .
A la luz de esta apostilla filosófica, este apartado plantea sus primeros aportes, teniendo presente el histórico desarrollo de algunos problemas filosóficos, en concomitancia con la evolución del régimen internacional de la Propiedad Intelectual.
En los siglos XVI y XVII, tras la inflación y las guerras de Religión sobreviene la estabilidad política y económica, como consecuencia del fortalecimiento del poder del Estado, conviertiéndose la paz y seguridad en el mayor anhelo de la Europa de entonces. Pero dicha seguridad se manifiesta como prerequisito de la 'previsibilidad', la cual tendrá su base en el empleo del 'cálculo' como herramienta habitual de la población urbana. Entonces nada escapará al reino de la cantidad. De esta manera, ciencia, industria y mercado comienzan a marchar mucho más unidos que antes, poniendo particular énfasis en las 'cantidades', mas que en las 'cualidades' que en todos los siglos anteriores.
En aquellos siglos, en muchos países era una práctica comercial corriente el que el soberano concediese derechos exclusivos de publicación. 'Mesurabilidad' y 'experimentanción' darán lugar a cuestinamientos del cómo y para qué en lugar del por qué de las cosas. Es decir, de la búsqueda del fin último se pasa a la búsqueda de la Utilidad (Del Percio: 24).
De allí que, en el siglo XVI se marca con claridad las características de toda la modernidad: la que reduce a la razón y al ser humano a mera instrumentalidad y la que seguirá considerando al hombre como un fin en sí. (Del Percio: 24).
En el siglo XVII, las incertidumbres del hombre encuentran asidero en las respuestas que ofrecen los dos grandes sistemas filosóficos de la época: los métodos cartesiano y galileano. Ellos confluyen en la legitimación de la razón matemático-instrumental como único modo de llegar a un conocimiento cierto. En este sentido es de observar cómo la dualidad 'sujeto-objeto', permite que el hombre, se vea a sí mismo como distinto de la que da lugar a lo que denominamos 'modernidad'. El hombre que ya se había visto diferente de la naturaleza, contaba ahora con una fuerte justificación teórica: la concluyente separación que hace Descartes entre el res cogitans o 'cosa' que piensa, y la res extensa o 'cosa' con extensión, -'mesurable'-. Hay que destacar que esta separación ya se había hecho evidente en el arte, al introducir éste la perspectiva, la cual permite ampliar el espacio, 'crear' un mundo dentro de un mundo . En este sentido, tal vez no resulte extraño observar que únicamente las 'nuevas invenciones' eran susceptibles de ser patentadas, concepción que más tarde habría de ser desarrollada.
Ademàs, este siglo -de la 'Ilustración'-, en el que llega a su apogeo la modernidad, nada hay que no pueda ser conocido por la razón y no hay conocimiento que no deba ser trasmitido a toda la humanidad. La filosofía de la época, había asumido una entonación más libre y desenvuelta. Así, por iniciativa de J. D'Alambert nace la Enciclopedia que la prologó con su famoso 'Discours', obra destinada a difundir la filosofía y con ella la cultura.
En medio de estas ideas, los descubrimientos e inventos aplicados a la producción fueron los que dieron inicio a fines del siglo XVIII a la revolución industrial, que cobrará su impulso definitivo en el siglo XIX con el aumento del comercio internacional. En este contexto, parecería ser que emerge un primer intento efectivo de defensa de la Propiedad Intelectual, en el sentido de que muchos países buscaron asegurar la protecciòn recíproca de las marcas de sus nacionales a través de tratados bilaterales. Los resultados no fueron del todo satisfactorios, sin embargo, la conclusión de la firma de la 'Convención Internacional para la Protección de la Propiedad Industrial', conocida generalmente como la Convención de París de 1883, vino como resultado de la demanda de un mejor sistema que facilite el comercio internacional. (SHERWOOD 1995: 30).
Toda tecnología implica extensión de alguna parte del cuerpo humano. Así, bien podríamos decir que la rueda es una extensión de nuestro sistema motriz, el telescopio del ojo y el libro de nuestra 'mente'.
Hoy en día, los progresos tanto en...
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