Fenomenología de la delincuencia. Concepto y fuentes
Autor | César Herrero Herrero |
Cargo del Autor | Doctor en Derecho, Graduado Superior en Criminología, Licenciado en Ciencias Policiales y de Seguridad. Facultativo Jurista del M. D. I. (Jubilado) Profesor de Derecho Penal y de Criminología |
Páginas | 25-39 |
CAPÍTULO PRIMERO
FENOMENOLOGÍA DE LA DELINCUENCIA.
CONCEPTO Y FUENTES
A. CONCEPTO
Etimológicamente, el término «fenomenología», procede de
las palabras griegas fainómenos-fainoméne-fainómenon, parti-
cipio pasivo del verbo faino = aparecer, mostrarse, hacerse ver,
hacerse visible… y de (logos) = palabra, expresión, discurso,
tratado, conocimiento o versión…
Es decir, que, por su etimología, este término viene a signi-
ficar tratado sobre lo que aparece, se manifiesta o se deja ver.
O sea, tratado sobre las formas o figuras bajo las cuales se hace
sensiblemente presente alguna realidad observable 1. La reali-
dad observable, aquí, porque se hace visible a través de sus
distintas formas, es la criminalidad.
Puede definirse, pues, la Fenomenología criminal como: La
parte de la Criminología que tiene por función ofrecer, siste-
1 No se ignora, aquí, que la palabra «fenomenología» representa amplias y
variadas resonancias en el inmenso arco del saber. Sobre todo, en el campo del
saber filosófico. Desde J. H. Lambert («Nuevo Órgano o pensamientos sobre la
exploración y designación de lo verdadero y su distinción entre el error y la aparien-
cia», 1771), G. W. F. Hegel («La Fenomenología del Espíritu», 1808), E. von Hart-
mann («Fenomenología de la conciencia moral», 1886), C. S. Peirce («Fenomeno-
logía o Faneroscopia» como «doctrina de las categorías»; ver sus «Principless of
Philosophy»,1931) hasta desembocar en la versión husserliana de este concepto
( v. gr., E. Husserl: «Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía feno-
menológica», 1949) y en las corrientes posthusserlianas en torno a la misma
cuestión ( por ej., M. Heidegger, N. Hartmann, G. Marcel, J. P. Sartre, M. Mer-
leau-Ponty…). Pero poco tienen que ver todas esta orientaciones con la directa y
sencilla acepción que se otorga, aquí, al concepto de fenomenología, aplicado a
las descripciones criminológicas, netamente empíricas, sin más pretensiones.
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