Pagos a través del teléfono móvil: un reto para bancos y organismos de regulación

AutorMalte Krueger
CargoPaySys Consultancy GmbH
Páginas5- 12

Asunto: En comparación con otros sistemas de pago, los pagos a través de móvil (pagos móviles o pagos-m) tienen la ventaja particular de que pueden usarse en el punto de venta real, así como en el comercio electrónico (comercio-e) y en el comercio a través del teléfono móvil (comercio-m). La penetración actual en el mercado de los teléfonos móviles, en unión con el esperado crecimiento del comercio-m, hace sumamente probable que los pagos-m crezcan considerablemente en los próximos años. Aunque hay muchos actores que podrían proporcionar servicios de pago a través de móvil, los bancos y los operadores de telecomunicaciones (telcos) son los candidatos más obvios para ofrecer servicios de pagos móviles. La entrada de los telcos en el mercado de pagos aumentaría la competencia y podría favorecer sistemas de pago a través de las fronteras más eficaces.

Relevancia: El funcionamiento efectivo de los pagos-m requerirá cooperación e interoperabilidad. Esto suscita una serie de cuestiones sobre política de competencia, en especial con respecto a los precios. Además, las actividades no bancarias en el sector de los pagos-m plantean algunas cuestiones de regulación. En algún momento, las autoridades tendrán que considerar los beneficios de que los telcos se conviertan en bancos o en entidades de dinero electrónico.

--------------------------------------------------------------------------------

Introducción

Se prevé que los pagos móviles o "pagos-m" (definidos como los pagos que se realizan a través del teléfono móvil) se conviertan en una parte importante del sistema de pagos al por menor. En principio, el teléfono móvil puede usarse en el POS (punto de venta) real, en el comercio-e y en el comercio-m. Los elevados niveles de penetración en el mercado y sus características técnicas hacen que el teléfono móvil sea un instrumento atractivo para realizar pagos. Al igual que los monederos electrónicos, la mayoría de los teléfonos móviles tienen un chip incorporado que puede usarse para almacenar valores o proporcionar medios de autorización e identificación seguros. Además, el hecho de que el teléfono móvil proporcione servicios de comunicación significa que no tiene que apoyarse en un lector de tarjetas, una combinación de PC (ordenador personal) y módem o un terminal en el POS. Por tanto, no es sorprendente que algunos expertos crean que el teléfono móvil sustituirá a las tarjetas inteligentes como medio de pago.

Un grupo de candidatos ideales para ofrecer servicios de pago a través del teléfono móvil son los operadores de telefonía móvil. Tienen la base de clientes, ya realizan facturación y cuentan con la capacidad técnica. Al mismo tiempo, están buscando modelos de negocio que les permitan crear ingresos suficientes para justificar sus inversiones en las costosas redes de 3G (tercera generación). Por consiguiente, los operadores de móviles están deseando entrar en el mercado. Sin embargo, no son los únicos. Los bancos, en particular, están también interesados en extender sus servicios de pago a los pagos-m.

Los operadores de telefonía móvil son candidatos ideales para ofrecer servicios de pagos móviles ya que tienen la base de clientes, realizan ya facturación y cuentan con la capacidad técnica.

Un mercado en crecimiento

Hay dos hechos relacionados que son especialmente importantes para el futuro de los pagos-m: la continuada difusión de la telefonía móvil y la expansión del comercio-m.1

En el POS real, es simplemente el número de teléfonos móviles lo que los convierte en un instrumento de pago prometedor. En el año 2001, el número de usuarios de teléfonos móviles sobrepasará probablemente la cota de los mil millones. Se calcula que para el año 2003 habrá 1.700 millones de abonados y 2.300 millones para el año 2005. Se prevé que las tasas de penetración (usuarios como porcentaje de la población) en Europa alcancen el 80% en el año 2005. Incluso a escala mundial se espera que las tasas de penetración estén por encima del 30 % en el año 2005. Las tarjetas con chip para teléfonos móviles claramente superan a las tarjetas de pago con chip. Según EuroSmart (un organismo industrial), en el año 2001, la industria de tarjetas con chip suministró 370 millones de tarjetas con microprocesador a la industria de telecomunicaciones y 120 millones a la banca.

Dado que en algunas zonas del planeta casi todo el mundo tendrá pronto un teléfono móvil equipado con un chip, cabe preguntarse si aún se necesita un monedero electrónico separado para efectuar pagos. Así, es como mínimo concebible que el teléfono móvil asumirá una gran parte del mercado de pagos al por menor en los POS reales.

La difusión de los teléfonos móviles también presagia buenos augurios para el futuro del comercio-m. De hecho, la industria es muy optimista. Hasta ahora, los teléfonos móviles se usan principalmente para tráfico de voz. Pero la transmisión de mensajes SMS (Servicio de Mensajes Cortos) ha prendido con sorprendente rapidez y ya supone el 10% de los ingresos procedentes de algunos abonados de móviles. Sin embargo, el comercio-m se ve aún frenado por la limitada funcionalidad que proporciona la generación actual de redes y teléfonos móviles. En el año 2000, el comercio a través de teléfonos móviles, localizadores y otros instrumentos de bolsillo generó ingresos por valor de 1.300 millones de euros en Europa.

En comparación con las vastas inversiones en licencias y nueva infraestructura de 3G estas cifras no parecen impresionantes. No obstante, se esperan mejores oportunidades de negocio una vez se hayan instalado redes de 3G y una nueva generación de dispositivos multimedia de 3G irrumpa en el mercado. El Foro UMTS (Sistema Universal de Telecomunicaciones Móviles) estima que para 2004 unos 350 millones de personas estarán haciendo uso de la adquisición de entradas a través del móvil y de la compra al por menor por la misma vía, casi 350 millones estarán realizando transacciones bancarias a través del móvil y más de 50 millones efectuarán operaciones financieras. Para 2005 se espera que el tráfico de datos sea más importante que el tráfico de voz.

El comercio a través de móvil se ve aún frenado por los limitados usos proporcionados por la actual generación de redes y teléfonos móviles, pero se espera que se desarrollen rápidamente la adquisición de entradas, la realización de compras y las transacciones bancarias y financieras, a través del teléfono móvil

Sin embargo, esas expectativas deben interpretarse con cuidado. El desarrollo del comercio electrónico ha demostrado qué difícil es hacer previsiones en los nuevos mercados- y que puede ser muy difícil hacer dinero en el mundo virtual. No obstante, la industria sigue siendo optimista en cuanto al éxito del comercio a través del móvil.

Aunque el comercio-m es aún un fenómeno nuevo, hay ya un gran número de sistemas de pagos-m, la mayoría de los cuales están centrados en un intermediario de pagos

Aunque el comercio a través de móvil es aún un fenómeno nuevo, hay ya un gran número de sistemas de pagos-m. A pesar de las diferencias entre los distintos sistemas de pagos-m, la mayoría de ellos tienen una estructura similar. En todos los casos, un consumidor que quiere hacer un pago-m necesita conectarse con el intermediario de pago (operador de móvil, banco, etc.). El cliente puede contactar con el intermediario, el comerciante puede decir al intermediario que contacte con el cliente o el comerciante puede dirigir al cliente al servidor del intermediario. La conexión puede establecerse utilizando el canal de voz, SMS o USSD (Datos de Servicios Suplementarios no Estructurados). Una vez establecida la conexión, el consumidor puede autorizar el pago, generalmente utilizando un PIN (número de identificación personal). Después el cliente y el comerciante reciben la confirmación del pago. Los comerciantes generalmente reciben los fondos a través de pagos en su cuenta bancaria.

Tabla 1. Algunos sistemas de pago a través de móvil en diciembre de 20012

(Tabla Omitida)

Las empresas en las que participan operadores de móviles se indican en negrita3

El papel de las compañías de telecomunicaciones

Para los operadores de móviles, los pagos a través de móvil pueden ser un sector clave y no solamente uno de los muchos posibles servicios de valor añadido que pueden tomar como objetivo. La existencia de un medio conveniente y barato de pago para "mercancías móviles" es una condición previa para el despegue del comercio a través de móvil. La falta de un medio de pago conveniente afectaría a los telcos de móviles de dos maneras: reduciría el volumen de tráfico en sus redes y disminuiría los ingresos por venta de servicios de valor añadido. Por lo tanto, dependen enormemente de instrumentos de pagos-m adecuados.

Los telcos de móviles son candidatos naturales para proporcionar servicios de pago, ya que tienen la experiencia y la infraestructura para cargar a los clientes una variedad de servicios que ellos u otros proporcionan

Los telcos de móviles son candidatos naturales para proporcionar servicios de pago, puesto que realizan ya la facturación por servicios de voz y de transporte de datos. Los telcos ya tienen experiencia en la facturación a sus propios clientes por servicios de voz. Durante mucho tiempo el modelo estándar ha sido facturar sobre una base mensual. En este sistema, al final del mes los telcos envían facturas a sus clientes y éstos tienen que pagar dentro de un período determinado. El pago puede hacerse por cheque, débito directo, etc. Este método implica la concesión de crédito a los usuarios durante un período de un mes. Por consiguiente, supone un cierto grado de riesgo para los telcos.

Los telcos también ofrecen tarjetas/cuentas de prepago. Esto permite eludir el problema del crédito y hacer más atractivos los móviles a los usuarios que no desean estar atados a un contrato o que pueden no ser candidatos para la concesión de crédito. Las tarjetas de prepago eliminan los riesgos del crédito para los telcos; además, como vendedores de tarjetas de prepago, reciben efectivamente un préstamo sin interés de sus usuarios.

En algunos casos, los telcos también facturan a sus usuarios servcicios de voz suministrados por otros telcos. Un ejemplo es el de un telco que tiene que facturar por los competidores que ofrecen números especiales para entrar en la red. Otro ejemplo es el roaming (clientes "errantes").

Los telcos también proporcionan servicios de facturación a terceras partes. En cierta medida, la falta de mecanismos de pago adecuados ha dificultado el comercio electrónico y ha proporcionado oportunidades de negocio a los telcos. Los telcos han hecho posible que los comerciantes ofrezcan contenidos en Internet (o en redes propietarias como Btx en Alemania o Minitel en Francia). Esos sistemas han permitido que los clientes mantengan una relación de facturación de confianza con un telco y ha hecho innecesario proporcionar información privada a un comerciante. Para los comerciantes, el beneficio es que la facturación es también una solución viable para segmentos de mercado de bajo valor. Las actividades de facturación a terceras partes se han extendido también al mundo de los móviles. El ejemplo mejor conocido es el modo-i de NTT DoCoMo en Japón. DoCoMo ofrece facturar a clientes que compran contenidos de uno de los 600 (a mediados de 2000) sitios colaboradores oficiales.

Los operadores de móviles ya han comenzado a ofrecer pagos a través del móvil. La mayoría de estos sistemas están aún en fase piloto o en sus primeras etapas de desarrollo. Sin embargo, es interesante observar que algunos operadores se están asociando con bancos mientras otros prefieren gestionar ellos mismos los pagos-m.

Muchas de las actividades de facturación realizadas por los telcos implican compartir los ingresos, lo que crea flujos financieros entre los telcos y exige liquidación y pago periódicos

Muchas de las actividades de facturación descritas antes implican compartir ingresos, es decir, los telcos ceden algunos ingresos a otros telcos. Esto es lo que suele suceder cuando un cliente de una red se comunica con un cliente de otra red o cuando se trata de clientes "errantes" (roaming). Compartir ingresos crea flujos financieros entre los telcos y exige liquidación y pago periódicos.

Entrada en el mercado de entidades no bancarias y competencia

El efecto de los pagos-m sobre la competencia en los pagos al por menor depende en gran medida de la estrategia de las entidades no bancarias (en particular los telcos) que desean entrar en el mercado.

Un escenario posible es que los teléfonos móviles o PDA (asistentes digitales personales) simplemente se conviertan en nuevos instrumentos de acceso que permitan a los usuarios acceder a sus cuentas bancarias. Esa solución exigiría a los bancos integrar el acceso a través de los teléfonos móviles con la voz y el acceso por Internet. En este caso, los pagos se basarían firmemente en los bancos y los telcos realizarían simplemente la tarea de transporte de datos.

Un posible escenario es que los bancos integren el acceso a través de los teléfonos móviles con la voz y el acceso por Internet, lo que siginificaría que los pagos seguirían basados en los bancos y los telcos realizarían simplemente la tarea de transporte de datos

Las tarjetas inteligentes no son esenciales. También sería posible utilizar códigos de acceso y autorización por PIN como en la banca electrónica. Sin embargo, una solución basada en una tarjeta inteligente aumentaría la seguridad del almacenamiento y transmisión de datos y permitiría una muy buena identificación. Para los consumidores esto sería más conveniente, porque no tienen que teclear códigos de acceso e información sobre la cuenta cada vez que deseen hacer una compra. En lo que se refiere a los aparatos móviles, hay varias posibilidades técnicas para implementar soluciones basadas en tarjetas inteligentes. El teléfono podría ser un terminal de ranura doble4 que incorporara un chip de pago separado en el teléfono móvil, un chip de multiaplicación con una función de pago incorporada, o podría usar una tarjeta separada que comunicara con el teléfono a través de un protocolo de red inalámbrica, como Bluetooth.

Los consumidores se beneficiarían de posibilidades de acceso más adecuadas. Dada la relación de confianza establecida, lo más probable es que los consumidores dieran la bienvenida a que los bancos continúen siendo los principales proveedores de servicios de pago. Sin embargo, un sistema dominado por los bancos dejaría la situación competitiva de los sistemas de pago más o menos como está. Ya que investigaciones recientes sobre los sistemas de pago han encontrado pruebas de prácticas no competitivas5, esto sería un inconveniente. Además, debe recordarse que los bancos han sido lentos, hasta ahora, en aportar soluciones eficaces para los pagos al por menor a través de las fronteras, y no está claro que una mayor implicación en los pagos-m cambiaría esta situación.

Los bancos han sido lentos, hasta ahora, en aportar soluciones eficaces para los pagos al por menor a través de las fronteras y no está claro que una mayor implicación en los pagos-m cambiaría esta situación

El modelo dominado por los bancos es sólo una posibilidad. Es también concebible que aparezca un escenario diferente. Al igual que las empresas de tarjetas de crédito, los telcos y otras entidades no bancarias pueden ofrecer servicios de pago y el uso de Internet, el teléfono móvil o el PDA como dispositivo de acceso. Como con las tarjetas de crédito, el pago último sería por transferencia bancaria. Sin embargo, los bancos no estarían ya implicados en el pago consumidor-a-comerciante o consumidor-a-consumidor. El contacto con el usuario se desplazaría en gran parte al intermediario. En principio, tales intermediarios ofrecerían un amplio abanico de posibilidades de pago: cuentas de prepago, tarjetas de prepago, facturación ("cuentas de postpago") así como pagos tradicionales, tales como pagos con tarjeta de crédito o transferencias bancarias (el sistema de pago-m alemán PayBox sería un ejemplo de esto último).

Otro escenario es que los telcos u otras entidades no bancarias ofrezcan servicios de pago utilizando Internet o el teléfono móvil como dispositivo de acceso, mientras que los bancos manejarían los pagos reales, como lo hacen para las tarjetas de crédito

Es mucho más probable que el segundo escenario aumente la competencia en el sistema de pagos al por menor. Incluso si los nuevos actores tuvieran que convertirse en bancos, la aparición de estos nuevos actores sería beneficiosa. Además, los nuevos intermediarios pueden ser menos remisos a ofrecer servicios a través de las fronteras. Por ejemplo, los telcos que operan a escala internacional pueden también encontrar más fácil ofrecer sistemas de pago internacionales.

Aunque algunas de estas oportunidades están abiertas a las entidades no bancarias, otras podrían exigir que adquiriesen una licencia EMI6 (Instituto de Dinero Electrónico) o incluso una licencia de banca. Alternativamente, estas entidades no bancarias podrían cooperar con un banco. Para los telcos, la cooperación tendría la ventaja de que no tendrían que preocuparse por la regulación de los pagos. Además se incorporarían a una marca de confianza y al know-how sobre gestión de riesgos de los bancos. Los bancos tienen dos incentivos para cooperar con los telcos. En primer lugar, es de interés para el sector bancario en su conjunto cooperar con el fin de evitar que los telcos entren en el mercado por sí mismos. Individualmente, los bancos pueden ver la cooperación como beneficiosa porque les ayuda a conseguir clientes y a mantener bajos los costes. Además, la mayoría de los operadores de móviles subvencionan el precio de los terminales móviles. Si los bancos quieren que los consumidores usen un terminal que sea adecuado para sus sistemas de pagos-m (por ejemplo un teléfono de ranura doble) tendrían que subvencionar también los terminales o bien cooperar con los telcos.

Problemas de regulación

A largo plazo, pueden surgir problemas de competencia como resultado de los efectos de red. Hay poco espacio en el mercado de servicios de pago para un gran número de soluciones de pago-m incompatibles. La utilidad de un sistema de pago aumenta con el número de usuarios. Por consiguiente, los usuarios tienen una gran preferencia por la ubicuidad. La ubicuidad tiene dos aspectos: en primer lugar, un usuario quiere poder enviar (recibir) dinero a (de) cualquier otro usuario; en segundo lugar, un usuario quiere poder usar la función de pago dondequiera que esté (es decir, incluso fuera de la cobertura de su proveedor de servicio). Las industrias con efectos de red grandes suponen un reto especial para los responsables políticos. La existencia de efectos de red exige interoperabilidad entre los sistemas de diferentes operadores de redes. La interoperabilidad sólo puede conseguirse por la cooperación. Esta necesidad no es mala. Sin embargo, implica la posibilidad de un comportamiento colusivo, en perjuicio de los usuarios. Por consiguiente, muchas redes son supervisadas por un organismo regulador especial. Tradicionalmente, la regulación de los sistemas de pago ha sido una parte de la regulación de la banca y/o de la política monetaria. Así, la mayoría de los países no ha creado un organismo regulador especial para los sistemas de pago. Sin embargo, un reciente informe del gobierno en el Reino Unido (el "Cruickshank Report"2) propugnaba la creación de un organismo de regulación especial para los sistemas de pagos al por menor. El informe cita explícitamente los efectos de red como factor limitador de la competencia y que hace necesaria la supervisión.

Los efectos de red significan que hay poco espacio en el mercado de servicios de pago para un gran número de soluciones de pago-m incompatibles, creando así posibles retos para las autoridades de la competencia

La necesidad de un organismo regulador especial parece menos apremiante si hay competencia entre diferentes redes de pago.Así, antes de crear un nuevo organismo regulador, se deben considerar más detenidamente las posibilidades de competencia entre diferentes redes de pago. La aparición de nuevos actores, como los telcos, y de nuevas redes en el mercado de pagos puede conducir a la provisión de pagos a través de redes alternativas. Esto puede proporcionar suficiente competencia en los pagos como para hacer innecesario un organismo regulador especial.

Las soluciones cooperativas requerirían un cierto grado de normalización y podrían implicar una cámara de compensación conjunta o el uso de intermediarios/brokers (a nivel de la venta al por mayor). Por el momento, no hay un proveedor dominante y hay poca cooperación entre los proovedores de pagos-m. Hay muchos sistemas diferentes, cada uno de los cuales intenta alcanzar su propia masa crítica. Si la experiencia con los monederos electrónicos y con los sistemas de dinero elctrónico basados en software no aporta nada, esos intentos están abocados al fracaso.

Por otra parte, preocupa que el gran número de sistemas no interoperables pueda restringir la adopción de pagos-m y dificultar el desarrollo futuro del comercio-m

Por otra parte, preocupa que el gran número de sistemas no interoperables pueda restringir la adopción de pagos-m y dificultar el desarrollo futuro del comercio-m. Por lo tanto, puede ser necesaria la acción política con el fin de promover la normalización y la creación de sistemas interoperables. Sin embargo, la multiplicidad actual de normas y soluciones debe verse como una oportunidad, más que como un problema. El mercado de pagos-m está aún en una etapa experimental. A medio plazo, habrá consolidación y fuertes incentivos para hacer los sistemas interoperables. Dictar normas en una etapa temprana puede dar lugar a que se adopten normas no óptimas. Éste no es el único riesgo. El ejemplo del sistema español MobyPay también muestra que la necesidad de alcanzar un acuerdo sobre una norma única y de coordinar las actividades de muchos actores del mercado diferentes puede retrasar el desarrollo de soluciones de pago a través del móvil.

Consideraciones finales

Los pagos-m son causa de muchas preocupaciones políticas. Entre ellas, preocupaciones acerca de la seguridad y la solidez del sistema de pago, preocupaciones sobre la competencia y preocupaciones sobre la eficacia. Estas cuestiones no son nuevas. Surgen siempre que se instalan sistemas para manejar grandes volúmenes de pagos. Sin embargo, la aparición de nuevas tecnologías y nuevos actores ha dado un nuevo giro a los problemas. El aumento de las actividades de las entidades no bancarias ha suscitado inquietudes relativas a la seguridad y solidez del sistema de pago, mientras que al mismo tiempo han surgido expectativas de más competencia en el sector de los pagos. Mientras tanto, la proliferación de sistemas diferentes e incompatibles plantea un interrogante sobre su viabilidad a largo plazo. La rentabilidad y la eficacia exigen más normalización.

La tarea de los organismos de regulación de los pagos es doble:

permitir más competencia mediante la participación de las entidades no bancarias, sin perjudicar la seguridad del sistema,

hacer posible la cooperación y la normalización sin proporcionar oportunidades de colusión.

Dado que los pagos-m son aún una `industria en pañales¿, un enfoque "light" parece ser la mejor estrategia para conseguir estos objetivos.

--------------------------------------------------------------------------------

Palabras clave

pagos móviles, redes, telecomunicaciones, banca

Agradecimientos

Este artículo se basa en mi trabajo durante una estancia temporal en el IPTS de Sevilla. Me gustaría agradecer su apoyo a Bernard Clemens y a mis colegas Knud Böhle, Gérard Carat, Clara Centeno y Ioannis Maguiros que trabajaron conmigo en el proyecto ePSO (Observatorio de Sistemas de Pago Electrónico).

Notas/Referencias

  1. Esta sección se basa en las estimaciones de: Barnett, Nick, Stephen Hodges y Michael Wilshire, `M-Commerce: An Operator¿s Manual¿, The McKinsey Quarterly, nº. 3, 2000, 163-173 http://www.mckinseyquarterly.com/electron/mcop00.asp; BITKOM, `Wege in die Informationsgesellschaft. Status quo und Perspektiven Deutschlands im internationalen Vergleich¿, Edición 2001 ftp://www.bvb.de/bitkom/markt/060201/WegeInfo2001.pdf; UMTS Forum, `Enabling UMTS/Third Generation Services and Applications¿, Informe nº 11, octubre 2000 http://www.umts-forum.org/reports.html y UMTS Forum, `The UMTS Third Generation Market ¿ Structuring the Service Revenue Opportunities¿, Informe nº 9, septiembre 2000 http://www.umts-forum.org/reports.html

  2. Una descripción más detallada de estos sistemas puede encontrarse en el inventario del ePSO (http://www.jrc.es/cfapp/invent/list.cfm). Otros proyectos anunciados o que están en fase piloto: EMPS (Suecia, Finlandia), iCash (Suecia), Genion M-payment (Alemania), MoviPay (España) y Mobilpay (Alemania).

  3. Los operadores de móviles están también implicados en varios sistemas que aún no se han desarrollado; por ejemplo Telefónica, Airtel y Amena en Movilpago y Pagomovil (los dos sistemas se han fusionado para formar `Mobipay¿) y Telecom Italia Mobile en Easybuy.

  4. Un ejemplo de esto sería el sistema francés "Paiement CB sur mobile" .

  5. Véase, por ejemplo: Reserve Bank of Australia and Australian Competition and Consumer Commission, `Debit and Credit Card Schemes in Australia. A Study of Interchange Fees and Access¿, octubre 2000 http://www.rba.gov.au/publ/pu_interchange.pdf y Cruickshank, Don, `Competition in UK Banking. Report to the Chancellor of the Exchequer¿, marzo 2000 http://www.bankreview.org.uk/final_report.html

  6. El concepto de Instituto de Dinero Electrónico se introdujo en la Directiva 2000/46/EC de 18 de septiembre de 2000 sobre "The taking up, pursuit of and prudential supervision of the business of electronic money institutions (conocida como Directiva de Dinero-E). Disponible en línea en: http://europa.eu.int/eur-lex/en/lif/dat/2000/en_300L0046.html

Contactos

Dr. Malte Krueger, PaySys Consultancy GmbH

Tel.: +49 69 95 11 77 12, fax: +49 69 52 10 90, correo electrónico: mkrueger@paysys.de

Ioannis Maghiros, IPTS

Tel.: +34 95 448 82 81, fax: +34 95 448 82 08, correo electrónico: ioannis.maghiros@jrc.es

Sobre el autor

--------------------------------------------------------------------------------

Malte Krueger trabaja como consultor para PaySys GmbH (Frankfort): Es doctor en Economía por la Universidad de Colonia (Alemania) y ha trabajado como investigador para el Banco de España, la Universidad de Western Ontario, la Universidad de Durham y el IPTS. El Dr. Krueger ha publicado mucho en revistas científicas y de la industria sobre mercados de cambio extranjeros, política monetaria e innovaciones en los sistemas de pago

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR