Editorial

AutorIoannis Maghiros
CargoIPTS

Las normas dan lugar a un "lenguaje" técnico común para la industria, generan confianza en los consumidores respecto a productos y servicios y pueden contribuir a crear nuevos mercados y ampliar los existentes. El proceso de normalización contribuye también a evitar problemas futuros de compatibilidad, eliminando las soluciones particulares en sus comienzos y es, por tanto, fundamental para reforzar la infraestructura tecnológica. Por otra parte, la normalización es muy costosa y, por ello, debe tener en cuenta las necesidades sociales, de modo que garantice beneficios sociales para todos.

El sistema europeo de normalización, que se apoya en organismos nacionales fuertes, se encuentra entre los más desarrollados del mundo. El proceso de globalización está reduciendo progresivamente el ámbito de las normas nacionales y ensanchando el de las internacionales (por ejemplo, las normas ISO y las de la Unión Internacional de Telecomunicaciones). Sin embargo, la UE y EE.UU. tienen enfoques y sistemas diferentes, lo que hace difícil la armonización (este tema se está discutiendo en la Organización Mundial del Comercio, en el seno del Diálogo Transatlántico sobre Barreras Técnicas al Comercio). Los organismos de normalización ofrecen actualmente nuevos tipos de productos, como códigos de prácticas, especificaciones técnicas y otros. No obstante, estamos todavía lejos de la situación ideal en la que la industria llegue a disponer de "una norma y un ensayo, reconocidos en todas partes", y en la que se tengan en cuenta las necesidades de las PYMEs, que son el motor de la economía europea.

Las relaciones entre legislación y normalización están evolucionando también. En cuanto a "legislación", el Consejo de Ministros europeo adoptó un nuevo enfoque en 1985: las nuevas directivas describen niveles de rendimiento más que medios para alcanzarlos, permitiendo así una evolución tecnológica permanente y facilitando su labor a los organismos de normalización. Este nuevo enfoque ha introducido también el principio de "presunción de conformidad con requisitos esenciales", que acelera las perspectivas de acceso al mercado, cuando no se ponen en cuestión los intereses públicos.

En el futuro, la normalización no sólo tendrá que enfrentarse con una gran variedad de nuevos productos, tanto en los sectores nuevos como en los tradicionales, sino que tendrá que introducirse también en el sector servicios, cuya importancia económica está creciendo y que necesita un marco legal, cuidadosamente definido. La Sociedad Mundial de la Información y el comercio electrónico están planteando problemas derivados del rápido cambio tecnológico y del debilitamiento de los límites de la normalización y la reglamentación, lo que cuestiona la adecuación de los instrumentos existentes y suscita dudas sobre los aspectos humanos que deban protegerse (por ejemplo, la privacidad). Además, es deseable un marco legal mundial para la política comercial, que adopte un punto de vista más amplio sobre los complejos factores que influyen en el comercio internacional, por ejemplo, I+D, metrología, normas, certificación, derechos de propiedad intelectual, etc.

Sin embargo, un aspecto importante de las normas es que, una vez adoptadas, es difícil cambiarlas, dada su naturaleza altamente distribuida, y la consiguiente necesidad de amplias y costosas alteraciones en el comportamiento de los usuarios y en las infraestructuras. Así pues, el desarrollo de normas es otro de los aspectos del diseño tecnológico que exige una investigación cuidadosa de sus implicaciones socioeconómicas, para abordar los problemas sociales, legales y políticos. Los estudios de evaluación científica pueden conducir a actividades de I+D adecuadas, que permitan desarrollar ensayos e instrumentos de medida, así como el marco temporal necesario para alcanzar el consenso entre todas las partes interesadas.

La investigación europea está jugando un papel crucial, a este respecto, contribuyendo a la elaboración de nuevas normas e implicando a todas las partes interesadas (industria, laboratorios de I+D y "usuarios"). El número, cada vez mayor, de campos de aplicación, y el número de nuevas normas que se necesitan -sobre todo, como resultado del rápido desarrollo tecnológico- hacen que la necesidad de actividades de I+D sea también cada vez mayor, para desarrollar sistemas de medida y ensayo específicos. Se están desarrollando rápidamente tecnologías avanzadas de instrumentación, para contribuir a la fabricación de nuevos equipos de medida y ensayo. Se precisa una investigación más dirigida y una cooperación antes y durante el proceso de normalización, con objeto de definir qué normas son prioritarias. Otro campo en el que está aumentando la cooperación en I+D es el de la certificación de calidad, en el que ciertos laboratorios homologados realizan las medidas y comprobaciones necesarias para certificar que las empresas respetan las normas de calidad (es decir, que no se relajan las normas al intensificarse la competencia).

En noviembre de 1998, la Dirección General del Centro Común de Investigación (DG-JRC) de la Comisión Europea firmó un acuerdo con el CEN (Comité Europeo de Normalización), gestionado, dentro del CEN, por el Grupo de Trabajo STAR, órgano horizontal del CEN responsable de la investigación y la normalización. Este número especial del IPTS Report es producto de dicho acuerdo de cooperación. El número presenta los problemas recientes en materia de normalización y sus implicaciones políticas, y trata de subrayar la transferencia de los resultados de la I+DT a largo plazo a la normalización y el papel del JRC en este proceso.

En el prólogo, el Secretario General del CEN, Mr. Hongler, describe el funcionamiento del CEN, su misión y cómo reacciona frente al rápido desarrollo de la tecnología y frente a las exigencias políticas. A continuación, Mr. Vinard, presidente del Grupo de Trabajo STAR discute el papel de dicho grupo y sus esfuerzos para abordar los problemas de coordinación y de investigación. Plantea también el tema de las posibilidades de explotación de los resultados de la investigación pre-normativa, que exige una sinergia entre los esfuerzos de I+D y de normalización europeos. En el primer artículo, el Dr. Saraiva Martins, de la Dirección General de Ciencia, Investigación y Desarrollo Tecnológico (DG-XII) presenta el mecanismo de financiamiento de la normalización, de la Comisión Europea, dentro del Quinto Programa Marco, que ofrece una clara orientación hacia el "usuario" y una selección estratégica de temas de I+D.

El Dr. A. Wallard, del National Physical Laboratory (Reino Unido), aborda la necesidad de un conjunto más amplio de normas de medida fiables y ampliamente aceptadas y subraya su posible incidencia en el comercio, por ejemplo entre la UE y EE.UU. En su opinión, las barreras técnicas para el comercio, que existen en la actualidad, sólo se podrán superar a través de una cooperación más estrecha en I+D y de medidas reglamentarias que aborden las diferencias metrológicas entre los países. En el tercer artículo, el profesor Kristoffersen, de la Universidad de Lund, describe la elaboración de normas sobre la calidad de los ensayos genéticos, a nivel europeo. Opina que es deseable armonizar los reglamentos y las normas para garantizar un acceso igualitario a los servicios de ensayos genéticos en Europa, a la vista de sus profundas consecuencias éticas, legales y sociales.

El director del Instituto Alemán de Normalización (DIN), Dr.-Ing. T. Bahke, se refiere a la necesidad de identificar un sistema de normalización más eficaz, cuando se trata de sistemas complejos y de innovaciones rápidas. Sugiere que la normalización en la fase de I+D, aunque no sustituye a la normalización tradicional, puede contribuir a producir mejores normas. El quinto artículo se centra en el papel de los métodos y materiales de referencia en la normalización. El Instituto IRMM, del JRC, en Geel, presenta sus actividades de apoyo a la política europea, mediante la producción, certificación y homologación de materiales y métodos de referencia. El sexto artículo muestra las actividades de la Unidad de Mecánica Estructural del Instituto ISIS, del JRC, en Ispra, en apoyo de códigos uniformes de diseño europeos, para estructuras de ingeniería civil.

Por último, el Dr. A. Watson-Brown, de la Dirección General de Telecomunicaciones, Mercados, Tecnologías - Innovación y Explotación de la Investigación (DG-XIII), presenta un modelo de pre-normalización, orientado hacia el mercado, que se basa en coordinar la acción de participantes con modelos empresariales diferentes, en las primera etapas del proceso, y saca conclusiones que redefinen las relaciones entre investigación, normalización y reglamentación en el sector audiovisual.

* El autor agradece la valiosa colaboración de G. Carratti en la preparación de este editorial. G. Carratti es asesor encargado de las relaciones con las políticas comunitarias, en la dirección de programas del JRC, en Bruselas.

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