Globalización y riesgo en las sociedades postindustriales
| Autor | Edgar Iván Colina Ramírez |
| Cargo del Autor | Doctor en Derecho, Universidad de Sevilla |
| Páginas | 49-68 |
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Cuando se alude al término globalización suele asociarse casi de manera inmediata al ámbito económico, si bien es cierto, es precisamente en la economía donde resultan más patentes sus efectos, ello no significa que sea únicamente ahí donde se aprecien sus consecuencias. En el ámbito de la sociología, se suele aludir a este término para establecer una serie de procesos de intercambios, ya sea de información, económicos, tecnológicos, comerciales, etc., que se están intensificando en las relaciones sociales y por tanto surge una interdependencia a nivel mundial76. Esto cambia el paradigma de la dimensión que tenemos respecto del Estado nacional, pues este es territorial, por lo que su poder se establece en su apego al lugar concreto, lo que se traduce por ejemplo, en la aprobación de leyes vinculantes para las personas que se encuentran en su territorio, la defensa de sus fronteras, entre otros, mientras que la globalización se permea en diversas dimensiones, se entremezcla con el Estado nacional, con las redes de comunicación,
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las relaciones de mercado y modos de vida que traspasan todas las fronteras territoriales77.
El fenómeno de la globalización, ha cambiado de forma irrefutable a las relaciones sociales, el mundo y la forma de observarlo, pues al adoptarse una perspectiva global somos más conscientes de nuestras relaciones con personas de otras sociedades, también tenemos mayor conciencia de los problemas que se suscitan a nivel mundial, se entiende que las acciones que se emprenden en un punto geográfico deter-minado pueden tener consecuencias en un lugar remoto78. Sin embargo, este auge globalizador no nace de la nada, sino antes bien tiene sus orí-genes o mejor dicho su expansión en las infraestructuras tecnológicas de los medios de comunicación; pues no cabe duda que en la mayoría de los hogares y oficinas cuentan con medios para poderse comunicar con el mundo exterior. El uso de estos medios ayudan a la interacción social79, pues rompen las barreras de tiempo y espacio80, los satélites han sido un punto clave para la facilitación de comunicaciones a nivel internacional81, pues la mayoría de las comunicaciones que utilizamos hoy día necesitan de estos para su correcto empleo, verbigratia, por
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sólo citar algunos de los más utilizados a nivel mundial, internet, telefonía móvil, etc.
Sin embargo, la globalización no únicamente ha extendido sus efectos en el ámbito de las comunicaciones, sino también y de forma más radical en la economía, la cual se ha visto impulsada a través de la propia integración a nivel mundial; esto es así por la sencilla razón de que la forma en que se establecen los medios en los que anteriormente se basaba han sido superados de una manera vertiginosa, pues si bien con antelación se utilizaban como baremos económicos la producción industrial o agrícola, en la actualidad la economía global se basa en actividades ingrávidas e intangibles82; cabe destacar que no obstante que la economía mundial tiene sus orígenes desde el siglo XVI, en el que existía una acumulación de capital en todo el mundo, ello no se puede comparar con la economía global de hoy, pues esta ya no se basa en la simple acumulación de la riqueza a nivel mundial, sino más bien se establece en la capacidad de funcionar de manera uniforme en tiempo real o en tiempo establecido, a escala planetaria83. Este nuevo auge económico se le ha denominado economía del conocimiento, a la cual se le ha vinculado con el desarrollo de una amplia base de consumismo que incorpora cada día los nuevos avances tecnológicos o informáticos, la economía del conocimiento y su capacidad tecnológica son piezas importantes en el ámbito competencial entre empresas, organizaciones y países, por lo que no cabe duda la gran repercusión que tiene la tecnología comunicacional en el ámbito de la economía global84.
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Este proceso globalizador, ha tenido gran discusión en el ámbito sociológico existiendo prácticamente tres posiciones, mismas que tienen como común denominador aceptar los cambios que se están presentando actualmente en la sociedad, sin embargo cada una de estas posiciones lo entiende de una manera muy diversa.
Los escépticos de la globalización que señalan que este concepto se encuentra sobrevalorado, pues la única diferencia que existe con la globalización del siglo XIX, es que en la actualidad, existe una mayor intensidad de la interacción entre los países; de igual manera sugieren que la economía actual no se encuentra lo suficientemente integrada para considerarse como una autentica globalización, puesto que el grueso de las actividades comerciales se desarrollan en ámbitos geográficos muy concretos (Europa, la zona asiática del Pacifico y Norteamérica)85.
Asimismo los Estados, siguen siendo el factor esencial, en cuanto a la regulación y coordinación en las actividades económicas, puesto que los gobiernos son los que impulsan en gran medida los acuerdos comer-ciales y políticas de liberalización económica.
Los denominados hiperglobalizadores, adoptan una posición divergente a la de los escépticos. Establecen que el fenómeno de la globalización tiene consecuencias que se pueden percibir en todas partes, ya que este fenómeno globalizador no toma en cuenta las fronteras nacionales, en este sentido afirman que existe un orden global que se extiende a través de intercambios comerciales y de producción que rebasan dichas fronteras. En gran medida ese sector aduce que están cambiando las formas de
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política económica de los Estados, pues estos de manera unitaria no controlan sus economías, en razón del enorme crecimiento a nivel mundial, pues según su concepción los gobiernos nacionales y sus políticos cada vez son más incapaces de ejercer control sobre los problemas que cruzan sus fronteras, mercados financieros y las amenazas medio ambientales86.
Un ejemplo, lo podemos encontrar en los países de la Unión Europea a los que ésta les ha inyectado una gran cantidad de millones de euros por no poder afrontar las deudas que estos países han contraído; resulta cuando menos paradójico que en el lenguaje económico se hable de intervención, pues los países que se ven en la necesidad de solicitar ayuda a la Unión Europea deben aceptar expresamente las políticas de ajuste, con lo que no cabe duda se pierde en uno u otro sentido la soberanía del propio Estado, al menos en el ámbito económico.
Los transformacionistas, consideran que la globalización establece un cambio trascendental en las sociedades modernas, si bien se mantienen muchas de las antiguas pautas y los gobiernos aún tienen gran parte de su poder, no se puede desconocer que los avances de la interdependencia global hacen que cada día los Estados estén a la expectativa mundial, lo cual no significa que estos pierdan su soberanía. Cabe destacar que para este sector las transformaciones no se limitan al ámbito económico, sino que igualmente permean en ámbitos como la política, la cultura y la vida privada, por lo que su consecuencia radica en el desmoronamiento de los límites establecidos entre lo interno y lo externo, lo internacional y lo nacional87.
Contemplan el proceso globalizador como dinámico y abierto, que está inmerso en influencias y cambios, así señalan que la globalización no es un proceso de una sola dirección, sino más bien como un flujo de imágenes, información e influencias que tiene dos sentidos. Así, las
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corrientes migratorias, los medios de comunicación y las telecomunicaciones que están contribuyendo a la difusión de las influencias culturales, por lo que bajo esta perspectiva los Estados más que perder soberanía, se están reestructurando para responder a nuevas formas de organización económica y social88.
Si bien, podemos entender que este proceso globalizador tiene gran influencia en todos los niveles y ámbitos de la sociedad, ello nos conduce inevitablemente a cuestionar, por un lado cuales son los riesgos que trae aparejado este proceso y por otro la influencia que éste ejerce en el Derecho, especialmente en el ámbito jurídico-penal. Así, por cuanto hace al riesgo que encierra la globalización resulta de gran importancia, pues afectan a todos los ámbitos del mundo social, ya que este es un proceso abierto y contradictorio con difícil vaticinio y sobre todo control del mismo, este efecto globalizador plantea sin lugar a dudas nuevas formas de vida, pero su contracara son esos nuevos riesgos que surgen como ineludible consecuencia, ello no significa que con antelación no existiesen, pero en la actualidad nos enfrentamos a nuevas formas que se apartan de manera sustancial a las que existían anteriormente, pues la mayoría de estos riesgos tenían causas y efectos conocidos, sin embargo en la actualidad tienen un origen incierto y sus consecuencias no pueden determinarse.
Estos riesgo actuales, consecuencia de la globalización también han sido denominados como riesgos manufacturados89, pues se crean a
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través de los propios conocimientos y tecnologías que va adquiriendo la sociedad a lo largo del...
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