Educación ambiental: una cultura para la paz

AutorRemedios Mondéjar Pedreño
Páginas149-162

Page 149

Se ha querido introducir en esta obra, unas referencias a la necesidad de que la educación ambiental, se valore y se refuerce desde las aulas, desde la propia sociedad y para toda la sociedad. Con una cultura que apoye la educación ambiental, los conflictos serían menos violentos, y de ahí se podrá lograr una paz generalizada entre los habitantes de un territorio, una Región y de un Estado.

La degradación del medio ambiente, no es algo que surja de forma espontánea, ni ocurra en un par de días o de semanas, sino que forma parte de un proceso lento. Sus orígenes se remontan desde el mismo momento en que el hombre hace uso de los recursos para beneficio propio y sobre todo a raíz de la Revolución Industrial. Ese lento desgaste tuvo su evidencia más significativa durante las décadas de los años 1970-1980, como consecuencia del deterioro que venían sufriendo los recursos naturales, así como los cambios políticos y de gobierno y la necesidad de la puesta en marcha de los sistemas ambientales.

Los principales recursos naturales que pueden quedar afectados por la contaminación pueden clasificarse en:

Agua: contaminación de aguas superficiales y subterráneas, uso ineficiente de recursos hídricos, sobreexplotación de acuíferos...

Suelo: erosión, desertización y contaminación del suelo...

Atmósfera: contaminación acústica y atmosférica...

Biodiversidad: degradación y fragmentación de hábitats, pérdida de diversidad genética, pérdida de diversidad paisajística...

Residuos: residuos tóxicos, aumento del volumen de residuos...

Page 150

Energía: sobreexplotación de fuentes no renovables, residuos radiactivos, necesidad de mayor inversión en energías limpias...

Transporte: reducción del uso de transportes, impacto de infraestructuras...

Territorio: desarrollos urbanísticos insostenibles, concentración de la población en ciudades, abandono del medio rural, pérdida de paisajes culturales...

Actualmente, a pesar de la existencia de programas de prevención y control de la contaminación, los problemas ambientales han seguido una tendencia al alza y se han ido incrementando en mate-rias tales como el cambio climático, la contaminación de los suelos y recursos hídricos, la pérdida de la biodiversidad, la pérdida de especies vegetales y animales... La crisis ambiental abarca todas las dimensiones de la sociedad, por tanto no puede restringirse a un ámbito ni materia única, sino que la interelación del hombre con el medio es global y de ahí que hablemos de contaminación ambiental global o transfronteriza.

La crisis ambiental, la crisis financiera y la crisis de valores a la que asistimos en la actualidad, llevará a la sociedad a una hecatombe si no se recapacita y se considera como prioritaria la necesidad de abrir espacios educativos en la sociedad desde la infancia y promover el desarrollo de nuevos valores acordes con la sostenibilidad.

Hay que ordenar las relaciones de los seres humanos, entre ellos y con el medio ambiente, al que han impuesto su voluntad, jugando con el mismo, a fin de la obtención de beneficios económicos por encima de intereses de protección y conservación ambiental.

Una crisis ambiental, no se da por si misma sino que viene derivada por las crisis y cuestiones que surgen en otros ámbitos, como en el ámbito socioeconómico y político, que afectan las condiciones de vida de una parte considerable de la población del planeta, tales como la pobreza, el aumento del desempleo, la intolerancia y por consiguiente exclusión de personas por razón de su raza, identidad cultural o religiosa, así como el predominio de la opresión sobre las minorías, la desigualdad de género que impiden actuar en un mar-

Page 151

co de igualdad etc., que inciden sobre el medio. Junto a las carencias físicas existentes en diversas partes del planeta, se suman las carencias materiales sobre la salud, la educación, y la alimentación.

El control de los recursos en manos de los países desarrollados, impiden a los países sin recursos económicos poder gestionar su riqueza natural así como desarrollarse de la forma que crean más conveniente.

Otro de los problemas fundamentales, está relacionado con la elevada cifra de conflictos bélicos, que atentan contra el derecho fundamental de la vida humana. La guerra en cualquiera de sus manifestaciones, es siempre indeseable, pues conlleva a países enteros a la pobreza en todos sus ámbitos; la consecuencia fundamental es la pérdida de miles de vidas humanas, aunque en segundo término a les siguen otras manifestaciones que tienen que ver con el medio ambiente como la ruptura de terrenos y pérdida de recursos materiales y naturales, los desplazamientos masivos de población, los daños a la fiora y fauna autóctona etc.

Para que la sensibilidad y la concienciación ambiental aumenten, es necesario que las personas adquieran un compromiso personal con el medio donde interactúan. Dicho compromiso personal se debe cultivar desde la infancia, cuando tenemos a pequeños seres humanos, deseosos de conocer y descubrir el mundo que tan atrayente se les presenta. Es entonces, en esos momentos, cuando los educadores han de aportar su máximo apoyo para que la educación ambiental se imparta en las aulas.

En este sentido, las palabras pronunciadas por Federico Mayor Zaragoza cuando era Director General de la UNESCO en 1999, siguen siendo de plena actualidad. En el prefacio introductorio escrito por Edgar Morín titulado "Los siete saberes necesarios a la educación del futuro o afirma que la educación es "la fuerza del futuro", "porque ella constituye uno de los instrumentos más poderosos para realizar el cambio. Uno de los desafíos más difíciles será el de modificar nuestro pensamiento de manera que enfrente la complejidad creciente, la rapidez de los cambios y lo imprevisible que caracterizan nuestro mundo. Debemos reconsiderar la organización del conocimiento. Para ello debemos derribar las barreras tradicionales entre las disciplinas y concebir la manera de volver a

Page 152

unir lo que hasta ahora ha estado separado. Debemos reformular nuestras políticas y programas educativos. Al realizar estas reformas es necesario mantener la mirada fija hacia el largo plazo, hacia el mundo de las generaciones futuras frente a las cuales tenemos una enorme responsabilidad"60.

Esta afirmación es de una gran riqueza material y es trasladable a la educación ambiental; en definitiva, si la educación se ocupa de formar individuos y grupos humanos para su relación con la sociedad, la educación ambiental favorecerá este cuidado y respeto por el medio natural si se forman personas con valores, actitudes y comportamientos acordes con las nuevas líneas de la educación.

Como afirma Delors, en su informe titulado "La educación encierra un tesoro61", la educación no ha de quedar constreñida a las aulas, sino que ha de ir más allá. La finalidad de la educación se encuentra en el mismo hecho de aprender, en la capacidad que poseen los seres humanos de todas las culturas, de adquirir un saber basado en conocimientos, valores, sabiduría, herencia de nuestros antepasados y que es preciso conservar para el futuro. No se trata de aprender de las fuentes de información para "usar y tirar" sino que este aprendizaje es un bagaje de cultura que hay que conservar, son tesoros que hay que seguir cultivando día a día, año a año, para mejorar la vida de los ciudadanos y de la sociedad en su conjunto.

Con este...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR