Los retos que la globalización plantea. 3ª Ponencia

AutorProfesor F. Xavier Mena
Cargo del AutorCatedrático de Economía, ESADE, Universidad Ramón Llull
Páginas57-71

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I Introducción

Muchas gracias a la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) y al Instituto Catalunya Futur por la invitación a participar en este foro de reflexión.

Este Seminario Permanente de Derechos Humanos lleva el nombre del profesor Antonio Marzal. La memoria me remonta a su artículo La Vergüenza, publicado hace años en La Vanguardia. El profesor A. Marzal reflexionaba sobre la libertad y los derechos humanos con ocasión de su experiencia en el control fronterizo al atravesar el muro de Berlín. El artículo era una emotiva lección sobre el mundo libre y los derechos humanos.

II El proceso de globalización económica

El devenir histórico de las últimas décadas está significando un proceso de globalización en las relaciones económicas. La globalización es un proceso gradual que significa una creciente integración en el ámbito comercial, financiero y tecnológico. En particular, el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones está posibilitando la conectividad de personas y lugares en una comunidad crecientemente global. En este punto, un directivo de

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una empresa de telecomunicaciones afirma que el ratio de utilización de la red Internet en el conjunto del mundo sugiere que el grueso de la globalización está todavía por venir.

El mundo actual se rige por el denominado Efecto Mariposa. La metáfora afirma que si una mariposa aletea sus alas en cualquier lugar del mundo, desplaza una masa de aire que acaba por afectar las condiciones atmosféricas de cualquier localización del planeta. Cualquier perturbación económica o financiera se traslada allende los mares, dada la interconexión global. En mi opinión, la realidad presente se caracteriza más propiamente por el que denominaría Efecto Martini. La patinadora del anuncio comercial afirmaba "dónde estés y a la hora que estés...". En efecto, las nuevas realidades económicas que emergen afectan al resto del mundo "dónde estén y a la hora que estén". El pasado reciente se regía por un Efecto Mariposa que concedía a los agentes económicos un período de tiempo para preparar la estrategia de adaptación a las nuevas condiciones. El desarrollo del proceso de globalización y la inmediatez que sugiere el Efecto Martini entre la causalidad y sus efectos, obliga a la proactividad y la anticipación.

Como titulaba su libro una periodista del The Economist, la globalización significa La muerte de la distancia. En una película futurista, un personaje afirmaba "Estoy a media hora de dónde te encuentras, pero llego en diez minutos". El viaje que hace unos años requería media hora, hoy emplea sólo un tiempo de diez minutos. Un antiguo alumno universitario comentaba con ironía que había obtenido su licenciatura gracias a la lentitud del sistema ferroviario español de hace décadas. Al parecer, dejaba la preparación del examen para el último momento, cuando se trasladaba en tren durante cientos de kilómetros desde su provincia a la sede universitaria. Las actuales líneas de alta velocidad, siendo similar la distancia del desplazamiento, habrían imposibilitado el tiempo mínimo de preparación...

La globalización plantea el reto que recogió metafóricamente el matemático Lewis Carroll en Alicia en el País de las Maravillas. En

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una de las escenas, Alicia se sorprende: "¿Cómo puede ser que estoy corriendo tan veloz como puedo y tengo la sensación de permanecer en el mismo sitio?". Efectivamente, la globalización nos expone con mayor intensidad a nuestros referentes del resto del mundo. Ahora, los demás son muchos más en número, debido a la emergencia de nuevas realidades. Nuestros referentes también corren velozmente, generando una sensación estática a pesar de nuestro esfuerzo. Y si algunos aceleran, dejan atrás al resto de corredores.

La globalización ha ampliado la denominada Teoría del Yogurt a más ámbitos. Las circunstancias cambian con inusitada rapidez, acortando sus fechas de caducidad. Hace décadas, la formación universitaria proporcionaba un aprendizaje de conocimientos y capacidades que habilitaba para un dilatado ciclo vital. La globalización obliga a la formación y renovación continuas, al periclitar rápidamente algunos contenidos o estándares tecnológicos.

El reto de la globalización interpela a los países, las organizaciones y las personas. No se trata sólo de plantearse la incorporación voluntaria al proceso dinámico de la globalización u optar por permanecer al margen del mismo. La globalización se proyecta inexorablemente sobre los países, las organizaciones y en el quehacer diario de las personas. La inmigración, por ejemplo, ha expuesto a las entidades financieras ante una nueva realidad a gestionar. Hace años, la coincidencia en una oficina bancaria de clientes jubilados y clientes de empresas sugirió a las entidades la segmentación entre el canal de particulares y el de empresas, dadas las disfuncionalidades que provocaba su coincidencia en tiempo y lugar. Hoy, otras disfuncionalidades en el tipo de operaciones y la gestión del tiempo incurrido han aflorado con la clientela de inmigrantes. La globalización se ha introducido en las colas de las oficinas bancarias obligando a una gestión que, en este caso, no puede pasar por la segregación.

El periodista Thomas Friedman del New York Times tituló su libro con la constatación de que The World is Flat. El primer capítulo se inicia con el autor llegando a la India, persiguiendo el propósito

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de emular a...

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