Ideologías dominantes en el régimen: nacionalsindicalismo y nacionalcatolicismo

AutorJosefa Dolores Ruiz Resa
Páginas63-105
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CAPÍTULO 2
IDEOLOGÍAS DOMINANTES EN EL
RÉGIMEN: NACIONALSINDICALISMO
Y NACIONALCATOLICISMO
Antes de acometer el análisis de los elementos que sustentan la
legislación y doctrina jurídicas en torno al trabajo y los derechos
conectados al mismo, debemos tener en cuenta el contexto
ideológico general en el que se desarrollan aquellas. Con carácter
general, puede decirse que se movieron entre el nacional-
sindicalismo y el nacionalcatolicismo, con independencia de que
entre los cultivadores de la doctrina jurídica hubiera diversos
grados de adhesión al Régimen, y de que aquellas ideologías se
plasmaran de manera más o menos expresa en las normas
jurídicas. En cualquier caso, los cambios económicos, políticos e
institucionales terminarán afectando al peso que esas dos
ideologías tuvieron en el Régimen. Y esta circunstancia no dejará
de reflejarse en la legislación y doctrina jurídica que analizamos.
La consideración del nacionalsindicalismo y del nacional-
catolicismo como las dos ideologías más influyentes en el
Régimen no debe hacernos perder de vista que cada una integró
en su seno posiciones variadas con diferencias no siempre
reconciliables. No obstante, pueden recogerse una serie de líneas
básicas en cada una de ellas: la revolución nacional y social y la
idea de imperio entre los nacionalsindicalistas, y la religión y la
tradición, entre los nacionalcatólicos. Ambas tendencias serán de
manera manifiesta antiliberales, antisocialistas, antidemocráticas
y nacionalistas: la segunda defenderá un nacionalismo
reaccionario, la primera, un ultranacionalismo revolucionario que
pretendía huir de la visión romántica y étnica de la nación pero
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que no siempre pudo diferenciarse nítidamente del nacionalismo
reaccionario51. Ambas contribuirán, mediante sus publicaciones y
el trabajo teórico de algunos de sus miembros, a la elaboración de
una ideología que descansará en todos esos elementos, los cuales
servirán de pilares para la justificación y legitimación del
Régimen franquista, y mostrarán, tanto en el nacionalcatolicismo
como en el nacionalsindicalismo, un fuerte componente socio-
laboral. De esta manera, el nacionalcatolicismo contribuirá al
desarrollo de una filosofía en torno al trabajo y sus derechos,
fundamentada principalmente sobre la noción de justicia social
del catolicismo social, pero en la que no dejarán de aparecer
elementos del tradicionalismo como la jerarquía social entre
trabajadores y patronos, la grandeza de la labor apostólica de la
nación española como nación católica que aporta al mundo la
idea del Derecho Social, o el corporativismo que deja
independientes, frente el Estado, las asociaciones naturales del
hombre como, por ejemplo, las corporaciones profesionales, y
claro está, la comunidad de creyentes. El nacionalsindicalismo
defenderá la instauración por la fuerza de un nuevo Estado sobre
el partido único, Falange de la JONS, que impondrá de manera
revolucionaria un nuevo orden social que se dice más justo,
articulado en el sindicalismo vertical. En él se reunirán todos los
productores de España, que recobrará así, en la unidad de sus
componentes, toda su grandeza imperial del pasado.
La síntesis final, política e ideológica, entre los grupos que
sustentan estas dos tendencias la ordena Franco mediante el
decreto de 1937, creando un partido único o movimiento, que
permitirá, según indica SAZ, fundamentar históricamente la
unificación, encadenar las diversas tradiciones y tradicionalismos
hispanos y eliminar la historia de las otras Españas. Pero esta
síntesis será sólo aparente, ya que los elementos supuestamente
51 Vid. Ismael SAZ, España contra España. Los nacionalismos franquistas,
Marcial Pons, Madrid, 2003, p. 201.
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compartidos –como la idea de Imperio, el modelo de Estado
sindical, la religión y la tradición- generarán grandes
controversias52.
1. TRADICIONALISTAS Y CATÓLICOS: EL
NACIONALCATOLICISMO
Catolicismo y tradicionalismo monárquico contribuyeron
decisivamente a crear la idea de esencia española, soporte del
nacionalismo tradicionalista defendido por las derechas y
ultraderechas españolas desde finales del siglo XIX. Este
nacionalismo sería nacionalismo reaccionario pero moderno53, si
bien la conexión entre identidad española, monarquía y religión
católica data de tiempo atrás54. Aunque no todo catolicismo
52 Vid. Ismael SAZ, España contra España. Los nacionalismos franquistas,
op. cit., pp. 161-162 y 164.
53 Sobre la modernidad de este nacionalismo reaccionario, vid. Ismael
SAZ, “Paradojas de la historia. Paradojas de la historiografía. Las
peripecias del fascismo español”, Hispania, LXI/1, núm. 207, 2001, pp.
143-176. Disponible en http://hispania.revistas.csic.es. Última consulta
1/6/2013).
54 José Álvarez Junco, Mater dolorosa. La idea de España en el siglo XIX,
Taurus, Madrid, 2001, pp. 35 y ss., sostiene que es posible rastrear
significativos intentos por conectar la identidad española con la
monarquía y la religión católica desde el siglo XVI, cuando se glorifican
las hazañas guerreras de la monarquía de los Habsburgo como hazañas
españolas. Así se empieza a detectar en la literatura del Siglo de Oro
(especialmente con Lope de Vega, pero también se puede encontrar en
Fray Luis de León, o Cervantes). En ellas ya se mezcla a Viriato,
Numancia y el Cid con Breda. Otros autores de aquellos siglos inciden
en el providencialismo, es decir, en la idea de pueblo español como
elegido, y aportando argumentos que justificaban la política
expansionista y guerrera de los Habsburgo (en esta línea, pueden
entenderse las obras de Ginés de Sepúlveda, Vitoria, Alfonso Valdés,
Guevara, Gracián, Saavedra Fajardo o Quevedo, y ya en el siglo XVII,
Juan de la Puente, Juan de Salazar o Benito de Peñalosa). También
aparecen obras de carácter histórico, como las de Florián de Ocampo,

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