Cuba: hacia cinco años de reformas

AutorLourdes Dávalos León
Páginas147-152

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Situación anterior

El año 2015 tiene una importante connotación para Cuba al ser el cierre de un quinquenio en el que el país ha transitado por un periodo de cambios a nivel económico, jurídico y social, impulsados por el Gobierno cubano ante el descenso de la inversión extranjera que comenzó a padecer desde el 2008 y el deterioro de la economía en los últimos años.

Los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución («Lineamientos») han sido la génesis de esta etapa de reformas. Fue en noviembre de 2010 cuando se publicó el primer proyecto de Lineamientos, que en su redacción original contenía 291 principios orientadores de los cambios y políticas a implementar. Estos principios fueron objeto de un proceso de discusión popular desde diciembre de 2010 - fecha en que se reformularon y modificaron las propuestas a partir de opiniones y solicitudes realizadas por ciudadanos y organizaciones locales y sectoriales de representación popular- hasta que fueron finalmente aprobados en su texto definitivo el 18 de abril de 2011 en el marco del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. Los Lineamientos vinieron a establecer una serie de principios para potenciar el desarrollo económico del país y la elevación del nivel de vida de la población, y pusieron las bases para la formación de valores éticos y políticos del pueblo cubano en aras de lograr un cambio progresivo en la mentalidad ciudadana, que es fundamental para el enraizamiento y éxito de las pretendidas reformas. Los 313 principios englobados en los Lineamientos vinculados a todos los sectores de la economía tienen el fin de servir de roadmap en la implementación de lo que el Gobierno cubano ha denominado «la actualización del modelo económico y social cubano».

El momento fue crucial. Debe recordarse que el catalizador de la necesidad e importancia de las medidas recogidas en los Lineamientos fue el ambiente generalizado de problemas económicos, tanto internos como externos.

El entorno internacional estaba en plena crisis económica y financiera, una crisis que también impactó en Cuba, país con una economía totalmente depe ndiente de sus relaciones económicas externas y de las importaciones. Las consecuencias de la crisis se sufrieron especialmente en la inestabilidad de los precios de los productos que Cuba intercambia en el mercado, en las demandas de las mercancías que produce y en los servicios exportables (estas variaciones de precios ocasionaron una pérdida neta al país de diez mil novecientos millones de dólares entre 1997 y 2009), así como en mayores limitaciones en las alternativas de obtención de financiación externa para el desarrollo de operaciones comerciales e inversiones. Asimismo, tuvieron un impacto devastador en la economía los dieciséis huracanes que entre 1998 y 2008 afectaron el territorio cubano y que ocasionaron pérdidas de más de veinte mil quinientos millones de dólares.

No obstante, en beneficio de la economía cubana también se abrieron nuevas posibilidades de inter-

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cambio comercial internacional en el marco del ALBA. A raíz de ello, el país ha obtenido ingresos derivados de la prestación de servicios, principal-mente servicios médicos a Venezuela y a otros países de la región. Además, se incrementaron las relaciones comerciales y financieras con otras naciones, como China, Brasil, Rusia, Vietnam, Angola y Argelia, que ahora se han convertido en importantes socios comerciales de Cuba. Sin embargo, aunque estas nuevas relaciones y alianzas comerciales han incidido positivamente en el saneamiento del balance económico cubano y han garantizado recursos indispensables (como el petróleo que proporcionan los pactos con Venezuela), el trascurso de estos años ha demostrado que no han sido suficientes para potenciar el despegue y recuperación de la economía cubana.

En el ámbito interno también ha habido factores perjudiciales. Entre ellos destacan los siguientes: la precaria eficiencia en la producción; la descapitalización de la base productiva y la infraestructura del país, que precisa de importantes proyectos de desarrollo y modernización; la escasez de mejores incentivos legales y fiscales a la inversión extranjera que sirviesen para potenciar la entrada de inversiones foráneas; la existencia de procedimientos, complejas formalidades legales y una política económica del Gobierno que ha colisionado con la posibilidad de un crecimiento económico; y las dificultades y trabas que para la economía cubana representa el embargo impuesto por Estados Unidos.

A partir del año 2005, el país presentó serios problemas para hacer frente al déficit de la cuenta financiera de la balanza de pagos, se produjeron retenciones de fondos y transferencias bancarias que iban destinadas al exterior (principalmente fondos correspondientes a la repatriación de dividendos de empresas extranjeras establecidas en Cuba) y coincidieron numerosos vencimientos de la deuda externa. Todo ello ocasionó una gran tensión en el manejo de la economía y debilitó la credibilidad en la solvencia del país.

A la luz de esta situación, el Gobierno propició la adopción de diversas medidas, que incluyeron: la reorganización de instituciones gubernamentales para reducir gasto público, planes para ajustar la...

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