Proyectos informáticos e informática corporativa de la AEAT
| Autor | Ana María Delgado García/Rafael Oliver Cuello |
| Cargo del Autor | Profesora de Derecho Financiero y Tributario , Universitat Oberta de Catalunya/Profesor de Derecho Financiero y Tributario , Universitat Pompeu Fabra |
| Páginas | 283-296 |
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Estudio basado en la ponencia presentada por Julio Vázquez Magán, Jefe de la Dependencia Regional de Informática Tributaria de Catalunya de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, en la Jornada sobre Administración electrónica tributaria, llevada a cabo en Barcelona, el 14 de mayo de 2007, en la Universitat Oberta de Catalunya.
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A continuación, comentaré la situación actual de la Agencia telemática. No lo había pensado, pero después de haber escuchado a mis antecesores, veo que sería interesante comentar cómo realizamos nuestro trabajo. Evidentemente, como ha comentado Rafael Oliver, el primer nivel de nuestro trabajo, llamémoslo así, de la informatización o de la telematización de la Agencia radica en el nivel legislativo, sin el cual no podemos actuar. Ya se ha hablado de este tema bastante y yo creo que incluso se podría enfatizar más. Nuestra actuación, como técnicos, está indefensa si no contamos con un apoyo normativo en el sentido más general: legislación, reglamentos, reales decretos, órdenes ministeriales, etc. A continuación, hay otra capa en la que ya intervienen los departamentos gestores de laPage 284 Agencia, por ejemplo, recaudación, gestión tributaria, inspección... que son los que describen los procedimientos: cómo a partir de la ley deben hacerse las cosas, esto es, los pasos consecutivos desde un punto de vista conceptual.
La siguiente capa ya es la realización tendente a procesos informáticos. Están las aplicaciones y la aplicación en el territorio de estas aplicaciones, que no es un tema baladí. Aunque realmente en la confección de las aplicaciones intervienen los departamentos gestores también, en colaboración con el departamento de informática, ya vamos tendiendo un poco hacia informática y después la última parte que es la implantación en el territorio, que es un tema del que no se suele hablar y sin embargo es vital: cómo lograr en una organización que vaya entrando la informática.
En mi opinión, la reingeniería más dura que hemos hecho en Catalunya fue allá por el año 1995, la de la Aduana. La Aduana era una organización absolutamente manualizada, «papelizada», con unos procedimientos completamente rudimentarios de hacía muchos años y aquello no fue una transformación, fue una reingeniería, entendida como un movimiento drástico, dramático, de cambios de personal, de cambios de tecnología, de mesas, de sillas, de todo. Lo más duro no fue concebir la informática, lo más duro fue implantarla.
Actualmente, en la Agencia, y concretamente en Catalunya, éste no es el problema. Podemos decir que cada cosa nueva que va llegando de informática va entrando relativamente bien, porque todo el colectivo de funcionarios de Catalunya está tan baqueteado y tan acostumbrado a que el cambio es permanente, que no es un tema fuerte. Y, por otra parte, esto lo hacemos en colaboración con las dependencias gestoras y se ha convertido en una parte de nuestro trabajo, es decir, esta reingeniería, este cambio permanente de la Agencia Tributaria «papelizada» a la Agencia Tributaria telemática es el pan nuestro de cada día. Hoy es una cosa, mañana otra, lo único que pedimos es que no vengan cinco al mismo tiempo,Page 285 porque entonces es cuando vamos por la calle de la amargura y si encima se junta con el arranque de la campaña de Renta, entonces no vivimos. Con esto quería señalaros que en la Agencia Tributaria el tema del cambio permanente es permanente y sigue una evolución, no sé hasta cuándo, pero actualmente ahí seguimos.
Si yo tuviera que definir cómo estamos ahora de Agencia telemática, entendiendo por Agencia telemática aquélla que está informatizada, yo diría que entre un 85% y un 90% de los procedimientos están ya informatizados en forma óptima y funcionan perfectamente bien. No quiere decir que estén terminados, porque seguro que dentro de cuatro o cinco meses, como decía el Delegado Especial, habrá propuestas que provengan de los usuarios, del mundo exterior y esto se va mejorando. Partes que sean manifiestamente mejorables, ahora lo comentaremos, yo creo que hay un 10% o 15%, porque, por ejemplo, la campaña de Renta creo que no es manifiestamente mejorable. Es mejorable, evidentemente, pero ha llegado a un grado de perfección que realmente no es fácil encontrar cambios importantes y transcendentes, como en otro momento se encontraron. Este 10% o 15% se refiere básicamente a los procedimientos de la inspección, que está un poco atrasada con respecto al resto. Ya hay, en cualquier caso, unos proyectos en marcha, de forma que, afortunadamente, no acabamos nunca en informática.
Un tema importantísimo es que, según nuestra experiencia, todo cambio gradual o brusco que consista en una reingeniería, pasa por el tema de formación, es el ariete que lo mueve todo. La resistencia al cambio de las personas es legítima, especialmente cuando comporta tener que ponerse a estudiar y cambiar de procedimientos, cosa que es incómoda. Por lo tanto, la formación es un tema básico. Todo lo que se organice tiene que ir acompañado de formación.
Nosotros tenemos en la Delegación Especial dos aulas informáticas funcionando ininterrumpidamente y dedicadas a cambios de las aplicaciones que van llegando: hoy llega la aplicación de recursos y otro díaPage 286 otra. Formación, en general, de los cinco mil funcionarios que tiene la Agencia por un procedimiento en cascada: unos se forman a los otros, de monitores hacia abajo. Tampoco nos olvidamos de nuestro entorno: ayuntamientos, diputaciones, asesores fiscales... Tenemos que estar pendientes de que estén a la última si queremos que el cambio funcione. De lo contrario, será difícil el cambio. Hay que darle confianza al usuario y esto se consigue mediante charlas de formación, apoyando en consultas, etc.
Las estadísticas demuestran cómo ha ido creciendo la presentación de documentos en los últimos cinco o seis años, por vía telemática, desde el año 2002 hasta ahora. En Catalunya, entran 3.100.000 declaraciones de IRPF. En el año 2002, entraban 350.000. El año siguiente, pasaron a 500.000, el siguiente, 650.000 y el año pasado, ya hubo 1.500.000 declaraciones presentadas por procedimientos telemáticos. La primera vía es Internet, la segunda es el borrador y después el procedimiento de Intranet, esto es, las plataformas de programa PADRE mediante las cuales la...
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