Los convenios internacionales en materia de agua

AutorJorge González González
Cargo del AutorDoctor en Derecho
Páginas62-87

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El hombre siempre ha tenido una estrecha relación con el medio ambiente, en general, y con el agua, en particular. El problema es que, con el paso del tiempo, se habla más del agua como un valor económico, y no natural o vital. De esta manera, el agua corre el peligro de convertirse en una fuente de rentabilidad, y no en un bien mundial, crucial para la vida, que es lo que realmente es. Precisamente la no consideración del agua como bien mundial es lo que ha llevado a distintas sociedades a entrar en conlicto por esta fuente, tanto por el acceso a la misma como por su conta-minación127.

Por lo tanto, tenemos que, a escala global, tres son los factores principales de la escasez del agua y de su gestión ineicaz, que son: la sobreexplota-ción agraria, la contaminación industrial y doméstica y los intereses econó-micos y inancieros, que no permiten la aplicación efectiva y coherente de una gestión global integrada del agua. Para facilitar esa gestión y dotar a las generaciones futuras de un agua más abundante y limpia es necesario cambiar

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esos tres aspectos fundamentalmente, y para ello la intervención internacional se hace indispensable. Pero ¿podemos caminar hacia un Convenio Mundial del Agua?

2.1. El camino hacia un Convenio Mundial del Agua

Como ya hemos podido observar, el agua es un problema del mundo, no de los individuos o de los diferentes Estados. Absolutamente nadie puede airmar que el problema del agua no le afecta, porque como ya hemos apun-tado, el agua es un bien vital que necesitamos todos. Varios grupos, movimientos y organismos internacionales se han unido llevando a cabo una serie de actuaciones encaminadas a evitar que los problemas con el agua continúen su curso128.

El Convenio Mundial del Agua tiene en cuenta las situaciones más preocupantes o críticas que afectan al agua, así como las causas principales que las provocan y las actuaciones necesarias para paliarlas. Así, encontramos tres situaciones más críticas: una crisis de accesibilidad de un importante número de habitantes a una cantidad suiciente de agua potable; la degradación del agua como recurso fundamental, no solo de la vida humana, sino también de los distintos ecosistemas de nuestro planeta; y la falta de una normativa a escala mundial basada en la solidaridad entre Estados e individuos.

Además, el Convenio Mundial del Agua, en un plano más práctico, plantea tres objetivos prioritarios: reducir hasta cero la cifra de personas sin acceso al agua potable a través de un proceso colectivo, entre todos; favorecer a través de los movimientos comunitarios, las ONG y los parlamentarios la distensión de los conlictos en torno al agua y emprender nuevas iniciativas para acabar con las guerras del agua; reducir los residuos; cambiar los sistemas de riego; y evitar las grandes presas. Para todo ello es necesario concretar las iniciativas que han de llevarse a cabo, los medios para ello y las fuerzas sociales de las que dependerán las distintas iniciativas de actuación. Este planteamiento está pensado para cumplirse a largo plazo, de manera global, y mediante un interés participativo.

2.2. Acción de la Organización de las Naciones Unidas en materia de agua

Las Naciones Unidas, mediante el fomento de una mayor cooperación y un mayor intercambio de información entre sus órganos y los socios externos, se centra en las siguientes tareas:

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- Proporcionar información informes normativos y otros materiales comunicativos a los responsables de las políticas y a los directores que trabajan directamente con cuestiones relativas al agua, a otras personas encargadas de la toma de decisiones que inluyen en el modo en que se emplea el agua y al público en general.

- Crear una base de conocimientos sobre cuestiones relacionadas con el agua mediante sistemas eicaces de seguimiento y presentación de informes, así como facilitar el acceso a estos conocimientos a través de informes frecuentes e Internet.

- Proporcionar una plataforma para celebrar debates generales con vistas a identiicar los desafíos de la ordenación de los recursos hídricos mundiales, analizar las opciones existentes para abordar tales desafíos y garantizar que el debate normativo mundial sobre el agua se fundamenta en información iable y análisis sólidos.

Los miembros de ONU-Agua pertenecen al sistema de las Naciones Unidas, mientras que sus socios representan a la sociedad civil y a diversas organizaciones no gubernamentales.

Mientras que la coordinación de ONU-Agua se apoya en los recursos internos proporcionados por los miembros, sus actividades reciben apoyo mediante los fondos iduciarios de los donantes. No obstante, el prin-cipal «capital» de ONU-Agua lo constituyen los miembros y socios que participan en las diversas actividades puestas en práctica principalmente mediante grupos de acción limitados en el tiempo y programas de ONUAgua.

2.2.1. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

Desde su establecimiento, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha realizado tareas en la esfera de la evaluación y gestión de los recursos hídricos, promoviendo la aplicación de enfoques de colaboración en la gestión de esos recursos. Después de más de treinta años, el agua sigue siendo una de las principales prioridades del PNUMA. Además, muchos foros internacionales129han dedicado tiempo y esfuerzo signiicativos a la elaboración de mandatos, propósitos, metas y objetivos para la ordenación de esos recursos hídricos. Ahora lo fundamental es poner

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en práctica todos los mandatos realizados, es decir, pasar de la planiicación a la acción. El PNUMA tuvo también en cuenta el Plan Estratégico de Bali para el apoyo tecnológico y la creación de capacidad130que aprobó.

Por tanto, el propósito principal de la política y estrategia del PNUMA es facilitar un desempeño coordinado, efectivo y sin trabas de las funciones encomendadas al PNUMA en la esfera del agua dulce, desempeño que se vuelve más imperioso en el contexto del Plan Estratégico de Bali. Dichas política y estrategia se proponen establecer los mandatos concretos del PNUMA relativos al agua, deinir los principios estratégicos para centrar su labor, identiicar los componentes fundamentales de sus actividades y elaborar los mecanismos para que se pongan en práctica todas las medidas.

La política del PNUMA relativa al agua se ha ido conigurando, en parte, en su propio mandato general. Así, en 1997, su Consejo de Administración/Foro Ambiental Mundial a Nivel Ministerial propuso programas en los que instaba al PNUMA a desarrollar su trabajo, entre otros, en las cuencas luviales y el control de la contaminación marina131. Concretamente, en su 19.º período de sesiones, pidió al Programa que asignara gran prioridad al agua dulce y prestara especial atención a los países en desarrollo para fortalecer su capacidad de evaluar los recursos hídricos mediante la cooperación regional. En el año 2000 se llevó a cabo la Declaración del Milenio132, que proporcionó un plan general para la reducción de la pobreza y el desarrollo acelerado, que se contiene en el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005133. El objetivo 7 de Desarrollo del Milenio, concretamente sus metas 9 y 10, está directamente relacionado con el agua y su saneamiento. En 2002, los participantes de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible aprobaron una meta en la que se instaba a elaborar planes de orde-nación integrada de los recursos hídricos y de gestión eiciente del agua para 2005. En su 23.º período de sesiones, el Consejo/Foro aprobó el Plan Estratégico de Bali, en el que se incluyen esferas donde deberían abordarse iniciativas de transferencias de tecnología y creación de capacidad. Para los recursos hídricos, las más importantes son el agua dulce, la contaminación, los productos químicos, la gestión de los desechos, la conservación de los humedales, la conservación transfronteriza y la ordenación sostenible de los recursos naturales, la preparación y respuesta ante situaciones de emer-

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gencia ambiental, el saneamiento, los océanos, mares y zonas costeras, la tierra y los ecosistemas de los bosques.

2.2.2. La cooperación en la región de la CEPE

La Comisión Económica para Europa (CEPE) es una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas, y se creó en 1947. Su función principal es la de foro regional para que los gobiernos de Europa, Norteamérica, Asia Central e Israel134estudien los problemas económicos, medioambientales y tecnológicos de la región, recomendando pautas de conducta. Asimismo, trabaja en la elaboración de instrumentos jurídicos y de normativa de ámbito internacional135.

La CEPE afronta problemas muy concretos relativos a la calidad y la cantidad del agua, en su mayoría derivados de los distintos usos que se le dan a los recursos hídricos de los que se dispone (principalmente, agricultura, centros urbanos, industria y energía). Muchos países de la región se encuentran actualmente en una situación de estrés hídrico, que se ve acentuada durante las sequías y la época de verano. Además, se prevé que la demanda de agua limpia aumentará de forma considerable en toda Europa y...

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