La protección social de las familias en Alemania: situación actual y tendencias

AutorEva Maria Hohnerlein
CargoInvestigadora del Instituto Max Planck de derecho y política sociales. Munich
Páginas249-262

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1. Introducción

En Alemania la protección social y el sostén financiero a las familias comprenden una serie de programas y medidas con objetivos y finalidades muy divergentes. Se trata de facilitar el buen funcionamiento de las familias, de brindar a las familias una cierta seguridad financiera y social, de ayudarlas con los gastos para los hijos así como reconocer, honorar y compensar el rendimiento producido por las familias para la sociedad. Pero hay algo más: se trata también de limitar los impedimentos y la falta de incentivos que existen en la sociedad alemana para formar una familia con hijos. En Alemania los costes directos e indirectos de los hijos son considerados muy -demasiado- altos. Son cargas más pesadas de llevar sobretodo para las mujeres quienes dedican más tiempo que los hombres al trabajo familiar y, en general, a las tareas de cuidado no remunerado.

La protección social se orienta no solo hacia las familias con hijos sino también a las relaciones entre las generaciones adultas, como es el caso de los cuidados de larga duración en el ámbito familiar que en la mayoría de los casos son prestados por las mujeres. Sin embargo, esta ponencia se centrará en exclusiva en la protección social de las familias con hijos.

Desde una perspectiva sistemática podemos distinguir entre tres tipos de programas de protección y de promoción de las familias:

  1. Programas de prestaciones económicas que pueden ser directas o indirectas a través de los impuestos a la renta.

  2. Protección a través de servicios sociales personales y infra-estructurales, incluidas las guarderías infantiles y los centros educativos para menores.

  3. Políticas del tiempo para la familia.

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La aplicación de políticas para estas tres áreas de protección social avanza con ritmos diferentes. En el núcleo de la protección social de las familias se encuentran las prestaciones económicas. Sólo en épocas más recientes aumentó el énfasis sobre la segunda área, el desarrollo de infraestructuras para cuidar a los menores fuera del hogar familiar, incluidos los servicios de guardería para los niños entre 0 y 2 años. Todavía deben considerarse marginales las intervenciones de protección social que contemplan el tiempo para la familia. Aparte de algunas ayudas (ofrecidas por los sistemas del seguro social y en el ámbito de la legislación sobre bienestar y protección de los menores) que tratan de garantizar la continuidad de los cuidados familiares dentro de la familia a los menores de una cierta edad, la protección social a través de "derechos de tiempo de cuidados" (en materia de permisos, en materia de trabajo a tiempo parcial "protegido", etc.) se limita más o menos al período posterior al nacimiento y durante la primera infancia.

El gobierno federal financia directamente unos regímenes universales de prestaciones a las familias con hijos, así como varias medidas de apoyo financiero indirecto a través del impuesto a la renta, por ejemplo la deducción de ciertos gastos para servicios de guardería de los hijos. Además existen otros grandes programas federales en el marco de los seguros sociales -el régimen de pensiones, el seguro de enfermedad, el seguro de los accidentes laborales, el seguro de desempleo y el seguro de los cuidados de larga duración- que comprenden elementos de protección para las familias con hijos. Finalmente, hay que pensar en varias prestaciones sociales que ayudan a satisfacer las necesidades de las familias con hijos, como las ayudas para la vivienda, las ayudas para promover y sostener la formación de los jóvenes, así como las medidas asistenciales de apoyo financiero a las familias sin recursos suficientes.

2. Motivos y legitimación de la protección social para las familias

Hasta los años noventa del último siglo, la protección social de las familias no despertó mucho interés público, a pesar de que algunas necesidades familiares fuesen reconocidas y protegidas en el marco regulador de los seguros sociales tradicionales por medio del concepto de los familiares a cargo.

Un primer cambio de orientación tuvo lugar alrededor de 1986. En esta época se reemplazó la denominación utilizada para las prestaciones familiares del régimen común -compensación por cargas familiares- por el nuevo término "compensación por el rendimiento de las familias", lo que implica un reconocimiento por parte del Estado de que los cuidados y aportes brindados dentro de las familias por sus propios miembros son de utilidad pública y que sirven para toda la sociedad. También se inició una protección social focalizada mucho más sobre la familia joven, o sea la familia con hijos recién nacidos hasta los tres años. Este enfoque se tradujo en la introducción de un período de excedencia laboral para el cuidado del hijo -primero durante los primeros 10 meses de vida del niño y después se extendió hasta tres años junto a un subsidio familiar para la madre o el padre del recién nacido así

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como el reconocimiento del periodo de cuidado al recién nacido para los derechos a la pensión-. Contemporáneamente se desarrolló un segundo proceso -iniciado y promovido por la Corte Constitucional Federal- que obligó al legislador federal en varias sentencias a corregir el sistema de las prestaciones por hijos a cargo, a reconocer los gastos sufragados por los padres en el ámbito del impuesto a la renta, así como en el ámbito de los seguros sociales. Las sentencias de la Corte Constitucional ampliaron y, en cierta medida, consolidaron una tendencia que hasta hoy es una característica fundamental de la protección social de las familias en Alemania: el enfoque preferente sobre la protección económica que de hecho todavía absorbe más recursos que las demás áreas de protección social.

Hay que mencionar una segunda característica que destaca en la protección social de las familias en Alemania: es que tradicionalmente, la protección social para las familias está centrada en la familia matrimonial, en base a la constitución alemana que establece que "el matrimonio y la familia" están protegidos por el Estado1. Por ello hay muchas prestaciones que presuponen la existencia de un vínculo matrimonial.

Sin embargo, últimamente la protección social de las familias ha emprendido nuevas direcciones, prestando más atención a las necesidades de conciliar el trabajo no remunerado en la familia y el trabajo en el mercado. Emblemático para este nuevo principio es el desarrollo de los servicios sociales personales y de programas de infraestructuras. Este proceso empezó a partir de 1996 con la introducción de un derecho subjetivo para los menores (en edad de 3 a 6 años) a tener una plaza en una guardería infantil a partir de los 3 años y hasta el comienzo de la escuela obligatoria. Este derecho nació como reacción a la reunificación y como parte de los compromisos políticos pactados respecto a la reforma en materia del aborto2.

En los últimos años, a partir del 2002, nuevos argumentos de tipo más institucional ganaron importancia: se sitúa en el centro del interés el desarrollo de las potencialidades humanas (Humanvermögen) y el concepto de una política familiar sostenible, lo que significa un cambio de paradigma. Los nuevos objetivos se dirigieron a incrementar la población económicamente activa y su "capital humano". La idea de una política pronatalista, es decir un incremento de la tasa de natalidad -borrada del vocabulario político desde finales del período fascista- fue aceptable, pero esta vez junto con la idea de aumentar la actividad de las mujeres en el mercado laboral. La nueva preocupación es motivada por el desarrollo económico y la amenaza para el bienestar general de la sociedad.

Por último, en épocas más recientes podemos constatar un cambio que destaca por la definición explícita de las finalidades perseguidas con la protección social para las familias. Los objetivos identificados incluyen:

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- La estabilidad económica y la participación social de las familias.

- La compatibilidad entre obligaciones familiares y profesionales.

- Fomento y estimulación tempranos de los menores (servicios educativos ya antes de los 3 años).

- Aumento de la tasa de natalidad.

- Compensación de desventajas entre las familias.

- Promoción de una paternidad activa.

3. Algunos indicadores sociales básicos y datos sobre el tamaño de la protección social de familias

Actualmente el número de familias con hijos menores de 18 años está cerca de 8.4 millones (2008), lo que significa un descenso de 1 millón de este tipo de hogar en el curso de una década. En el periodo entre 1998 y 2008 el número de las familias monoparentales aumentó de 1,3 millones a 1,6...

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