La cambiante relación entre ciencia, tecnología y gobierno

AutorJean-Marie Cadiou,
CargoDirector del IPTS

Es un gran placer para mí participar en la apertura de esta conferencia, en cuya organización ha participado activamente el Instituto de Prospectiva Tecnológica, como parte del JRC. Me alegra el elevado número de asistentes, tanto de la Unión Europea como de los países candidatos a incorporarse a ella, así como de otros de América y Asia.

En los últimos años, la relación entre ciencia, tecnología y gobierno ha experimentado un cambio cualitativo, hasta el punto de que hay quienes hablan de un "cambio de paradigma".

Cada vez con más frecuencia, los políticos y, en especial, los representantes electos, se vuelven hacia los científicos para buscar respuestas a las cuestiones sobre riesgos potenciales

Cada vez con más frecuencia, los políticos y, en especial, los representantes electos, se vuelven hacia los científicos para buscar respuestas a las cuestiones sobre riesgos potenciales. La paradoja es, sin embargo, que los científicos, los expertos y los especialistas parecen tener cada vez menos posibilidades de responder con certeza a las preguntas planteadas.

La extraordinaria aceleración del ritmo de los descubrimientos (la genética es un caso típico) y de su aplicación en campos que nos afectan a todos (salud, alimentación) ha dejado cada vez menos margen de maniobra, en relación con los riesgos potenciales, y las áreas de incertidumbre están aumentando.

En respuesta a este tipo de situaciones de incertidumbre, se estableció el "principio de precaución": supongo que esta conferencia lo discutirá en profundidad. Pero la incertidumbre es algo que afecta a todos los actores:

preocupaciones del público sobre las implicaciones éticas de los avances en ciencias de la vida y sobre el impacto de la tecnología de la información en su vida privada;

preocupación de los consumidores y de las ONG sobre los alimentos, el medio ambiente y sus efectos sobre la salud (a menudo parece haber menos resistencia pública a aceptar el uso de técnicas genéticas en medicina que en agricultura);

preocupaciones transmitidas por los medios de comunicación;

preocupación de los científicos, cuestionados a veces a nivel personal, por el impacto de su trabajo fuera de los límites de la investigación científica;

incertidumbre de quienes toman las decisiones políticas

llamados, con frecuencia, a actuar, a tomar decisiones urgentes y a responder a demandas, a veces contradictorias, del público y a las preguntas de los medios de comunicación;

o, alternativamente, alertados por los científicos sobre problemas aún no percibidos por la opinión pública.

A este respecto, me sorprende la distancia que, a veces, existe entre:

el momento en que aparece un problema y

el momento en que pueden tomarse las decisiones necesarias.

Para quienes ocupan puestos de responsabilidad, es difícil tomar decisiones hasta que el público es consciente de un problema

Obviamente, para quienes ocupan puestos de responsabilidad, es difícil tomar decisiones hasta que el público ha tomado conciencia de un problema, y hay aún muchos obstáculos para reformar un sistema o para modificar procedimientos establecidos. El hecho es, sin embargo, que, dada la creciente velocidad del cambio tecnológico y la complejidad e importancia de las reformas que se han de emprender, cuando se toman las decisiones a menudo abordan problemas que ya no existen o que han cambiado.

Creo que, para mejorar la situación, hay que fijarse dos objetivos: un mejor sistema de alerta precoz y una discusión más profunda, y esta conferencia puede contribuir a ambos aspectos.

Un mejor sistema de alerta precoz

La alerta precoz es un eje fundamental de la relación entre ciencia y gobierno.

Un enfoque prospectivo bien pensado ayudaría a los políticos a enfrentarse a tiempo con los problemas de mañana, en lugar de verse obligados a reaccionar frente a los problemas de ayer.

Un enfoque prospectivo bien pensado ayudaría a los políticos a enfrentarse a tiempo con los problemas de mañana, en lugar de verse forzados a reaccionar frente a los problemas de ayer

Por su parte, el IPTS ha lanzado el "Proyecto Futuros", que está analizando los principales factores que impulsan el cambio en Europa hasta 2010, ya sean tecnológicos, medioambientales, institucionales, demográficos o sociales. Por ejemplo, se está estudiando el efecto del envejecimiento demográfico sobre nuestras economías: sobre el futuro de las pensiones y también del empleo en Europa puesto que, si no hay una mano de obra cualificada en los nuevos sectores tecnológicos, 1,6 millones de puestos de trabajo quedarán vacantes en 2002, y ello le costará a Europa 100.000 millones de euros al año.

Otro ejemplo, aunque sin duda algo diferente, es el de la globalización. Impulsada por las nuevas tecnologías y por la concentración del mercado mundial que conlleva su aparición, afecta a las relaciones entre ciencia, tecnología, economía y sociedad.

La velocidad del progreso tecnológico, especialmente notable en las tecnologías de la información, pone en cuestión nuestras formas tradicionales de ver y actuar. Para empezar, puede hacer ineficaces ciertos instrumentos normativos, como las normas sobre la competencia o la legislación anti-monopolio.

La querella legal de Microsoft en Estados Unidos es un ejemplo de esta carrera entre la ley y la economía, en un sector de la alta tecnología que afecta a los derechos de los consumidores.

Creo que sería bueno reflexionar sobre nuestros instrumentos en materia de competencia, comprobar que todavía son adecuados para un mundo en el que la difusión de los avances tecnológicos está superando a la economía tradicional.

Se han de revisar las leyes sobre competencia para asegurarnos de que todavía son adecuadas para un mundo en el que las nuevas tecnologías dominan cada vez más a la economía

Mejor sistema de alerta precoz, pero también discusión más profunda

Para progresar hacia un diálogo más rico y más sostenido entre todos los actores es necesario centrarse en:

Responsabilidad de los científicos, que necesitan emprender un diálogo más abierto con la sociedad.

Responsabilidades de la industria, a la que se pide más transparencia.

Responsabilidad de los ciudadanos, quienes, con ayuda de las autoridades, deben a un tiempo profundizar sus conocimientos científicos e implicarse en el debate, juntamente con las ONG.

Responsabilidad de los políticos, que:

Deben crear las condiciones favorables para investigar sobre la base del principio de precaución y crear un sistema de referencia científica y técnica a nivel europeo.

Deben establecer el marco para un debate democrático tan rico y vivo como sea posible.

Responsabilidad de los medios de comunicación, dado su papel capital en la maquinaria de la democracia.

Los medios de comunicación tienen un importante papel que desempeñar como intermediarios entre la ciencia y el gobierno, además de su papel tradicional para dar la voz de alarma sobre riesgos potenciales

En mi opinión, los medios deben cumplir una función diferente (y triple): no sólo actuar como observadores, como en el pasado, sino también como intermediarios clave entre la ciencia y el gobierno, como han empezado a ser más recientemente.

Obviamente, tienen que alertar sobre riesgos potenciales, como tarea habitual.

Pero también deben informar a la opinión pública, proporcionándole la mayor cantidad de opiniones y análisis, basándose en fuentes fiables y evitando el sensacionalismo. Para ello, necesitan instrumentos de referencia adecuados.

Y, finalmente, deben aumentar la conciencia del público sobre la importancia de los temas que todavía no están en la agenda de los políticos ni de los periódicos, es decir, temas de los que ni los políticos ni los ciudadanos son aún conscientes, pese a su importancia a medio y largo plazo.

De hecho, veríamos con satisfacción que los periodistas intervinieran plenamente en los debates como verdaderos participantes y no sólo como testigos o moderadores.

Así pues, para concluir, espero que esta conferencia nos permita avanzar en dos áreas, a saber:

Cómo prevenir mejor los acontecimientos y, por este motivo y en el marco del Espacio Europeo de Investigación, cómo desarrollar las redes de conocimientos y de referencia necesarias, de un modo más eficaz.

Crear los instrumentos que posibiliten el diálogo entre los diversos actores, respetando sus funciones respectivas, con vistas a facilitar un proceso de toma de decisiones mejor y más rápido.

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Palabras clave

ciencia y gobierno, papel de los medios, participación pública

Contacto

Dr. Jean-Marie Cadiou, IPTS

Tel.: +34 95 448 83 18, Fax.: +34 95 448 82 74

Sobre el autor

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Jean-Marie Cadiou es el director del Instituto de Prospectiva Tecnológica de Sevilla. Antes de incorporarse al IPTS fue Secretario General Adjunto de la OTAN, encargado de Asuntos Científicos y Medioambientales, Director de Tecnologías de la Información en la Comisión de las Comunidades Europeas y Director del Programa ESPRIT. Anteriormente trabajó como Director Científico del INRIA y en la IBM en Estados Unidos y Francia.

The IPTS Report, is the refereed techno-economic journal of the IPTS,

edited by D. Kyriakou, published monthly in English, French, German and

Spanish.

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