Balance y conclusiones
| Autor | Josefa Dolores Ruiz Resa |
| Páginas | 525-540 |
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BALANCE Y CONCLUSIONES
A la altura de los años cincuenta, la valoración que el propio
Régimen franquista realizaba sobre la eficacia de los derechos
socio-laborales del Régimen era positiva. Aunque, ¿podría haber
sido de otro modo?
Así, Tapias Martín decía que “todas las promesas que el mismo
contiene [Fuero del Trabajo] se han convertido en realidad, según
las circunstancias lo han ido permitiendo, plasmadas en
numerosas leyes y sus correspondientes instituciones”950. Desde
la dirección del Ministerio de Trabajo, y a la vista de los quince
años de política social bajo el Régimen, Girón de Velasco
afirmaba, “sin incurrir en hipérbole ni en error, que la obra social
del Nuevo Estado ha alcanzado no sólo un gran desarrollo por su
extensión e intensidad, sino también un alto grado de madurez,
tanto en sus fundamentos y estructura como en las líneas
esenciales que la encuadran”951. Sin embargo, hubo algunas voces
algo más críticas, como la de Florentino Del Valle, que reconocía
que quedaba “mucho por hacer aun dentro de la política social
tan certeramente emprendida por el nuevo Estado”952.
También se vertieron una serie de valoraciones en el vigésimo
quinto aniversario del Fuero del Trabajo, y así, algunos autores
sostuvieron que, con avances y retrocesos, se había conseguido
elevar el nivel de vida de los trabajadores953, mientras que otros
950 Vid. TAPIAS MARTÍN, El trabajador y sus derechos, op. cit., p. 27
951 GIRÓN, Quince años…, op. cit., p. 106.
952 Vid. Florentino DEL VALLE, Las reformas sociales en España, op. cit., p.
166.
953 Vid. G. BAYÓN CHACÓN, “La interpretación dinámica del Fuero
del Trabajo”, op. cit., p. 43: “En su conjunto, la elevación del nivel de
vida de los trabajadores en estos veinticinco años ha sido realmente
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se mostraban más cautos, y, admitiendo que ningún ideario
lograba realizarse completamente, señalaban que lo importante
era detectar una tendencia hacia su realización954.
En cambio, en su propio balance de esos veinticinco años de
Fuero del Trabajo, Franco consideraba que se habían alcanzado
altas cotas de realización de sus contenidos: “En este XXV
aniversario está a la vista de todos cómo hemos ido realizando
fidedignamente aquellas aspiraciones, cómo hemos cumplido las
promesas y enunciados que en este terreno hicimos en plena
asombrosa, al menos en los sectores industriales. Pero en lo que sí
puede hablarse de ‘interpretación dinámica’ es en el ritmo de tal
elevación. Esta se ha verificado en la medida posible, como se
condicionaba y con cierta inflexibilidad o carácter de necesaria como se
ordenó, pero no gradualmente. Se ha condicionado lo gradual a lo
posible, y cuando la contingencia económica pareció permitirlo, se
avanzó a saltos (modificación de la reglamentación de la construcción,
con mejora general de los salarios en un 50 por 100, o legislación de
octubre de 1956, con mejoras generales de un 20 por 100, e incluso pese
a las absorciones, normas salariales de 1963, y, sobre todo,
extraordinarias elevaciones de los convenios colectivos), pero en otras
ocasiones se paralizó totalmente el alza salarial (años de estabilización)
y hasta disminuyeron las remuneraciones reales por la disminución o
desaparición de las (…) frecuentes horas extraordinarias. En esta
materia tal vez el momento actual constituya uno de los de más
flexibilidad, prudencia y medida, con deliberado sacrificio de la
brillantez (legislación sobre salarios de 1963), pero con claro clima de
avance inflexible, pese a las situaciones adversas y a temores
economicistas de realidad no siempre demostrada”.
954 Vid. Luis SÁNCHEZ AGESTA y Fernando SUÁREZ GONZÁLEZ,
“La doctrina social de Juan XXIII y el orden económico y social
español”, op. cit., pp. 95 y 96: “Ninguna realización histórica puede
contrastarse como perfecto cumplimiento de un ideario. Hay siempre
distancias entre los principios y sus realizaciones que obedecen a
circunstancias históricas concretas. Unas normas jurídicas que calcaran
un programa doctrinal tendrían siempre algo de falso, cuando no de
utópico. Lo importante es, sin duda, la tendencia que esas normas
descubren (…) Las realizaciones de una política social están en gran
parte condicionadas por la situación y la política económica… Pero lo
que importa en este caso destacar es la tendencia”.
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