Los teléfonos móviles como portadores de dinero y de tiques: perspectivas en Europa

AutorArnd Weber y Michael Reder
CargoForschungszentrum Karlsruhe, ITAS
Páginas45-51

El estado actual de la tecnología

Durante algo más de una década, ha habido varios sistemas que tratan de proporcionar sustitutos electrónicos para el dinero en efectivo tradicional. Aparte de los distintos tipos de dinero electrónico que podrían almacenarse en los discos duros de los ordenadores personales, la mayoría de los cuales ha fracasado, una visión clave que guía la investigación y desarrollo en esta área es la idea de un monedero electrónico universalmente aceptado con valor almacenado, que pueda usarse tanto en el mundo real como, por ejemplo, para comprar en la World Wide Web. Aunque esos sistemas de monederos existen en la mayoría de los países miembros de la UE, el uso real de éstos ha sido muy limitado y se ha progresado poco en la implantación de normas y acuerdos que permitan el uso universal de los distintos sistemas nacionales en toda Europa.

En otras partes del mundo, ha habido "historias de éxito" notables, como el sistema "Octopus" en Kong Kong, pero no pueden repetirse fácilmente en Europa (véase el cuadro 1).

Cuadro 1. El sistema Octopus en Hong Kong

Octopus Cards Ltd., un consorcio de operadores de transporte de Hong Kong, utiliza la tarjeta inteligente Sony Felica para pagos rápidos sin contacto de tiques de tránsito con dinero electrónico.

En Hong Kong, muchas empresas privadas operan trenes, ferrys y autobuses. Normalmente, los viajeros tienen que cambiar de operador en su desplazamiento diario. Los operadores no ofrecen tiques de papel válidos para varios de ellos. Con la excepción de los ferrys, los operadores no proporcionan tiques de temporada, ya que no desean ofrecer descuentos significativos. Otro importante elemento para comprender el sistema Octopus es que los operadores quieren garantizar una distribución exacta del dinero de los billetes entre ellos mismos.

La tarjeta se puede usar también para pagos en tiendas, quioscos y cabinas telefónicas. Según se informa, se han reconvertido 3.400 máquinas vendedoras de Coca-Cola. Esto significa un total de aproximadamente 15.000 terminales en funcionamiento. La Autoridad Monetaria de Hong Kong ha aprobado Creative Star como Empresa Receptora de Depósitos.

La tarjeta puede también ser utilizada por niños. Además, está siendo comercializado un reloj Felica que contiene el chip y la bobina Felica. Se ha anunciado también un teléfono Octopus.

Se han emitido aproximadamente 7 millones de tarjetas, de las cuales 1,4 millones se han vendido a niños. Como Hong Kong tiene una población de 6,7 millones, se cree que una proporción importante de residentes ha adquirido una segunda tarjeta, precisamente para asegurarse de que siempre pueden disponer de una cuando la necesitan. Actualmente hay aproximadamente 40 empresas de transporte y otros proveedores de servicios que aceptan la tarjeta. Se realizan unos 6 millones de transacciones por día, que generan unos ingresos de unos 37 millones de dólares HK (unos 5 millones de euros) por día. El uso en quioscos y otras instancias no de tránsito que aceptan la tarjeta está por debajo del 1 por ciento de facturación, lo que significa más de 1 millón de transacciones no de transporte por mes, con un valor de aproximadamente 11 millones de dólares HK (casi 2 millones de euros).

Los clientes incluso pagan un depósito por la tarjeta, así que junto con el alto nivel de actividad el sistema se considera internacionalmente como de enorme éxito.

El éxito expresado como número de transacciones no puede repetirse fácilmente en sistemas donde son dominantes los tiques de temporada. Hay que abrir puertas para conseguir un gran número de transacciones.

Mientras tanto, ha habido varias iniciativas de distintos tipos, cada una de las cuales ha sido saludada por algunos expertos o partes interesadas como la solución al problema. Aunque cada una de ellas ha encontrado cierto grado de éxito, estas soluciones están lejos de ser generales, y no funcionan (aún), de ordinario, a través de Europa.

Aunque existen sistemas de monedero electrónico en la mayoría de los países miembros de la UE, su uso es limitado y se ha progresado poco en la consecución de un sistema capaz de operar en toda Europa.

Nuevos sistemas

Tarjetas prepago de rascar (por ejemplo, Paysafecard de Austria), que usan tarjetas de rascar similares a las empleadas para prepago de servicios telefónicos. Aunque esta solución tiene las ventajas de la familiaridad e independencia de una cuenta bancaria, lo que la hace viable para usuarios de todas las edades y estratos económicos, requiere el soporte de un número suficiente de suministradores de bienes y servicios atractivos para ponerse en marcha.

Esquemas que combinan tarjetas de pago y teléfonos móviles (por ejemplo, Paiement CB sobre móvil, Francia). Esta solución tiene la ventaja de reunir dos aplicaciones tecnológicas familiares y bien asentadas: emplea teléfonos móviles como terminales remotos para tarjetas de pago (basadas en chip). El principal obstáculo para el uso generalizado de esta solución es la necesidad de equipar a los teléfonos móviles con una ranura y un dispositivo de lectura para la tarjeta. Aparte de la manifiesta reticencia de los fabricantes a promocionar activamente esos dispositivos, existen problemas de peso adicional y vulnerabilidad de las tarjetas contenidas en los dispositivos de lectura. La solución francesa utiliza tarjetas de pago basadas en chip que aún no son estándar en toda Europa.

Pagos efectuados por mensajes enviados desde teléfonos móviles (por ejemplo, Paybox, Alemania). Esta solución tiene la ventaja de no requerir otro dispositivo más que el familiar y ampliamente aceptado teléfono móvil. Queda por ver si es posible reducir sus costes de operación de modo que sea rentable para pagos de poca cuantía. De nuevo, el principal problema es alcanzar la masa crítica necesaria para conseguir que el esquema se ponga en movimiento.

Tarjetas de prepago sin contacto (por ejemplo, sistemas por operadores de transporte regional, como en el Reino Unido). Están diseñados para permitir facturación y recogida más rápidos que con cualquiera de los esquemas anteriores. Sin embargo, actualmente están siendo implantados por operadores regionales, y sus perspectivas para su utilización transfronteriza no son claras.

Los principales tipos de sistemas desarrollados hasta ahora han utilizado tarjetas de rascar, combinaciones de teléfonos móviles y tarjeta de pago, mensajes desde teléfonos móviles, y tarjetas de prepago sin contacto.

Lecciones aprendidas

Lo que puede aprenderse observando las experiencias existentes, es que hay varios factores importantes para el éxito o no de los sistemas de pago:

Aceptación generalizada por los consumidores y los proveedores de bienes y servicios en el mundo "real" y en el "virtual". Las posibilidades de aceptación son favorables si el sistema se basa en lo que es familiar, o usa tecnología familiar ya disponible para otros fines o en otros contextos.

Transparencia. Los balances e informes de transferencias deben ser fácilmente comprensibles para las partes implicadas. Conseguir esta transparencia no debe exigir un equipo caro o dispositivos especiales para este propósito.

Comodidad similar a la del dinero en efectivo o, en ciertas circunstancias, ventajas sobre el mismo. Por ejemplo, si hay necesidad de recargar los sistemas de pago electrónico de modo similar a la retirada de dinero, debe haber algún valor adicional, de lo contrario el usuario podría seguir retirando el dinero tradicional. Algunas ventajas podrían ser una mayor seguridad en ciertas situaciones, tales como el uso para compras a distancia o en ambientes inseguros ( garages en sótanos, etc.). El ejemplo de "Octopus" en Hong Kong se debe en gran medida a las ventajas que ofrece el sistema de pago sobre el dinero en efectivo, bajo condiciones determinadas (falta de tiques de temporada, aceptación de un tique único por todos los proveedores de servicios, velocidad, etc.).

Privacidad y protección de datos. Hay bastante demanda de la posibilidad de pagar por bienes y servicios anónimamente, como se paga con el dinero en efectivo tradicional, en particular para periódicos, tiques de transporte, etc.

La experiencia existente sugiere que hay varios factores importantes para el éxito o no de los sistemas de pago, como transparencia, comodidad, uso en una variedad de aplicaciones y ventajas claras para los usuarios.

Una solución posible

En el caso de Europa, los sistemas de pago electrónico basados en el euro, utilizables universalmente en todo el continente, probablemente encontrarían amplia aceptación si hubiera situaciones en las que presentaran ventajas sobre el dinero en efectivo. La rápida difusión del teléfono móvil supone que un dispositivo capaz de transmitir y visualizar transacciones monetarias es ahora ampliamente aceptado por todos los grupos de edad en los estados miembros. Es técnicamente posible integrar sistemas de pago electrónico en los terminales móviles (cuadro 2), en particular en las generaciones futuras de estos aparatos. Serán entonces capaces de almacenar, transmitir y recibir dinero codificado electrónicamente. Si se equipan con los transmisores adecuados, podrían incluso encontrar utilidad para hacer pagos rápidos en los servicios de transporte público. Los billetes para éste y otros fines pueden almacenarse en los teléfonos móviles. Esto permitiría a un gran número de consumidores usar dinero electrónico, por ejemplo, en sistemas de transporte con acceso controlado por barrera (como en París o Londres), o en los que emplean tiques (como en el transporte a larga distancia), adquirir entradas para espectáculos, o pagar por la descarga de información de actividades lúdicas. Los teléfonos podrían también usarse para transacciones entre iguales, tales como dar a los niños su dinero de bolsillo o pagar por artículos comprados en subastas de Internet. La posibilidad de usar esos sistemas de pago espontáneamente, en virtualmente cualquier situación, aumentaría definitivamente su aceptación de modo que hay buenas posibilidades de avance (cuadro 3).

En el caso de Europa, los sistemas de pago electrónico basados en el euro, utilizables universalmente en todo el continente, probablemente encontrarían amplia aceptación si hubiera situaciones en las que presentaran ventajas sobre el dinero en efectivo.

El chip y la interfaz sin contacto estarían probablemente integrados en el terminal móvil, aunque obviamente sería una ventaja proporcionar una ranura y un lector mientras haya aún terminales estacionarios que no acepten la nueva interfaz. Hay también necesidad de que los componentes del sistema sean compatibles con las tarjetas utilizadas para servicios financieros, de modo que puedan ser usadas por quienes no deseen poseer un teléfono móvil o llevarlo consigo.

Cuadro 2. Los terminales móviles típicos necesitan ser atractivos como dispositivos de pago.

Conveniencia para pagos en sistemas de transporte público a través de toda Europa.

Recargables sencillamente por medio de una interfaz de radio.

Un alto grado de transparencia al utilizar la pantalla.

Conveniencia para transferencia espontánea de fondos, tiques, recibos, etc. entre todas las personas con el equipo adecuado.

Capacidad de uso para pagos en Internet y por medio de las redes de telefonía móvil.

Cuadro 3. Situaciones en las que los teléfonos móviles podrían ser más convenientes que los sistemas de pago existentes.

Sería más sencillo proporcionar tiques puerta a puerta para viajar a través de Europa que tener que comprar y conservar los billetes físicamente para cada etapa de un viaje largo.

Esos servicios de expedición de billetes podrían conectarse con información sobre horarios o retrasos - un servicio que ya está disponible con algunos teléfonos móviles o con servicios basados en ordenador.

Uso rápido para transferir dinero en pequeñas cantidades a personas o empresas. Cualquier propietario de teléfono podría recibir dinero fácilmente sin tener que registrarse primero como comerciante.

La integración de puntos de premio o sistemas de descuento, que de nuevo podrían realizarse con mayor transparencia que en los sistemas de tarjetas inteligentes.

La propiedad de "capacidad de uso espontáneo" del sistema significa que el número de transacciones podría ser significativamente más alto que para las tarjetas convencionales, en particular en el caso de los sistemas de prepago. Además, la universalidad y la transferibilidad de dinero convencional estarían suficientemente reproducidas por este sistema. Los operadores de sistemas de expedición de billetes tendrían costes menores para las ventas de tiques y la manipulación de tarjetas; los usuarios podrían, de modo sencillo y barato, adquirir cualquier tique y no tendrían que manejarse con una interfaz de máquina expendedora diferente en cada nueva ciudad. Si las propiedades mencionadas antes pueden realizarse en un dispositivo sencillo, serían posibles efectos de red positivos elevados, permitiendo, en gran medida, la sustitución de dinero en efectivo y tiques.

Los sistemas de expedición de billetes son un ejemplo de una aplicación donde la velocidad, la comodidad y el coste favorecen los sistemas de pago electrónico, particularmente los basados en teléfonos móviles o los sin contacto.

En la reciente conferencia1 del ePSO (Observatorio Europeo de Sistemas de Pago), Mr. Harry Leinonen del Banco de Finlandia pronosticó el uso de los teléfonos móviles, o de dispositivos que integran esta función, como un medio universal de pago. Hay, sin embargo, una serie de requisitos previos que tienen que cumplirse antes de que esta visión pueda convertirse en realidad. Hay también soluciones alternativas que deben considerarse.

Implantación práctica

La implantación práctica de un sistema basado en el teléfono móvil presenta ciertamente algunos problemas:

Un euro electrónico utilizable universalmente es una novedad, pero esa tecnología podría funcionar tan fácilmente como la red de telefonía GSM a través de Europa. Sin embargo, los actores del mercado necesitan aún urgentemente alcanzar un acuerdo en esta área.

Es necesario determinar los medios por los que se autorizan los pagos, es decir, bajo qué circunstancias el dinero puede ser retirado de los terminales. Por ejemplo, puede no ser deseable que los niños tengan un acceso ilimitado a sus ahorros o dinero de bolsillo mediante la interfaz del terminal. La cuestión que se suscita, por consiguiente, es qué transacciones requieren aprobación. Esto indica una necesidad de simulación y prueba, si se quiere que los actores del mercado alcancen acuerdos en esta área. Para los pagos desde un terminal a otro (igual a igual, o persona a persona), la transacción no tendría que ir a través de un sistema central (si la suma intercambiada es lo bastante pequeña).

Con el fin de asegurar el control y auditoría de ese sistema a pesar de la transferibilidad P2P (persona a persona), tendría sentido cambiar el dinero recibido a través de la red de telefonía móvil. Este cambio de dinero tendría lugar de modo no detectable para el usuario, por ejemplo, mediante una conexión en línea permanente poco costosa (modo-i, GPRS etc.).

Como siempre hay un riesgo de que los terminales sean robados, es necesario que se puedan almacenar cuentas, tiques o claves sobre medios de almacenamiento portátiles pequeños, que puedan guardarse con seguridad en un lugar aparte del terminal móvil. Esto significa que el módulo requiere un canal seguro para la interfaz de usuario del teléfono. Podrían ser módulos separados para aplicaciones separadas, y este tipo de módulos se debería usar en los aparatos propiedad de niños.

Podrían también ser módulos para aplicaciones separadas y otras interfaces distintas de las sin contacto, de modo que sería más sencillo conseguir compatibilidad con los sistemas existentes, como los sistemas de peaje de carreteras, etc. En esta etapa, no es posible establecer en general qué interfaz de contacto o sin contacto se requerirá probablemente en cada situación.

Con el fin de que los teléfonos móviles se usen ampliamente como dispositivos de pago, deben acometerse cuestiones tales como la autorización del pago y la seguridad física del terminal móvil.

Que nosotros sepamos, las soluciones de pago a través de móvil actuales o en proyecto pretenden usar los dispositivos telefónicos existentes, o prevén soluciones basadas en servidores. Esto último tiene la ventaja- para el operador- de ingresos por oferta de la conexión, pero la desventaja- para el usuario- de costes y falta de capacidad de uso si la red no está disponible, y- para algunos operadores de transporte- falta de velocidad. De aquí que se necesite una cooperación más estrecha para hacer posibles efectos de red positivos. El prototipo que se acerca más a esto funciona en Sapporo, pero funciona actualmente mediante un PDA (Asistente Digital Personal) relativamente grande (Proyecto 2001 de comercio electrónico a través de móvil).

Discusión

Los mayores problemas no radican en el campo técnico, sino ante todo, en convencer a todas las partes de que cooperen para poder crear un sistema viable económicamente. Un sistema de venta de billetes basado en los teléfonos móviles podría reducir costes para las máquinas expendedoras, barreras y cabinas, más que un sistema basado en tarjetas. Sin embargo, para cada operador individual, distribuir tarjetas puede ser un método más viable, ya que las soluciones universales exigen el acuerdo sobre una serie de normas, implicando a muchos agentes. Por ejemplo, los teléfonos móviles dependen básicamente de los proveedores de servicios de telecomunicaciones que distribuyen los chips SIM (Módulo de Identificación del Abonado) a sus abonados. En tanto los teléfonos contengan este único chip, cualquiera que desee acceso al SIM tendrá que llegar a un acuerdo con la empresa de telecomunicaciones. Es evidente que ésta es un área donde los intereses económicos pueden chocar –algunos operadores de telecomunicaciones están intentando establecer contratos exclusivos con clientes potenciales importantes, como las compañías aéreas o las de ferrocarriles. Éstas, por otra parte, tienen interés en tener acceso a todos los clientes potenciales, y no simplemente a los abonados de una de las diversas compañías telefónicas.

Para los operadores individuales puede ser más efectivo expedir una tarjeta individual mejor que tratar de alcanzar un acuerdo sobre normas con otros agentes que pueden tener intereses divergentes.

La solución alternativa es un segundo chip. Ya hemos aludido a ello como un dispositivo de almacenamiento para tiques y similares, pero aquí la cuestión de la normalización es grave - hay varias soluciones alternativas disponibles: basta mencionar las tarjetas instantáneas, chips y barras de memoria- y no hay candidatos favoritos claros, ya sean técnicos o comerciales. Ya se ha mencionado una alternativa posible - el uso de un chip sobre varios tipos de tarjeta de pago. También se ha señalado que esta solución parece tener problemas para encontrar aceptación.

Una cuestión importante es si los consumidores desean en absoluto poseer el tipo de artilugio universal que está detrás de estas visiones, o si preferirían usar dispositivos separados para varios tipos de comunicaciones, entretenimiento y pagos.

Queda por ver si los usuarios realmente prefieren tener todos sus sistemas de pago y de comunicaciones reunidos en uno, o si mantendrían las distintas funciones separadas.

Aunque es concebible que los pagos que utilizan teléfonos móviles encuentren tan gran aceptación entre consumidores y comerciantes que lleguen a sustituir ampliamente a las tarjetas, habrá obviamente necesidad de continuar proporcionando la opción de pagar en efectivo o usar tarjetas de pago del tipo en uso común hoy día.

Sin embargo, se podría promover y acelerar la transición mediante una política de precios, por ejemplo, garantizando que los costes de hacer un pago entre iguales son lo bastante bajos para ser aceptables. No obstante, aunque las condiciones parecen muy favorables para las soluciones basadas en los teléfonos móviles, aún es posible que los sistemas de monedero electrónico basados en normas tales como CEPS (Especificación de Monedero Electrónico Común) consigan adopción generalizada o que los bancos individuales o los grupos bancarios ofrezcan sistemas de prepago o basados en la cuenta que permitan pagos transfronterizos y encuentren el favor de suficiente número de consumidores y comerciantes. Las autoridades europeas y nacionales pueden desempeñar un papel en ayudar a reunir a los distintos agentes con intereses en este campo, en la esperanza de encontrar vías que proporcionen oportunidades para que surjan las soluciones óptimas.

--------------------------------------------------------------------------------

Palabras clave

pagos electrónicos, teléfonos móviles, venta de billetes

Nota

  1. Celebrada en Bruselas el 19 de febrero de 2002

Referencias

Dostov, V, Hi-tech Payment Technologies in Russia: The Case of Paycash. En: ePSO-N 10, 2001.Véase: epso.jrc.es

Proyecto de Comercio-e a través de teléfono móvil, 2001. En línea en: http://www.mobileec.net/en/body6_1.htm#2001-7-18

NTT: Digital cash that can be used to purchase services and goods with complete safety and at high speed is here now. 29 noviembre, 2001 (a). Véase: http://www.ntt.co.jp/news/news01e/0111/011129.html

NTT: FlexTicket. Comunicado de prensa. 21 diciembre, 2001 (b). Véase: http://www.ntt.co.jp/news/news01e/0112/011221.html

Schmidt, J., Schunter, M., Weber, A., Can Cash be Digitalised? En: Müller, G.; Rannenberg, K. (eds.): Multilateral Security for Global Communication. Addison-Wesley, Munich 1999, 301-320.

Sony: Felica Contactless Smartcard System: http://www.world.sony.com/Electronics/felica

Weber, Arnd: High Number of Electronic Cash Transactions in Hong Kong Octopus System. En: ePSO-N 5, 2001. Véase: epso.jrc.es

Weber, Arnd: How can PKI-services Take Off in Finland? From One ID-card to Multiple Company and Customer Cards. Entrevista con Heikki Sundquist, Sundcon. ePSO-N 012-7, febrero 2002.

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR