Efectos de los menores y los progenitores custodios del impago de las pensiones para el obligado al pago

AutorMaría Luisa Zamora Segovia - Concepcion Nieto-Morales - Susana Hernando Ramos - María Rosario Torres Reviriego
Páginas159-160

Page 159

Cuando se produce la ruptura de los progenitores se produce un empobrecimiento económico, disminuyendo los medios económicos de los que se dispone lo que implica una disminución en las posibilidades de los hijos y cambios en la forma de vida y nivel de vida de los mismos.

A veces esto implica el cambio de colegio, de lugar de residencia, de amigos, de hábitos alimenticios, anulación de actividades lúdicas etc...

Normalmente son las madres las que tras una ruptura ostentan la guardia y custodia de los hijos siendo éstas las que aún en la actualidad tienen trabajos más precarios y peor retribuidos. Ante esta situación un impago reiterado de las pensiones de alimentos a cargo del progenitor no custodio lleva al progenitor custodio a una situación de angustia y estrés límite teniendo que centrarse en la búsqueda de los ingresos económicos que les permitan la manutención de los hijos, por la imposibilidad de percibir el pago de las pensiones devengadas por parte del obligado.

Suelen tener unas jornadas laborales dobles, con diversos trabajos, además de atender al cuidado de los hijos, pero este cuidado se ve mermado por los cuadros de ansiedad y depresión en los que suele desembocar las situaciones que se ven obligadas a afrontar, uniendo además a esto la frustración que les supone la imposibilidad de cobro de las pensiones muchas veces no por falta de medios del progenitor no custodio, sino y no en pocas ocasiones por maquinaciones fraudulentas, que los colocan en una situación de precariedad económica ficticia, que muchas veces es difícil demostrar.

Esta desatención en el cuidado y educación de los hijos al no poder procurarles todo el cariño, afecto y tiempo que los mismos necesitan repercute negativamente en el desarrollo personal de los mismos.

Estos cuadros de ansiedad que presenta el progenitor custodio que sufre el impago de las pensiones de alimentos se traslada a los hijos en actitudes poco beneficiosas y saludables para ellos que se traducen en los mismos en rabietas, regresiones, bajo rendimiento académico, inseguridades, baja autoestima, agresiones entre los iguales, inversión de los roles asumiendo normalmente el hijo o hija mayor responsabilidades propias del progenitor en relación con el resto de los hermanos, hiperactividad, conductas desafiantes, desobediencia, trastornos del sueño etc...

A mayor presión económica se produce una menor supervisión de los hijos.

Por otro lado el hecho objetivo de no tener cubiertas las...

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