Google y el derecho a la privacidad sobre las búsquedas realizadas en internet

AutorPablo Andrés Palazzi
CargoAbogado (Argentina)
Páginas31-44

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* Se adjunta, como documentación, el texto de la sentencia a la que se refiere este comentario.

Palabras clave

Sentencia Google, privacidad, servicio de búsquedas, Internet

I Introducción

El 3 de abril del año 2006, la empresa Google entregó al Departamento de Justicia de los Estados Unidos los registros sobre búsquedas realizadas por usuarios en Internet. El pedido de facilitar estos registros fue inicialmente resistido por Google por diversos motivos que comentaremos en esta nota. El fallo admitió parcialmente el pedido del gobierno.

Este caso es el primero en abordar la problemática del derecho a la privacidad sobre el historial de búsquedas realizadas en Internet. Aunque no da una solución definitiva al problema y además la información que se entregó era anónima, el fallo señala ciertas pautas que servirán de guía en futuros casos. El debate que ocasionó este caso merece este breve comentario.

II Plataforma fáctica

¿Porqué se requirió esta información a Google? El gobierno estadounidense necesitaba esta información para elaborar la defensa de la ley conocida como Child Online Protection Act (COPA) cuya validez constitucional es cuestionada en el caso Ashcroft v. A.C.L.U.1 En ese juicio iniciado por la A.C.L.U. ante un tribunal federal de Pennsylvania, el Departamento de Justicia solicitó como prueba informativa (subpoena2) que las empresas Yahoo!, Microsoft MSN, AOL, y Google elaboraran cada una un informe con los textos de cada búsqueda ingresada en sus herramientas de búsqueda por cada usuario y de cada sitio de Internet3 que el motor de búsqueda hubiera indexado. Con dicho pedido el gobierno pretende demostrar que una gran cantidad de búsquedas en la red están relacionadas con material pornográfico y que éste resulta muy difícil (o imposible) de filtrar o bloquear por medio de software4. Para ello el experto del gobierno en ese caso necesitaba una muestra bastante amplia de aquello que los usuarios buscan y encuentran frecuentemente en Internet.

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A diferencia de los otros requeridos, en el caso de Google el pedido iba al core de su negocio: las búsquedas en Internet. Google se encontró frente al siguiente dilema: si sus usuarios saben que se revelará lo que buscan en la red, probablemente dejen de usarlo con tanta frecuencia. Pero su política de privacidad claramente lo obligaba a dar estos datos. Todos los requeridos cumplieron con la petición, excepto Google, que se opuso cuestionando la falta de relevancia (o pertinencia) del pedido y la carga indebida que le provocaba la recopilación de la información solicitada.

La oposición de Google se fundó en los siguientes motivos: (i) el costo de cumplir el pedido, (ii) la pérdida de confianza que ocasionaría en sus usuarios si se revelaban los textos de búsqueda (lo que implicaba claramente la privacidad y el anonimato de dichos usuarios), y (iii) el secreto comercial del algoritmo del motor de búsqueda. A raíz de esta negativa, las partes entraron en negociaciones y el gobierno redujo voluntariamente su pedido a sólo una muestra de 50.000 sitios que hayan sido obtenidos mediante estas búsquedas y a todos los textos de los pedidos de búsqueda (search queries) realizados por usuarios en el término de una semana. Al negarse Google nuevamente, al Estado no le quedó otra alternativa que iniciar una demanda para obtener por medio de una orden judicial esos datos. En este caso el juez tuvo que resolver la oposición de Google. Sus argumentos los exploraremos en el punto siguiente.

III El caso"González v. Google"

El caso fue fallado el 17 de marzo de 2006 por un tribunal federal de primera instancia de California5. La decisión deniega parcialmente el pedido del Page 33 gobierno, porque por una parte autoriza la entrega de la muestra de sitios al azar que hayan sido obtenidos mediante estas búsquedas pero por la otra rechaza todos los textos de los pedidos de búsqueda realizados por usuarios por considerar que duplicaba la prueba anterior de sitios encontrados. Además el juez consideró que el pedido del gobierno de esos textos de búsqueda planteaba cuestiones relacionadas con los secretos comerciales de los algoritmos de búsqueda de Google, la privacidad de los usuarios y la carga que implicaba para Google por la perdida de confianza de sus usuarios.

Respecto a la relevancia, el tribunal criticó las explicaciones del gobierno y sus fundamentos, pero ante la duda, prefirió autorizar el pedido respecto a 50.000 URLs seleccionados al azar de la base de datos de Google para el estudio de la relevancia de los filtros. En cuanto a la posibilidad que la medida constituya una carga indebida por el costo de la entrega de la información, tal planteo es rechazado habida cuenta de la oferta del gobierno de costear la búsqueda.

Respecto a los secretos comerciales de los algoritmos de búsqueda de Google, el tribunal consideró que el índice de búsquedas y el registro de búsquedas sí eran secretos comerciales, sobre todo si se trataba de una muestra significativa del resultado de las muestras del buscador. Pero dado que el gobierno había disminuido sus pretensiones se consideró que no era probable que se afectara el secreto comercial de Google.

Respecto a la privacidad de los usuarios y la carga que implicaba para Google por la pérdida de confianza de éstos, el juez recordó que la política de privacidad de Google admitía expresamente la posibilidad de dar datos de búsqueda al gobierno y que si un cuarto de las búsquedas constituía pornografía, era de esperar cierta expectativa de privacidad por parte de los usuarios de Internet en esas búsquedas. Añadió que si bien tal derecho no era absoluto, sí indicaba un carga potencial para Google.

Por ende este aspecto, así como la potencial afectación a la privacidad,Page 34 tuvo cierta gravitación en la decisión del juez de minimizar la información a otorgar al gobierno. La decisión discute estas cuestiones sin revolverlas al sostener:"El Gobierno plantea que su pedido del texto de búsquedas no genera problemas de privacidad porque el mero texto de las búsquedas no revela información identificatoria. Si bien el Gobierno sólo ha requerido los textos ingresados, puede hallarse información identificatoria básica en los casos en los que los usuarios buscan información personal tales como su número de seguridad social o números de tarjetas de crédito a través de Google a fin de determinar si tal información está accesible en Internet. El Tribunal también conoce la existencia de las así llamadas"búsquedas vanidosas" en las que un usuario pregunta por su propio nombre tal vez combinado con otro dato. La capacidad de Google para manejar grandes cadenas de búsqueda complejas puede llevar a los usuarios a embarcarse en tales búsquedas en Google. De tal modo, en tanto el texto de búsqueda de un usuario que dijera"(nombre del usuario) Stanford grupo de canto" no puede generar serias preocupaciones por la privacidad, la búsqueda de un usuario que dijera"(nombre del usuario) aborto tercer trimestre san jose" puede generar ciertas cuestiones de privacidad de las que todavía no se ocuparon los escritos de las partes. Esta preocupación, combinada con la preponderancia de las búsquedas de material de sexo explícito en Internet -una información que generalmente nadie desea revelar públicamente- plantea a este Tribunal una duda en cuanto a si los textos de búsqueda en sí mismos pueden constituir potencialmente información sensible...".

En el comentario al fallo nos vamos a centrar en este último aspecto: el derecho a la privacidad de los datos que constituye el historial de las búsquedas en Internet y que señala qué es lo que una persona busca y encuentra en Internet.

IV Comentario

Actualmente gran parte de las actividades laborales (y cada vez mas las de entretenimiento) se realizan por medio de un ordenador. NumerososPage 35 usuarios leen el diario, consultan su correo electrónico, se informan, escriben y se comunican a través de Internet. Muchos de esas actividades se realizan a través de portales únicos como Google o Yahoo! Allí también se completan formularios, se descargan programas y se registran todos estos movimientos a través de historiales, logs, cachés y cookies. Cada vez mas, una persona no sólo se define por lo que piensa o expresa, sino también -y sobre todo para terceros- por lo que busca y encuentra en Internet. Las búsquedas usando Google se han vuelto tan frecuentes...

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