Breve exposición del pensamiento iusfilosófico portugués contemporáneo

AutorTomás Pumar Ortega
Cargo del AutorAcadémico Correspondiente RAJL
Páginas263-288
I Introducción

La cultura portuguesa, en general, no ha merecido especial atención por parte de los estudios españoles. Algunos pensadores aislados, como Don Miguel de Unamuno, se interesaron vivamente por el país vecino, manteniendo una relación muy estrecha con escritores portugueses de su tiempo, según expuso el Profesor Julio García Morejón en su importante libro Unamuno y Portugal y el propio Unamuno en sus obras por Tierras de Portugal y España los volúmenes de Ésto y Aquello.

En la actualidad, hay signos evidentes de un cambio de actitud. Dejando a un lado aspectos folclóricos, se advierte cómo muchos prosistas y poetas portugueses son profusamente traducidos y leídos en España: es el caso del genial Fernando Pessoa, de Eugenio de Castro, de los novelistas Jose Saramago, Antonio Lobo Antunes, Agustina Bessa Luis, Jose Pires Cardoso, Miguel Torga, entre otros muchos, además del célebre historiador de las ideas Antonio España. También merecen atención las artes plásticas y la arquitectura portuguesa. La prestigiosa Revista de Occidente se ha ocupado de Portugal y su cultura en los números 17, 205 y 223, dedicándole un espléndido monográfico con el número 163 en el que colaboran traductores y estudiosos de gran renombre como Ángel Crespo y Ángel Campos Pámpano, y otro también monográfico, el 94, consagrado a Fernando Pessoa. Las Profesoras de la Universidad de Salamanca, Pilar Vázquez Cuesta y María Méndes da Luz han compuesto una excelente Gramática Portuguesa. Page 264

También la Revista Historia y Política dedica su número siete al Portugal contemporáneo y en el ámbito ya estrictamente filosófico la publicación anual Hispanismo Filosófico, con motivo de las V Jornadas Hispano-Portuguesas celebradas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid los días 8, 9 y 10 de mayo de 2000, presentó la magna obra Historia do Pensamento Filosófico Portugués, en varios volúmenes, coordinada por el Profesor Pedro Calafate, de la Universidad de Lisboa y colaborador de dicha Revista.

Esta obra contiene trabajos dedicados a la Historia de la Filosofía jurídica portuguesa que serán recogidos, entre otros, en un Tratado autónomo por el Profesor Antonio Braz Teixeira, de la Universidad Autónoma de Lisboa, cuya publicación se prevé para el año 2005.

Existe una Fundación en Zamora, Rei Afonso Henriques, cuya finalidad es el estudio y difusión de la cultura portuguesa. En colaboración con el Instituto de Filosofía del CSIC organizó unos encuentros sobre la Filosofía en España y Portugal los años 1997 y 2000 donde se abordaron temas atinentes muy de cerca de la Filosofía del Derecho en el país vecino.

Asimismo, el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales ha programado en los últimos años diversos cursos (módulos) dedicados al pensamiento y la política portuguesa. En el año académico actual 2003-2004 se ocupa de un enfoque comparado del liberalismo en Portugal y España.

Por último, sobre el Portugal contemporáneo y su pensamiento político y jurídico disponemos de la muy valiosa obra del iusfilósofo navarro José Ignacio Lacosta Zabalza: Cultura y gramática del Leviatán portugués (cfr. Bibliografía).

Esta apretada referencia al actual interés por la cultura portuguesa pretende salir al encuentro de lo que hace muchos años escribió el insigne historiador Don Antonio Ballesteros Beretta: la historia del pueblo portugués es nuestra misma historia y no podemos desentendernos de ella.

En efecto, detengámonos en algunos hitos no por conocidos y elementales menos esenciales:

  1. Un hecho tan importante como la unión definitiva de Castilla y León tuvo por protagonistas a Dª Berenguela, hermana de Enrique I, y a Dª Teresa de Portugal, ambas esposas de Alfonso IX de León; la primera, madre del que después sería San Fernando, y la segunda de las princesas Doña Sancha y Dª Dulce. Al morir el rey leonés se suscita la cuestión sucesoria. Doña Teresa renuncia, mediante una compensación, a los derechos de sus hijas a favor de Fernando que pasa así a Page 265 ceñir las dos coronas castellana y leonesa. Por cierto, las negociaciones se llevaron a cabo en mi pueblo de adopción, Valencia de Alcántara, provincia de Cáceres.

  2. Don Juan II de Castilla contrae matrimonio con Dª María, hija de Fernando I de Aragón, y hermana de la reina de Portugal. De este primer matrimonio nace Enrique IV, llamado el Impotente. En segundas nupcias, Don Juan II se casa con Dª Isabel de Portugal, hija del Infante Don Juan de Portugal. De este matrimonio nace nada menos que Dª Isabel I, la Católica. El hermanastro de ésta, Enrique IV casa, también en segundas nupcias, con la princesa portuguesa Doña Juana, prima hermana suya por ser hija de su tía la reina de Portugal, Doña Leonor. De aquí nace la malaventurada Dª Juana, llamada por los castellanos la Beltraneja y por los portugueses la Excelente Señora. Muerto Don Enrique IV surge el problema dinástico pues la Beltraneja es considerada hija adulterina. Un sector de la nobleza y de la Iglesia defiende su preferente derecho a la sucesión y otro se inclina por Dª Isabel. Declarada la guerra entre ambos sectores, los partidarios de la Beltraneja buscan apoyo en Don Alfonso V de Portugal, llamado el Africano, hijo de Don Duarte y, por tanto, tío de la Beltraneja. Tras diversos avatares, los lusitanos son derrotados en Toro y Albuera. Doña Beatriz, Duquesa de Viseo y tía carnal de Doña Isabel, concluyeron el famoso Tratado de las Tercerías, con el cual se dio por finalizada la pretensión de Don Alfonso V.

  3. La política matrimonial de los Reyes Católicos extendió su interés a Portugal. Conciertan el matrimonio de la hija primogénita Isabel con Alfonso, hijo de Juan II de Portugal, el Príncipe Perfecto, de Lope de Vega, y muerto aquel Príncipe, pactaron el casamiento de la viuda con Manuel, llamado el afortunado o venturoso, primo y sucesor de Juan II. De este enlace nació Don Miguel, en quien se concentraron la esperanza de los reinos peninsulares, pues muerto el príncipe Don Juan, hijo y heredero de los Reyes Católicos correspondería a Don Miguel realizar la fusión de España y Portugal. Fallecido éste no desisten los reyes castellanos y realizan un tercer matrimonio casando a su hija María con el mismo Rey Don Manuel. De este matrimonio nació la Emperatriz Isabel, esposa de Carlos I y madre de Felipe II por quien corresponderían a éste derechos del trono portugués, muertos su tío el Cardenal Don Enrique y su sobrino el Rey Don Sebastián. Así se concretó la unión ibérica en 1560. Page 266

    Tras la separación de Portugal en 1640 continúa el paralelismo de las historia españolas y lusa, con intentos de unión de ambos reinos y movimientos llamados iberistas, todavía no olvidados (Véase el precioso libro de Marqués de Quintanar Dialogo Peninsular, prologado por el inolvidable Eugenio Montes).

  4. En el ámbito cultural, reviste especial importancia el intercambio de profesores entre las Universidades españolas y portuguesas. El esplendor de la célebre Escuela de Salamanca se proyectó en Portugal merced a la buena amistad que unió a Carlos I con su cuñado Juan III. Gran influencia ejerció el Maestro Vitoria en la Universidad portuguesa, no sólo en las Facultades de Teología sino en las de Leyes y Derecho Canónico. Como dice Luciano Pereña, muy pronto el pensamiento de Vitoria llegó a ser doctrina común en la Universidad de Coimbra y constituirá el fondo ideológico entre Évora, Coimbra y Salamanca como existía en España entre Salamanca, Valladolid y Alcalá.

    Se calcula que más de 400 estudiantes portugueses formalizaron su matrícula en las distintas Facultades salmantinas en el siglo XVI. Estos estudiantes y Profesores, al regresar a Portugal difundían las lecciones de los grandes Maestros salmantinos, mediante copias de sus escritos, como lo prueba el hecho de que en las Bibliotecas de Coimbra y Lisboa se encuentra una de las mejores colecciones de manuscritos de la Escuela de Salamanca.

    En la Universidad de Coimbra destacaron Martín de Ledesma, OP y su discípulo Antonio de Santo Domingo, OP, a quien sucedió nada menos que Francisco Suárez, S.J. Doctor Eximius, Der ist das Mann, que le llamó Heidegger, con expresión casí idéntica a la que Isabel la Católica empleó para nombrar a Juan II de Portugal. Suárez fue en Coimbra Profesor de "Prima" y explicó, entre otras muchas, sus lecciones "De Legibus". Tras diversas vicisitudes se retira al Noviciado de Lisboa y, ya gravemente enfermo, se trasladó a la Casa profesa de la misma ciudad, donde expiró el 25 de septiembre de 1617, siendo enterrado en la capilla de San Juan de la Iglesia de San Roque, una de las más bellas iglesias del centro lisboeta, obra maestra de Filippo Terzi, de estilo herreriano.

    También en Coimbra hizo el noviciado de la Compañía de Jesús el no menos célebre Padre Luis de Molina y explicó Filosofía durante cuatro años. En 1568 se trasladó a Évora graduándose de Doctor en Sagrada Teología. Page 267

    Aquí compuso su tratado "de Iustitia et Iure", si bien los distintos Tratados de que consta fueron publicados en Cuenca (su ciudad natal), Amberes y Maguncia.

    Lamentablemente en el siglo XVIII se produjo un gran distanciamiento entre ambos países al situarse decididamente Portugal al lado de Inglaterra. Más tarde, las guerras napoleónicas propiciaron una aproximación en principio por la vía dinástica. La Infanta Carlota Joaquina, hija de Carlos IV y esposa del rey portugués Juan VI reclamó el trono español vacante que no se logró por temor a las ideas absolutistas de la candidata.

    Como ha escrito José Álvarez Junco en su magnífico libro Mater Dolorosa, el plan de unión ibérica estuvo siempre vinculado a los liberales pero no pasó del estado de balbuceo.

    Cuando comenzaron las gestiones para el matrimonio de Isabel II, los progresistas defendieron la candidatura de Don Pedro de Portugal o...

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