Elementos fundamentales de la constitución republicana

AutorAntonio Viñas
Páginas99-216

Page 99

I Las asambleas populares
1. Los Comicios por centurias
1.1. Generalidades

Servio Tulio, sexto rey de Roma, era hijo de Ocrisia, mujer de linaje real, aunque caída en esclavitud después de sucumbir su marido defendiendo Cornículo frente a los romanos. Dionisio de Halicarnaso (Antiq. I, 1-2), que comparte este juicio con Tito Livio, se hace eco de otra tradición un tanto inverosímil que atribuye a Servio Tulio un origen en el que está presente el halo de la divinidad. En cualquier supuesto, al margen de su incierto nacimiento, la buena fortuna se alió con la probada habilidad de su suegra Tanaquil para que al morir el rey Tarquinio pudiera reinar Servio.

La constitución de la República romana, una vez desplegada en toda su extensión, menciona tres tipos de reuniones o asambleas populares (comitia se deriva de cum ire, reunirse): comicios reunidos por curias, comicios reunidos por centurias y comicios reunidos por tribus.

Al exponer las instituciones político-sociales del período monárquico solamente se aludió a los comicios por curias Page 100porque probablemente fue la única forma de agrupación popular que se registró por entonces. Con el advenimiento de la república, ya en sus inicios, aparece una segunda modalidad de reunión popular: los comicios divididos por centurias. Se atribuye a Servio Tulio, siguiendo paradigmas de origen griego la creación de este nuevo tipo de asamblea. Los datos referidos por los historiadores de los primeros instantes del imperio son constantes al situar el principio de esta nueva distribución ciudadana en la constitución que parece diseñar el mencionado rey. Ahora bien, aunque son muchos los autores modernos que pretenden salvaguardar la veracidad esencial y más nuclear de las versiones en circulación que sitúan los comienzos de la organización centuriada en tiempos de Servio Tulio (Miquel, 1990, 42), sin embargo, tampoco faltan críticos que se resisten a compartir tal punto de vista. Ni la estructura político-administrativa de esos tiempos parece ostentar un grado de desarrollo suficiente para permitir la elaboración de un censo con tan alto nivel, ni tampoco el ambiente social era propicio para promover una transformación de tal magnitud.

Con Servio Tulio posiblemente se puso en marcha una reforma que, de modo similar a la llevada a cabo por Solón en Atenas, otorgaba más capacidad política y una decisiva influencia en la dirección del ejército a los mejor situados económicamente12. Page 101

La reorganización del ejército impuesta por la nueva situación política que propicia la caída de la monarquía implicó que se potenciase un modo de combate similar al ejercitado por la falange hoplítica griega, donde el grueso de las tropas se componía de infantes que luchaban ordenados en línea. Es por ello que las denominadas reformas de Servio Tulio, si se admite que pudieron comenzar a desarrollarse en el mandato de este rey, engloban disposiciones que probablemente se adoptaron en momentos posteriores con el propósito de satisfacer necesidades que iba demandando una sociedad más evolucionada y sometida a un proceso en permanente transformación. La reconstrucción del Estado, operada en el aspecto político, administrativo, militar y financiero, impone admitir, como ha visto Kaser (1967, 41), que la llamada "constitución serviana" fue creada en diversas épocas. Resulta difícilmente admisible que el controvertido monarca fuese el único impulsor de las modificaciones que se le atribuyen, y todavía cabe otorgar menos crédito al hecho de retrotraer en el tiempo histórico cambios probablemente acaecidos en los inicios de la República.

La tensión que desde hace tiempo está presente en el conflicto patricio-plebeyo no remite precisamente bajo el amparo del marco constitucional recientemente implantado. Las relaciones entre esos sectores de población seguirán agudizándose todavía más, hasta tomar conciencia de que el desenlace no tiene más salida que la búsqueda de la "aequatio legis", y la aparición en escena de un sector de ciudadanos, la nobilitas, en el que los perfiles más típicos de los patricios y plebeyos originarios se han difuminado considerablemente. Los más potentados desde un punto de vista económico, a tono con el momento que entonces se vive, no dejan de incrementar también su poder militar y político. El ejército se organiza de modo timocrático y la in- Page 102 fantería deviene el cuerpo más relevante del ejército. Por su importancia y mayor número la iniciativa corresponde a los soldados de infantería. Los caballeros operan subordinadamente y acompasan sus intervenciones al movimiento de los infantes. La centuria constituye ahora la unidad básica del ejército al quedar obsoleto el molde que representan las antiguas curias. Y así, sobre el modelo de la centuria, se despliega la nueva asamblea política (comitia centuriata), que desplaza a las antiguas curias, asumiendo algunas de sus funciones y relegando por inútiles otras muchas.

Forman parte de las centurias todos los ciudadanos aptos para la lucha en el campo de batalla cuya edad discurre desde los 17 a los 60 años.

La inclusión en una u otra centuria viene determinada por la renta disponible, ya que el status militar y político dependen de la posición económica. La capacidad de decisión, en el ejército ordenado por centurias, reside en una selecta y aristocrática agrupación ciudadana que basa su poder en la cuantía de bienes patrimoniales que en el censo figuran registrados a su nombre.

1.2. Convocatoria

La evolución de los comicios centuriados nunca dejó de verse condicionada por ciertas supervivencias de indudable raíz militar. Se reunían en el campo de Marte, y su convocatoria y presidencia se verificaba por magistrados dotados de imperium. La fecha de la correspondiente asamblea se fija en el propio edicto de convocatoria. Entre su publicación y la reunión propiamente dicha debían transcurrir treinta días (triginta dies), o al menos un intervalo de 24 días en el que han de sucederse tres mercados sucesivos, a razón de uno por semana (trinundinum). El día previsto, según el calendario establecido por el colegio pontifical, debe ser hábil (dies Page 103 comitialis) para que la reunión se efectúe convenientemente augurada, ya que la misma no podrá tener lugar en fechas nefastas o festivas. El curso de la reunión puesta en marcha ha de interrumpirse cuando los augurios no son propicios, paralizándose incluso los efectos de la convocatoria en el supuesto de que hubiese sido realizada.

Las competencias de los comicios por centurias se han equiparado con la versión moderna de actividades que cabe calificar como electorales, legislativas y judiciales.

En los comicios electorales la votación no viene precedida de discusión o debate previo de ningún tipo. La convocatoria se limita a consignar las relaciones de candidatos presentados y, por lo mismo, se entiende que cualesquiera explicaciones de carácter adicional estarían fuera de lugar. Los comicios legislativos y judiciales vendrían precedidos por tres sesiones informales (contiones), donde el magistrado proponente, en el primer caso, abre un debate sobre el ya difundido proyecto, y como consecuencia del mismo, cabe introducir enmiendas o incluso solicitar su retirada. No hay impedimento alguno para que pueda promulgarse un nuevo edicto que contenga una redacción distinta (Burdese, 1972, 119). En el segundo caso, es decir, en presencia de los...

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