Por una iniciación educativa en el arte actual

AutorManuel González de Ávila
Páginas218-220

Page 218

Ver nota 1

1. ¿En qué podría consistir la iniciación de los estudiantes en el arte actual?

No simplemente en proponerles un listado de temas de legítimo interés universitario, ni en dotarles de un repertorio de instrumentos metodológicos para su análisis e interpretación -sin desdeñar ni uno ni otro objetivos potenciales-, sino en abrir ante ellos el horizonte de una experiencia integral, crítica y participativa, del arte; una experiencia que movi-lice su voluntad de saber y de ser gracias a la creación artística.

2. ¿Cuáles serían los contenidos de tal iniciación?

Si toda actividad está situada en el tiempo y en el espacio, el arte y el discurso sobre el arte, vueltos hoy inseparables y en ocasiones indistinguibles, constituyen el medio simbólico por excelencia gracias al cual el hombre toma conciencia de su propia historicidad, de su sujeción a un devenir acuciado por la inquietud de ya no ser, o de no ser aún, digno de su mejor concepto, acorde con su posibilidad más humana. Ser actual, así pues, no es para el arte obedecer consignas ajenas ni servir intereses impropios; ser actual exige de la creación artística que aprenda a formularle a su tiempo, con sus medios estéticos propios, las preguntas pertinentes, aquellas cuya respuesta, expresada por el mismo arte en forma de obras, des-vela las zonas de sombra de lo real y de lo imaginario: el antagonismo en la historia y la lejanía de la reconciliación en la existencia del ser humano.2Porque no todo el arte pertenece a su tiempo ni lo cuestiona: numerosas son las estéticas que escogen la desincronización y prefieren, o bien pronunciar preguntas cuyas respuestas resultan consabidas y por tanto nada dicen (en el ritual vacío del conformismo academicista), o bien manipular las preguntas para convertir sus respuestas en modas normativas (en el ritual repleto del oportunismo espectacular). La genuina actualidad del arte, frente a esos dos extravíos temporales, no parece poder surgir sino de una frágil determinación: la de que el arte se haga, obstinadamente y contra toda dificultad, a la vez crónico (consciente de su tiempo en el Tiempo) y acrónico (sabedor de que solo protegiendo lo que en él haya de autonomía conseguirá volverse necesario y perdurar).3Tal se nos manifiesta hoy la comprometida y comprometedora esencia fluyente del arte: su devenir vinculado al nuestro.

3. ¿Cómo llevar a cabo la iniciación?

Dado que no faltan los motivos para desconfiar en el presente de los propios prejuicios, de los materiales prefabricados con los que procuramos en vano apuntalar nuestro conocimiento del arte y nuestras certezas prácticas en cuanto productores, más que de obras de arte, de «hechos»...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR