Interrogantes de la filosofía jurídica de bobbio, a la luz del derecho natural
| Autor | José Antonio Pinto Fontanillo |
| Cargo del Autor | Doctor en Derecho Académico Correspondiente |
| Páginas | 243-262 |
"Se ha ido la conciencia crítica de la izquierda", es el mensaje común y repetido que le dispensan amigos y enemigos al filósofo de Turín. El 9 de enero pasado nos dejaba Bobbio, el filósofo de la duda. Quizá el que más y mejor dudó, construyendo con ello un verdadero arte metodológico consistente en elaborar puntos de vista para el debate, desde la admirable equidistancia entre el compromiso y el dogma.
Su crítica a la clase política por su tibieza en la defensa de los valores democráticos y su exigencia a los intelectuales por su falta de compromiso en la defensa de los derechos, no han sido óbice para que en este postrero momento unos y otros le reconozcan su talla moral y competencia intelectual.
-Italia pierde un hombre valeroso y justo, de extraordinaria personalidad, riguroso y sensible, curioso y sagaz-.
Carlo Azeglio Ciampi: presidente de la República
-A lo largo de su larga carrera de docente el profesor Bobbio ha dado lustre al mundo académico y europeo con la originalidad de su pensamiento y su continuado empeño-.
Silvio Berlusconi: presidente del Gobierno Page 244
-Bobbio no ha sido jamás un político en sentido estricto, pero ha sido el intelectual que más ha influido en la política de la Italia republicana-
Marcello Pera: presidente del Senado
-Ha sido un maestro del pensamiento para todos nosotros-.
Romano Prodi: presidente de la Comisión Europea
-Desaparece el filósofo de la libertad; el avalista de la democracia-.
Francesco Rutelli: líder de la Margarita
-Bobbio ha sido un ejemplo de coherencia y de firmeza moral, empeñado siempre en la más noble batalla por la causa de la libertad y la justicia"-.
Armando Cossutta: presidente de los Comunistas italianos
-... ha sido uno de los más grandes filósofos del derecho italiano ... aunque yo lo hubiera criticado muchas veces, reconozco que era una gran y valiente persona-.
Francesco Cossiga: ex presidente de la Republica Italiana
-... la universidad de Turín recuerda su magisterio... no sólo en la filosofía del derecho y en la filosofía política... sino en su papel de conciencia civil y crítica que ha prendido en la universidad y en la sociedad-.
Rinaldo Bertolino: rector de la Universidad de Turín
-...candidato ideal a la presidencia de la república... representaba la conciencia de la izquierda liberal socialista-.
LIBERATION
-...Equiparable a Bertrand Russell, a Jean-Paul Sartre o Raymond Aron-.
LE MONDE Page 245
-... Una de las figuras laicas más relevantes del siglo XX"-.
L´ OBSERVATORE ROMANO y RADIO VATICANA
-... un autorizado interlocutor de la cultura cristiana, aun desde posiciones agnósticas-.
CIVILTÀ CATTOLICA
La adscripción de Bobbio a una determinada posición o corriente no deja de ser un tanto arriesgada, y ello por dos motivos fundamentales: en primer lugar, porque su dilatada experiencia vital le ha permitido vivir avatares históricos en los que ha tenido que ser, además de protagonista de los hechos, crítico de sus consecuencias. En segundo lugar, porque la amplia temática intelectual que ha abordado, le ha llevado a asumir algunas posiciones que en principio bien pudieran considerarse heterodoxas con el hilo conductor de su pensamiento más conocido.
Aun así, son también notorias e identificables las raíces filosóficas, inquietudes morales e influencias jurídicas que van a orientar su modelo de derecho.
Su actitud y compromiso ante la vida lo situarían como un agnóstico, atento no obstante a las preocupaciones que defienden algunas posiciones de carácter confesional, como el cristianismo; lo que no es óbice para que afirme de la religión en general que es peor aún que el opio del pueblo.
En cuanto a su experiencia en la acción política, que tiene su concreción en su paso por el Senado y su culmen en el honor de haber sido nombrado senador a vita por el presidente de la República Sandro Pertini, bien puede haber constituido una expectativa no cumplida. Llega a figurar en los mentideros políticos como candidato carismático a la presidencia de la República, pero "por carácter y personalidad", como llega a afirmar, no postulará por el poder.
En el ámbito ideológico destacará sobre todo por su crítica al marxismo totalitario dogmático, bajo la estela de Gramsci y Togliatti.
Thomas Hobbes será su referente en el campo de la filosofía política y Hans Kelsen en el jurídico. Benedetto Croce y Max Weber completan el cuadro de honor de sus influencias, aunque en sentido amplio, Bobbio utili-Page 246zó la crítica y el diálogo con muy diferentes filósofos e intelectuales para articular su pensamiento.
Ahora bien, como decíamos, Bobbio no deja de atender las preguntas fundamentales de su tiempo y, para ello, no duda en salir del supuesto encasillamiento de su modelo jurídico para abordarlas desde una filosofía más tradicional y una idea de derecho más compatible con algunas formas de entender el derecho natural, como puede verse en "El modelo de iusnaturalismo", que el propio autor explora junto a Michelangelo Bovero1. Sólo así se pueden comprender cabalmente algunas de las respuestas que ofrece a las fundamentales cuestiones que en adelante abordamos.
Desde una particular metodología, caracterizada por una hermenéutica en constante diálogo con las diferentes posiciones en conflicto, Bobbio suele alejarse de una solución dogmática a los asuntos tratados, lo que no es óbice para dejar un campo a la conclusión lo suficientemente cerrado como para que no pueda aventurarse cuál sea su punto de vista. Esta característica, que otorga a sus escritos una gran credibilidad, le permite abordar una ingente temática manteniendo un hilo conductor en el que se advierte su presencia de modo recurrente.
Las preguntas de Bobbio van, nada más y nada menos, que desde el ámbito de la conciencia individual a la articulación del nuevo orden mundial. Para ello ha de ir haciendo escala en los puntos cruciales por los que hay que pasar para transitar en tan largo recorrido: la sociedad y sus retos, la vigencia y futuro de la democracia y la organización del estado en las fronteras de este periodo intersiglos. Y todo ello desde la perspectiva de las ideologías que se presumen compatibles con estos cambios y con la defensa a ultranza de los derechos. En la obra de Bobbio perviven los elementos tradicionales de defensa de la verdad, la democracia y la libertad con nuevas recetas para la convivencia que exige hoy un mundo convulso y sacudido por la pobreza, la violencia o los movimientos migratorios como nunca hasta ahora se había conocido. Por ello, desde los planteamientos sólidos que no le abandonarán en toda su vida, se replantea el futuro de la democracia en el caso de que no se revisen los verdaderos postulados en los que tiene que estar asentada: la Page 247 necesidad de incorporar la tolerancia como uno de los valores más convenientes a un mundo cambiante y con tendencia al mestizaje y el recurso a la templanza en situaciones que tienden a la desestabilización de un orden auténtico en favor de aquel promovido por los intereses del mercado.
En suma, el filosofo no deja de plantearse en el marco de este amplio abanico de problemas que tiene ante sí, la necesidad de apostar por un orden mundial que no sea extraño ni impuesto a la propia naturaleza individual, portadora de derechos y deberes y que, en cualquier caso, no se le prive al individuo de disponer de las ideologías como el motor de cambio más natural y al mismo tiempo humano a la hora de confiar en el progreso. Para ello, el autor tiene que pararse no pocas veces a redefinir la propia naturaleza de conceptos que se han ido endureciendo con el tiempo hasta perder toda su frescura y su poder: los valores, las opciones, las formas de gobierno y, en lo concreto, una reformulación de la democracia y una revisión de la izquierda, como coordenadas en las que caben buena parte de las nociones fundamentales de su filosofía.
Las sociedades han de asumir en el siglo XXI sus propios problemas y las de un mundo cada vez más omnipresente en el orden de la convivencia cotidiano. Sin embargo -denuncia Bobbio-2, este fenómeno lejos de reflejarse en modelos sociales cada vez más maduros y cohesionados en el afrontamiento común de las dificultades, reproduce las viejas dicotomías no sólo en lo relativo a las posiciones políticas, sino en aquellas más esenciales que tienen que ver con actitudes vitales. Religiosidad y laicismo, siguen como opciones polarizadas en la resolución de problemas que atañen a la autonomía individual en cuestiones de actitud ética.
Desde su posición de agnóstico y bajo la crítica mordaz a la religión, como "una droga que mata y un elemento disgregador que lleva a la destrucción", reconoce no obstante que aporta dos elementos muy valiosos a la vida pública, difíciles de encontrar con tal encomio en el mundo laico: la prevalencia del sentido del deber inmerso en el propio sentido de la vida y la preocupación por los necesitados. "Es un gran laico -advierte Claudio Magris-, pero no en el sentido estúpido y restringido en que se usa habitualmente en oposición del creyente o religioso". Bobbio ha sabido dis-Page 248cernir que la laicidad no es credo filosófico específico, sino la capacidad de distinguir la esfera de las competencias; lo que concierne a la Iglesia y lo que concierne al Estado; lo...
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