Los efectos de la globalización en el ámbito de la seguridad y la defensa

AutorMiguel Ángel Ballesteros Martín/Luis Joyanes Aguilar
Páginas12-28

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1. Introducción

A medida que se van desarrollando las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs), el cambio social va tomando protagonismo en nuestras sociedades. La información se convierte en un importante recurso en la economía, en la cultura, en la política y, por supuesto, en las relaciones internacionales. Las TICs son un instrumento fundamental en las nuevas estrategias de seguridad nacional e internacional y se convierten en un factor clave en la estabilidad y la seguridad internacional. Las recientes movilizaciones populares que tuvieron su origen en Túnez y que rápidamente se propagaron por Egipto, Yemen, Siria, etc. —hasta llegar a ser el detonante de una guerra civil en Libia— han utilizado profusamente las redes sociales. Tampoco podemos olvidar que Internet es la principal estructura que sustenta el entramado de Al Qaeda.

El sociólogo canadiense Marshall McLuhan anticipó que los avances de la informática y de las telecomunicaciones convertirían al mundo en una «aldea global». Estaba adelantando la nueva etapa de la humanidad, que desde hace varias décadas estamos viviendo. El intercambio de información, junto con la circulación de personas, bienes y capitales, está contribuyendo de forma significativa a una nueva forma de organización del mundo.

2. Globalización: la internacionalización de la seguridad

El siglo XXI es una época de gran transformación, quizá la de más repercusión en la historia. La situación mundial actual comprende la interrelación de un conjunto de procesos políticos, económicos, intelectuales, culturales, demográficos, y ambientales nunca visto. La confluencia de estos procesos se hace más aguda por la conectividad del mundo presente, una conectividad que abarca todo el planeta y que es producto de la globalización. Cada uno de estos procesos representa una dimensión del orden mundial, aunque hasta ahora ha sido el orden político el que ha construido el marco referente y legal de la actuación pública y así se manifiesta en el sistema internacional de Estados y en las estrategias de seguridad adoptadas por cada nación.

Hasta la caída del Muro de Berlín las grandes potencias y las organizaciones que lideraban el panorama internacional seguían estrategias de defen-

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sa nacional y colectiva. Este era el caso de la OTAN, el Pacto de Varsovia, o la adormecida Unión Europea Occidental (UEO).

Paralelamente al final de la Guerra Fría y a la desaparición de la política de bloques, comenzó a desarrollarse la globalización, a través de la cual los ciudadanos de las más alejadas regiones del planeta tomaban conciencia de lo que ocurría en otros lugares de la aldea global gracias a las TICs.

Con las noticias que transmiten imágenes de guerras y conflictos violentos en general, surge la necesidad de que la comunidad internacional se involucre en la pacificación de esos conflictos. La opinión pública de los países desarrollados comprende que no puede permanecer indiferente ante situaciones dramáticas y demanda la acción de sus gobiernos. Surge así, hace 22 años, una comunidad internacional que se involucra en los conflictos, haciendo lo posible por pacificarlos y reconstruir la paz. Organizaciones como la OTAN, la OSCE o la UE intervienen, con mayor o menor acierto, en lugares muy alejados de los territorios de soberanía de sus países miembros buscando la pacificación y la estabilización de los Balcanes, Afganistán, Oriente Próximo, República Democrática del Congo, Haití, o, más recientemente, en Libia.

De la mano de la globalización, la seguridad adquiere una especial relevancia. La pacificación y la estabilización de regiones muy alejadas de nuestras fronteras son responsabilidad de todos y especialmente de los países mas favorecidos.

La globalización nos lleva a realizar inversiones empresariales allende nuestras fronteras, a la vez que favorece el comercio transnacional y la búsqueda de recursos procedentes de los lugares más diversos del planeta, sin olvidar a los miles de españoles que se mueven por el mundo. Todo ello hace que muchos de nuestros intereses se localicen lejos de nuestro territorio. Por ejemplo, la protección de nuestros pesqueros en los mares fallidos frente a las costas de Somalia requiere la presencia de fuerzas de la UE, y de España en particular, que proporcionen protección y seguridad a nuestros hombres de la mar.

Este panorama hace que los países se asocien en organizaciones suprana-cionales para proteger sus intereses a la vez que contribuyen a la paz y a la estabilidad mundial.

Hasta hace a penas dos décadas, el concepto que predominaba en las relaciones internacionales era el de "defensa", quedando el concepto de "segu-

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ridad" relegado a un segundo plano, como lo demuestra el hecho de que las principales organizaciones internacionales creadas para la seguridad y la defensa estaban volcadas en la defensa de sus miembros sin apenas dedicar esfuerzos a la seguridad internacional, exceptuando el caso de Naciones Unidas y de la OSCE. El concepto de Defensa, más restringido que el de seguridad, prestaba atención únicamente a aquellos peligros que podían amenazar la soberanía e integridad de los Estados o Naciones que conformaban esas organizaciones. Se trataba de organizaciones de defensa colectiva, como la OTAN y la UEO. La gran mayoría de los países del planeta dedicaban todos sus planes estratégicos a la defensa limitando la seguridad al interior de sus fronteras, pero no a las relaciones internacionales. Las grandes potencias que intervenían en el exterior lo hacían como parte de su estrategia de defensa. Todo lo expuesto hacía que aquellos países que diseñaban planes estratégicos lo hicieran en el campo de la defensa exclusivamente, fijando su atención en sus adversarios directos y no en la seguridad internacional.

Surgen, por tanto, nuevos conceptos de seguridad que establecen matices diferentes de gran importancia para establecer estrategias de seguridad nacional e internacional.

3. Tipos de seguridad

La seguridad, en un mundo globalizado, tiene una vocación universalista hacia la búsqueda de un orden universal estable y en paz que facilite el desarrollo y el cumplimiento de los derechos humanos. Esto ha hecho que a partir del concepto de seguridad nacional hayan ido apareciendo nuevas ideas de la seguridad que conviene tener en cuenta.

3.1. Seguridad Nacional

Se trata de la visión tradicional, propia del realismo político de Hery Kissin-ger —tendente a proteger los intereses nacionales— cuyo principal responsable es el Estado.

Según George Kennan, autor de la Política de Contención estadounidense para frenar el expansionismo soviético, la Seguridad Nacional es «la

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capacidad continuada de un país para proseguir el desarrollo de su vida interna sin interferencia seria, o amenaza de interferencia de potencias extranjeras».

La herramienta para conseguir la seguridad es la estrategia de seguridad nacional, lo que el General Beaufre llamó «La Estrategia Total». Nuevamente encontramos, de forma implícita en la definición de ésta, la necesidad de llevar a cabo una tarea integral para «dirigir, orientar y coordinar todas las energías y fuerzas de la nación».

La seguridad nacional es responsabilidad del Gobierno. En ella toman parte múltiples ministerios y debe dar cabida a organizaciones e instituciones no gubernamentales que por sus características pueden contribuir de forma importante a lograr los objetivos de la estrategia de seguridad.

3.2. Seguridad Colectiva

La seguridad colectiva es el fruto de una decisión conjunta de determinados países y aquella en la que se adquiere el compromiso de condicionar las respectivas políticas de seguridad a las de los demás, equilibrando solidariamente las diferencias de intereses, atenuando incertidumbres y desalentando comportamientos agresivos».

El caso más paradigmático de este tipo de seguridad fue la creación de la Organización de Naciones Unidas como organización de seguridad colectiva, cuya principal misión es erradicar la guerra entre las naciones, interés en el que coinciden todos los países del planeta.

3.3. Seguridad Común

El concepto «seguridad común» fue formulado por la Comisión de seguridad y desarme dirigida por Olof Palme, antiguo primer ministro sueco, en 1982, considerando que «...los países no pueden adquirir seguridad a expensas de otros, y tampoco a través solo del poder militar. La seguridad común requiere que los pueblos vivan con dignidad y en paz, que tengan lo necesario para alimentarse, encontrar trabajo y vivir en un mundo sin pobreza ni destrucción» (Palme, 1982).

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En sus postulados este concepto puso las bases para lo que luego se llamaría seguridad humana.

3.4. Seguridad Humana

El concepto apareció por primera vez en...

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