Introducción

AutorAna Mª Pérez Vallejo - Fátima Pérez Ferrer
Páginas11-12

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La sociedad en general y los Centros educativos en particular, están afectados de problemas sociales que varían desde conflictos cotidianos entre iguales, hasta conductas graves de acoso y violencia interpersonal. Su manifestación implica exclusión social, intimidación y maltrato infantil. La Convención de los Derechos de los Niños de Naciones Unidas (art. 19) define el maltrato infantil como: "toda violencia, perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de sus padres, de un representante legal o de cualquiera otra persona o institución que lo tenga a su cargo". En esta línea, la Observación General Nº13 (2011) a la Convención de los Derechos del Niño, reitera "el derecho de los niños a ser protegidos frente a toda forma de violencia".

En el marco europeo, tanto la Agenda de la Unión Europea en pro de los Derechos del Niño (2011), como la Estrategia sobre los Derechos del Niño del Consejo de Europa (2012-2015) alertan sobre la violencia protagonizada entre iguales y sus nuevas formas de manifestarse.

El acoso escolar es una realidad que está presente en la vida de los menores y adolescentes; y los medios y tecnologías de la información y comunicación (TICs) pueden amplificar sus efectos devastadores (ciberbullying). El estado actual de la cuestión podría calificarse de alarmante, más aún por el impacto de las TICs. Surgen, además, nuevas pautas de comportamiento, como la distribución de imágenes de agresiones físicas a otros niños tomadas con la cámara de un móvil«happy slapping»; y a la vez, resulta preocupante otro tipo de acoso con elementos sexuales (child grooming y sexting) donde agresor y víctima pueden ser menores de edad. El ciberespacio es cada

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vez más utilizado por menores poco vigilados por sus padres y desde distintos sectores de la sociedad se advierte sobre el creciente uso de las redes sociales para ejercer acoso o violencia entre iguales. Lo que implica el uso irresponsable por parte de los menores de la nuevas tecnologías. El uso de los dispositivos móviles cada vez es más temprano y a través de sus aplicaciones (WhatsApp) se emplean en conductas vejatorias, amenazas o para difundir fotos y videos de contenido sexual, facilitados muchas veces voluntariamente por la víctima a otro menor de su entorno.

En las viejas y nuevas formas de violencia entre pares se aprecian déficits...

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