Introducción al modelo de gestión de recursos humanos

AutorJuan Carlos Rodríguez-Serrano
Cargo del AutorGestor de Recursos Humanos

1. Hacia nuevos modelos relacionales y universales de gestión de personas

Pese a la dureza que empleé en la presentación al definir los enfoques empresariales sobre la gestión de recursos humanos, de alguna manera, aunque sea muy a duras penas, el mundo empresarial se está convenciendo del lugar preferente que ha de otorgarse a los hombres y mujeres en el desarrollo y el éxito de las organizaciones, al menos el mundo empresarial que situamos en el primer mundo, cuyo protagonista es la que he llamado organización relacional.

1.1. Los tres mundos en gestión de organizaciones y personas

No he desperdiciado ocasión para hablar de los tres mundos, que, a semejanza de lo que ocurre en nuestro planeta, siguen existiendo y conviven, sin aparente contacto, en la gestión de las organizaciones y las personas: el primer mundo, cuyo protagonista es la organización relacional; el segundo mundo, término que alude a la organización funcional; el tercer mundo, cuyo protagonista es la organización piramidal.

Para aquellos que no conocen estos mundos, a continuación voy a describirlos brevemente, empezando por el que nos parece más alejado de la realidad actual: el tercer mundo.

El tercer mundo

La constante del tercer mundo, la organización piramidal, se caracteriza por la oposición y confrontación pacífica de la propia organización con las personas que en ella trabajan y con la sociedad en la que se desenvuelve. Personas y sociedad son "males inevitables" para la organización: las primeras son necesarias para producir los bienes o servicios que la segunda necesita.

Los activos materiales y financieros son los que realmente importan en la organización piramidal. Lo único que han de hacer las personas es manejar eficientemente esos activos. La sociedad adquirirá los productos y servicios que se le ofrezcan, ya que la organización controla, total o parcialmente, el mercado. Las necesidades, los deseos de los clientes (o quizá debiéramos llamarlos abonados, público, viajeros, usuarios) molestan y entorpecen, cuando no concurren con lo que la organización está dispuesta a ofrecer.

Las personas son un coste y sus aspiraciones, un problema. Hay que minimizar este coste y neutralizar el problema. Las empresas encomiendan esas responsabilidades (y pocas más) a los departamentos de personal.

El segundo mundo

El segundo mundo se configura en torno a la organización funcional, la cual se caracteriza por la separación y la independencia de la propia organización con las personas que en ella trabajan y con la sociedad en la que se desenvuelve.

Personas y sociedad son necesarias para la organización. Las primeras se consideran un activo importante para producir bienes o servicios de calidad y valor añadido, que han de competir con éxito en una sociedad, en un mercado, saturado de ofertas atractivas de los mismos bienes o servicios. Las organizaciones se esfuerzan por satisfacer las necesidades de la sociedad, por conocer sus gustos, por predecir sus tendencias, etc.

Las personas, los recursos humanos, se gestionan profesionalmente, al igual que ocurre con los recursos materiales y financieros. Todo es racional y tecnificado: las organizaciones se estructuran funcionalmente, las personas ocupan puestos previamente definidos y evaluados, para los que han sido seleccionados y formados utilizando instrumentos y técnicas adecuados. Las empresas rastrean y estudian adecuadamente el mercado para responder a sus necesidades lo antes posible. Todo funciona en aparente calma, con la mínima interdependencia necesaria.

El primer mundo

El primer mundo se articula en torno a la organización relacional, cuyos rasgos definitorios son la interacción y la interdependencia de la propia organización con las personas que en ella trabajan y con la sociedad en la que se desenvuelve. Las personas y la sociedad son la única oportunidad de éxito de la organización.

La sociedad penetra en las empresas, les pide que se organicen eficazmente para conseguir resultados, que utilicen los recursos naturales eficientemente, que no contaminen, que respeten las reglas del libre mercado, que actúen éticamente, que satisfagan sus necesidades, etc. Las organizaciones no salen a dar un paseo para palpar lo que quiere la sociedad, sino que la tienen dentro.

Las personas se organizan, dialogan con su empresa, aportan ideas y conocimientos, resuelven problemas, establecen sus propias reglas del juego, etc. No son el activo más importante de la organización, son la organización misma. La aparente calma del segundo mundo se vuelve pacífica convulsión.

Muchos piensan que el primer mundo ni existe, ni existirá y que, de existir, sólo vivirían en él algunas multinacionales de los sofisticados sectores de la alta tecnología, la consultoría o la "nueva economía". Más aun, que no sería necesario pertenecer a él para tener éxito empresarial. A la vista está; la gran mayoría de nuestras empresas habitan en el tercer mundo o, como mucho, en el segundo, y tienen éxito: venden, ganan dinero, se expanden... ¿Por qué cambiar? Hemos de cambiar porque el mundo cambia, porque el paisaje empresarial se transforma, porque la realidad en la que vamos a vivir, el escenario en el que vamos a representar nuestra obra, nada tienen que ver con los actuales.

Creo, además, que la misión de la función de recursos humanos es ayudar a su organización a dar este salto, a moverse hacia el primer mundo y a recorrer esta travesía con éxito.

1.2. El gran reto en gestión de organizaciones y personas: competir en un nuevo escenario

La travesía hacia el primer mundo sería fácil si pudiese suceder en un instante o si los cambios en el entorno se paralizasen hasta que hubiésemos terminado nuestro viaje. Desgraciadamente, esto no es así: la travesía es larga y los cambios en el entorno se suceden. El que quiera iniciar el viaje contará con muy pocas referencias. Además, habrá de apostar decididamente por su visión (que deberá replantearse constantemente para que no pierda su vigor en un mundo en cambio permanente) y su capacidad de hacer que las cosas sucedan.

Contar con pocas referencias no significa contar con ninguna. Así, podemos entrever algunos de los decorados del nuevo escenario y conocer a los protagonistas de la obra. Tres de ellos ya son viejos conocidos: la sociedad, la organización, las personas; el cuarto, y actor principal, la ciencia y la tecnología (figura 1.1).

Figura 1.1. Representación gráfica de los protagonistas del cambio en gestión de las organizaciones

[ NO INCLUYE CUADRO ]

1) La ciencia y la tecnología

Michio Kaku nos revela en un libro fascinante la revolución que se producirá en las tecnologías clave como la informática y la biología molecular.

"Es evidente que nos hallamos en el umbral de otra revolución. Los conocimientos humanos se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR