La irretroactividad de las leyes y el Derecho antiguo

AutorAntonio Marín Monroy
CargoNotario
Páginas156-161

Page 156

III

Admitido el principio de reforma, éste se introduce calladamente como normal, junio al Derecho positivo, pero realmente hace que éste lo sea o que frente a él se haya proyectado un Derecho natural, inevitablemente corrector de aquél, como su arquetipo idealizado «lin Grecia, el concepto de Derecho natural se confunde de manera que sorprende con el de Derecho ideal. Comoquiera que normalmente el sentimiento jurídico se anticipa a la reforma de las leyes, la caducidad de las instituciones genera en todos los pueblos ideales nuevos, que se hacían servir de piedra de lo que para juzgarlas. Cuando envejecieron en Atenas, no se atribuyó el envejecimiento a los cambios sociales, sino a que originariamente no se las había dictado en conformidad con las necesidades de la naturaleza humana» 1.

El camino a la idealización triunfante en Sócrates-Platón, fue desbrozado por los sofistas, de los que dice Hegel 2 que aparecieron den Grecia en una época en que yai no satisfacía la referencia a la autoridad y a la costumbre en materia de religión o moral, y en que sentían la necesidad de elevarse por el pensamiento a la conciencia de las cosas que deben tener un valor para ellos.-Los soPage 157lisias se adelantaban a esta necesidad, enseñando a buscar los diferentes puntos de vista 3 bajo los que se pueden considerar las cosas cuyos diferentes puntos de vista no son, ante todo, más que razones de ser.-Pero como la razón de ser no posee aún un contenido determinado en y para sí, y se pueden hallar razones de ser para la inmoralidad y la injusticia, de igual modo que para Fa moralidad y la justicia depende del sujeto, de la intención y del punto de vista individual el decidirse por una u otra razón y dar valor a una más que a otra. Con ello, el fundamento objetivo de todo lo que tiene un valor absoluto y de aquello que es reconocido en lodos, queda socavado, y es este aspecto negativo de la sofística, precisamente, el que ha dado lugar a su mala reputación. Sócrates, es sabido, combatió a los sofistas. Pero no los ha combatido oponiendo simplemente a sus razonamientos la autoridad y la costumbre, sino más bien demostrando por la dialéctica cómo se es débil en eí terreno de las simples razones de ser, y haciendo valer en contradicción lo justo y el bien lo universal en general o la noción de la voluntad.»

Bien marca Hegel la diferencia, pero no debe olvidarse, y por eso dijimos antes que los sofistas se detenían a parentemenla en las contradicciones; que los sofistas, a pesar de serlo, y con ello empezar a dejar de ser ciudadanos, eran griegos, y si bien quebrantaron la autoridad de las leyes (exactamente igual hizo Sócrates, aunque creyese fundamentarlas), no se detuvieron en tal aspecto negativo, sino que, aunque esto sea menos conocido de ellos, invocaron, frente a la caducidad y desvalor de las leyes y normas, no ciertamente el bien socrático platónico, pero sí la naturaleza.

Los sofistas vivieron ya la oposición de ley y naturaleza 4, y frente a las leyes mudables y contingentes, la naturaleza (que no era, ni mucho menos, la racionalista fisicomatemática de la ciencia moderna) encerraba la norma y era inmutable. Si fuese posible hablar de un Derecho natural de la sofística, éste era inmutable y corrector de las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR