Conclusiones

AutorAna Isabel Clemente Fernández
Páginas283-289

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La doctrina romanística ha estudiado la noción de auctoritas con relación a su aplicación a personas, instituciones o situaciones particulares, ocupándose principalmente de averiguar y esclarecer el distinto significado de auctoritas en sus diversas manifestaciones, siendo muy pocos los casos en que se ha dedicado atención a la búsqueda de un posible significado general y unitario del término auctoritas y, en ocasiones, incluso se ha negado la posibilidad de enunciar un significado unitario del vocablo.

A lo largo de nuestra investigación, hemos observado una amplia y dispar variedad de significados propuestos, desde la consideración de la auctoritas como un concepto multívoco hasta la atribución de significaciones más concretas como «fuente de legitimidad», «sentimiento de acato y fidelidad», «aprobación de actos concluidos», «acrecentamiento o aumento», «fuerza divina en su origen», «doble cualidad de orden moral e institución jurídica», «valor», y «responsabilidad y garantía» en la particular tesis de PARIENTE; pasando también por un nutrido y relevante grupo de autores que circunscriben la significación de nuestra palabra al planteamiento de la auctoritas como el «hecho de ser auctor», esto es, como «cualidad de auctor», o bien a la idea de «prestigio, influencia y privilegio», y junto a ésta resulta también muy recurrente la tesis que identifica la noción de auctoritas con el concepto de «poder». Concluyendo con los intentos doctrinales de aportar un significado unitario de auctoritas, promovidos por AMIRANTE, en la línea de explicar la auctoritas como una «manifestación de potestas»; seguido por D’ORS, que define la auctoritas como «el saber socialmente reconocido» en

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oposición a la potestas, definida como «el poder socialmente reconocido»; y finalizando con el enunciado de auctoritas como cualidad de auctor en sus variados y diferentes sentidos de «peso, aumento, refuerzo, ratificación y garantía» propuesto por CASTRESANA.

Así, haciendo uso de una metodología interdisciplinar, partiendo de los métodos propios del Derecho romano y apoyándonos en el saber etimológico y en la ciencia de la Lingüística, hemos logrado llevar a cabo la elucidación de la voz auctoritas y de su significado. La Etimología nos ha resultado indispensable a la hora de averiguar el porqué y de dónde viene la citada palabra, y nos ha facilitado la aproximación a su significado originario, a su sentido primigenio. La Lingüística, en el nivel de estudio morfológico, ha constituido un instrumento imprescindible a la hora de estudiar la mínima unidad con significado, es decir, el morfema, la palabra, su estructura interna, y nos ha auxiliado en la tarea de acercarnos a aquellos mecanismos necesarios para la formación y la creación de la palabra en análisis.

Corroboramos que el significante auctoritas tiene su origen en el verbo latino augeo, esto es, deriva etimológicamente, o lo que es lo mismo, es un deverbativo del citado verbo. La raíz de los sustantivos auctoritas y auctor se halla en augeo. Así lo afirman destacados romanistas que, por otra parte, se encuentran avalados en su planteamiento por los más prestigiosos etimólogos y filólogos, que a lo largo de innumerables páginas de diccionarios especializados revelan la etimología de la palabra confirmando su procedencia del verbo augeo y erigiendo a éste último en principio y cuna etimológica de los sustantivos auctoritas y auctor, con el consiguiente vínculo etimológico trazado entre ellos.

Tratándose augeo de un verbo latino, y habida cuenta de los orí-genes indoeuropeos del latín, hemos comprobado su relación con las denominadas lenguas...

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