La solidez estamental de los juristas y las corporaciones de abogados en la época del renacimiento

AutorModesto Barcia Lago
Cargo del AutorDoctor en Derecho, Licenciado en Filosofía y en Ciencias Políticas
Páginas379-385

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Y es que, en el contexto de la época que alboreaba en el siglo XIV, tanto ibérico, como europeo -con el nacimiento de las Universidades y los Collegia Doctorum; las agrupaciones florentinas del arte dei Giudice e notai; los Etáblissementes de Saint Louis en Francia, que admiraba en París el propio Rey Don Afonso IV de Portugal, sin merma de su intemperancia contra los abogados; el papel de las inns of Court británicas; los estatutos de Philippe de Valois, con reglas semejantes a las órdenes religiosas y de caballería-, pese a las reticencias vistas, todo llevaba inevitablemente a afirmar el papel de los juristas y su funcionalidad para una sociedad que, por debajo de las pestes y de las guerras, de las crisis demográficas, y de las calamidades, hervía de futuro en un Renacimiento que anticipa el trecento italiano. En ese marco de preñez de una nueva época, los juristas aparecían al modo de "caballeros de capa y espada". Como señala SOUSA MAGALHÂES, singularmente "os advogados semelhavamse a verdadeiros cavaleiros da lei no combate pela defesa dos pobres e humilhados, actuando en nome de Cristo"787.

Por eso, durante los siglos XV y XVI, de auge económico y energía pleiteante, como sostiene KAGAN788 y pese a la escasa Page 380 simpatía que despertaba en los Reyes y en las Cortes castellanas, el oficio de los abogados, reglamentado fundamentalmente en "Las Partidas" alfonsinas y en las Ordenanzas de los Católicos, adquirió pujanza y prestigio social, al compás de una evolución que, desde la acción política de los Reyes Católicos, impulsaba una concentración de los Poderes en la Corona y también el fortalecimiento de la Justicia Real, en detrimento de la anterior pluralidad -o anarquía- medieval, instrumentándose tal proceso, en lo que a éste se refiere, mediante un moderno sistema jerarquizado de organización judicial que determina el asentamiento en Valladolid en 1489 de la anterior Chancillería ambulante, la creación de otra en nueva Ciudad Real en 1494, que en 1505 se trasladaría a Granada, y ya en pleno apogeo de los Austrias, con el establecimiento o consolidación de las Reales Audiencias de la Coruña -ésta en 1563, pero, en realidad, ya fundada desde los tiempos de los Católicos-, la de Sevilla en 1566, la de Canarias en 1568 y la de Mallorca en 1571, cuyos jueces son todos letrados.

Y en este sentido tiene razón NADAL cuando señala que, "en términos generales, la clave del éxito filipino en la concentración de poderes debe buscarse en la promoción de los letrados en el eje de la máquina administrativa o burocrática", reparando como, excepto el de Estado, que se ocupaba de política exterior y de la guerra y estaba reservado a la nobleza, pero con decreciente influjo, los los demás Consejos "acentúan en el curso del Quinientos la novedad del rumbo que les habían impreso las grandes reformas de los Reyes Católicos: transformación en unos cuerpos técnicos, formados básicamente por hombres de leyes, salidos de las aulas universitarias y habiendo hecho sus primeras armas en la carrera judicial", sin que el avance del antisemitismo que excluye crecientemente a los judeoconversos, antes un grupo muy relevante, e impone la limpieza de sangre, impida que la vieja hidalguía castellano-leonesa que estudia Derecho romano en Valladolid o Salamanca se convirtiese "en el mejor instrumento de la realeza en orden a diluir las veleidades políticas de los magnates"789. Del Page 381 mismo modo que sucedía en la esfera municipal con la figura del corregidor, que va recogiendo en su potestad las funciones administrativas y judiciales, como queda patente en la "Política para corregidores y señores de vasallos" de Castillo de Bovadilla790.

La gran abundancia de letrados abogados despierta el celo corporativista de los juristas oficiales, conscientes de su importancia en el entramado burocrático del Estado, y por ello deseosos de distinguirse de sus compañeros universitarios -cierto que la mayor parte bachilleres...

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