Los orígenes de la objeción de conciencia y de la desobediencia civil: H. D. Thoreau

AutorJavier Dorado Porras
Cargo del AutorEditor
Páginas947-972
I have a dream
that one day every valley shall be exalted,
and every hill and mountain shall be made low,
the rough places will be made plain,
and the crooked places will be made straight…1
Martin Luther King
1. INTRODUCCIÓN: NOTA BIOGRÁFICA Y BIBLIOGRÁFICA
Consideramos a Henry David Thoreau (1817-1862) como el padre
intelectual de los movimientos hoy denominados de desobediencia ci-
vil y en buena medida, también de la objeción de conciencia. Y ello es
así no sólo porque practicara con el ejemplo, negándose al pago de
contribuciones especiales destinadas a sufragar gastos militares2 sino,
especialmente, por haber dado nombre a esa actitud de resistencia3.
1“Sueño con el día en que los valles se elevarán y las montañas se aplanarán; los pa-
rajes ásperos se allanarán y los caminos tortuosos se enderezarán…” Martin Luther King,
Discurso pronunciado en Washington (EE.UU.), en el Lincoln Memorial, el 28 de agosto
de 1963.
2Comportamientos semejantes aún se desarrollan cotidianamente en los EE.UU. y
responden a la denominación genérica de tax resistence. En castellano se denominaría “ob-
jeción fiscal” y es uno de los ejemplos que cualquier descripción académica utiliza para
ilustrar lo que entendemos por desobediencia civil. Vid. al respecto, por ejemplo, DAL-
MAU LLISO, J. C., La objeción fiscal a los gastos militares, Tecnos, Madrid, 1996.
3En 1848, Thoreau pronuncia varias conferencias semejantes bajo diversos títulos,
tales como “The rights and duties of the individual in relation to Government” (“Los derechos y
deberes del ciudadano respecto al Estado”); “On Civil Disobedience” (“Acerca de la desobe-
diencia civil”); “On The Duty Of Civil Disobedience” (“Ante la obligación de la desobediencia
civil”); o “Resistance to Civil Government” (“Resistencia frente al Estado”). El texto básico de
tales conferencias se publica en 1849, bajo el título de “Civil Disobedience” (“Desobediencia
civil”). Al respecto, vid. THOREAU, H. D., The Higher Law: Thoreau on Civil Disobedience and
Reform, Princeton University Press, Princeton, 2004; o, en castellano, THOREAU, H. D.,
Desobediencia civil y otros escritos, estudio preliminar de J. J. Coy y trad. de Mª Eugenia Díaz,
Tecnos, 3ª ed., 2ª reim., Madrid, 2004.
HISTORIA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES. Tomo III: Siglo XIX948
Además, a partir de la obra escrita de Thoreau, la desobediencia ci-
vil se ha convertido en una especie de técnica o de instrumento utiliza-
do en contextos muy diferentes para lograr objetivos de carácter políti-
co; resultando así que el camino iniciado individualmente por
Thoreau en los Estados Unidos de mitad del siglo XIX vuelve a ser
transitado con éxito, por ejemplo, por las sufragistas británicas a prin-
cipios del XX; por los entonces súbditos del Imperio Británico, lidera-
dos por Gandhi, hasta lograr la independencia de la India en 1947; por
la población negra de los EE.UU. liderada por M. Luther King en las
décadas de los ’50 y los ’60; por los pacifistas contrarios a la guerra de
Vietnam; por ‘los sin tierra’ brasileños… hasta incluso contribuir de
manera muy decisiva en la desaparición del servicio militar obligato-
rio, en países como España, en la última década del siglo XX4.
Si se consultan monografías en torno a la desobediencia civil se
comprobará cómo en la búsqueda de antecedentes históricos hay
quien incluso llega hasta la Grecia clásica, recurriéndose frecuente-
mente, a pesar de tratarse de una obra de ficción, a la Antígona de Sófo-
cles, que conscientemente desobedece una norma que considera injus-
ta y voluntariamente paga con su vida la transgresión, suicidándose5.
Podríamos, por tanto, considerar que el concepto de desobediencia ci-
vil, aunque no recibiera tal denominación, es muy anterior al momen-
to y también al lugar en el que vive Thoreau.
No obstante lo anterior, son varias las razones que nos llevan a cali-
ficar aquí a este autor como padre intelectual de las modernas desobe-
diencia civil y objeción de conciencia: primero, porque la desobedien-
cia que Thoreau predica y practica se produce en los Estados Unidos
4Activistas como Luther King o Gandhi citan expresamente a Thoreau en sus escri-
tos. Más curioso aún es que quien fuera Presidente de los Estados Unidos en 1998 haga
alusión a él como “modelo” de las mejores actitudes cívicas de la sociedad norteamericana.
En este sentido, vid. CLINTON, W., “Remarks by the President at Grand Opening of the
Thoreau Institute”, The Thoreau Society Bulletin, nº 224, 1998, pp. 2-3.
5Incluso hay quien recurre a la Lisístrata de Aristófanes; pero habida cuenta de que
Lisístrata capitanea a las mujeres casadas de Atenas y Esparta que, bajo su dirección, “se
encierran” en la Acrópolis ateniense y se niegan a dormir con sus maridos en tanto que se
prolongue el enfrentamiento entre ambas polis, entendemos que éste no sería tanto un
caso de desobediencia civil (puesto que no existe transgresión de norma jurídica alguna,
sino más bi en de us os soc iales) cuant o de re ivind icació n soci al. El trasfo ndo po lític o es evi -
dente, pero para ilustrar a la desobediencia civil parece más apropiada la ficción de Antí-
gona que la de Lisístrata, sin entrar a valorar el grado de eficacia de los comportamientos
de ambas.

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