Servicios de asistencia sanitaria basados en la localización

AutorCarlos Rodríguez y Marcelino Cabrera
CargoIPTS

Asunto:

Se espera que en el futuro próximo aumente considerablemente el número de terminales móviles capaces de calcular y de utilizar datos de localización. Esto abrirá nuevas vías para los servicios de sanidad electrónica, ya sea prestados por las autoridades públicas, por las instituciones médicas o por organizaciones privadas. Los tipos de servicios que probablemente lleguen a ser posibles aprovecharán tanto la movilidad como la portabilidad de estos terminales (por tanto, su proximidad constante al propietario) y su capacidad para calcular la posición. Sin embargo, antes de que pueda difundirse ampliamente el uso de estos dispositivos, será necesario abordar los problemas de privacidad suscitados por el seguimiento a gran escala de los ciudadanos ordinarios (ya sea deliberado o accidental).

Relevancia:

Para facilitar la adopción generalizada de los servicios de sanidad electrónica basados en características de movilidad y de localización es necesario que las políticas consideren cuidadosamente los derechos de los ciudadanos, tales como la privacidad o el derecho a conocer y elegir qué información se comparte con qué organizaciones. Abordar estos problemas al principio del ciclo de desarrollo podría fomentar la adopción de servicios de localización (por ejemplo, los que deben ser facilitados por el sistema Galileo) y evitar retrasos en el despliegue de nuevas tecnologías y servicios que ofrecen enormes beneficios potenciales para la prestación de asistencia sanitaria. IntroducciónEs probable que la combinación de tecnologías móviles de comunicación que faciliten conexiones de banda ancha con capacidad para calcular la posición del dispositivo encuentre numerosas aplicaciones. En el ámbito de la asistencia sanitaria, la capacidad para determinar dónde está una persona en un momento dado sería de gran utilidad, por ejemplo, para los servicios de urgencia, ya que les permitiría llegar más rápidamente hasta el herido o el enfermo. Estas tecnologías también podrían hacer posible el seguimiento en tiempo real de individuos vulnerables para garantizar su seguridad. Sin embargo, la gran mayoría de las aplicaciones de las tecnologías móviles basadas en la localización, probablemente serán comerciales, implicando la prestación de servicios específicos adaptados a los perfiles de los individuos y a su localización. Estos servicios conducirán inevitablemente a un aumento del número de actores que recojan, tengan acceso y hagan uso de la información personal y de localización de los ciudadanos.

Es probable que la combinación de tecnologías móviles de comunicación que faciliten conexiones de banda ancha con capacidad para calcular la posición del dispositivo encuentre numerosas aplicaciones comerciales y de otro tipo Este artículo ofrece una panorámica de algunas de las tecnologías inalámbricas que son actualmente las principales candidatas para aplicaciones que soporten los posibles servicios de sanidad electrónica basados en la localización. También describe una serie de modos mediante los cuales estas tecnologías podrían beneficiar a nuestra sociedad cada vez más móvil, a través de mejores aplicaciones de la sanidad electrónica. El artículo concluye con una discusión de las preocupaciones sobre la puesta en práctica de las tecnologías basadas en la localización, y en particular sobre la posible amenaza a los derechos de los ciudadanos que podría surgir, y que podría actuar como freno para el despliegue de estos servicios, evitando así que la sociedad obtenga todos los beneficios de la asistencia sanitaria electrónica.

Tecnologías de apoyo

La prestación de servicios de sanidad electrónica utilizando información sobre la localización se apoyará en el acceso inalámbrico a datos de muchas clases, independientemente de la localización del usuario. En cuanto a la tecnología utilizada, IPv61 es la más prometedora para el soporte de intercambio de datos entre plataformas heterogéneas. Paralelamente existen diversas tecnologías de radio, tales como la radio celular, WLAN, UWB y Bluetooth, que están haciendo más común la interconexión inalámbrica (véase el cuadro 1).

Cuadro 1.(Cuadro omitido)Algunas tecnologías inalámbricas

El vocablo 'celular' es un término genérico para redes de radio móviles cuya implementación está estructurada dentro de células, de modo que permite la reutilización de la frecuencia en células no adyacentes. La versión más ampliamente utilizada es Global System Mobile (GSM, sistema móvil global) con más de 847 millones de abonados en 190 países2. A partir del GSM, la sucesión cronológica de las generaciones de móviles incluye: High Speed Circuit Switched Data (HSCSD, alta velocidad de datos por conmutación de circuitos), General Packet Radio Service (GPRS, Servicio General de Radio por Paquetes, GSM2+ o 2,5G), y Enhanced Data rate for GSM Evolution (EDGE, velocidad de datos mejorada para GSM o GSM evolucionado). Otras posibilidades tales como Universal Mobile Telecommunication System (UMTS, Sistema de Telecomunicaciones Móviles Universal ) basado en W-CDMA (CDMA de banda ancha), o CDMA2000, que es evolución de IS-95, son también estándares celulares.

Las Wireless Local Area Networks (WLAN, Redes Inalámbricas de Área Local), incluyendo la tecnología WiFi3 en rápido crecimiento, se introdujeron en las instalaciones de las empresas para proporcionar acceso inalámbrico a los empleados. Sin embargo, la hipótesis inicial de que la tecnología quedaría limitada al uso dentro de la compañía ha demostrado ser poco realista, ya que los consumidores individuales están adoptando las WLAN para facilitar el acceso a la red en su domicilio, y los operadores están invirtiendo en el despliegue comercial de 'hot spots' (localizaciones físicas en las que se proporciona a los usuarios acceso a las WLAN). Además, otras organizaciones tales como universidades, centros comerciales, hoteles, centros de negocios o ayuntamientos están expresando su interés en proporcionar acceso a Internet a sus clientes y ciudadanos a través de un conjunto de puntos de acceso de datos a alta velocidad, de corto alcance. La Ultra Wide Band (UWB, Banda Ultra Ancha) es otra tecnología que está atrayendo interés, ya que facilita la reutilización de las frecuencias ya asignadas a otros servicios inalámbricos. Sin embargo, una de las principales preocupaciones que se está analizando a nivel mundial es la interferencia de señales que la UWB puede causar a los sistemas de comunicación y de localización, tales como GSM, UMTS o GPS, degradando su seguridad. Desde un punto de vista reglamentario, es importante determinar si la UWB debería permitirse o no, y en caso de permitirse, qué banda de frecuencia podría utilizarse para ella.

Bluetooth es una tecnología que permite reemplazar la variedad de cables propios que conectan un dispositivo con otro, por un enlace de radio único, inalámbrico, universal, y de corto alcance. Las radios Bluetooth operan en frecuencias sin licencia y podrían usarse del mismo modo que las WLAN. En este caso las preocupaciones sobre seguridad podrían ser similares a las suscitadas por la tecnología WLAN.

Para determinar la posición de una persona pueden utilizarse varias tecnologías diferentes. Las tecnologías más ampliamente utilizadas en la actualidad son las basadas en satélites, por ejemplo el Global Positioning System (GPS, Sistema Global de Posicionamiento) de EE.UU., que hace posible calcular una posición a partir de las señales transmitidas desde una 'constelación' de satélites. Las principales ventajas de estos sistemas por satélite son su cobertura mundial, su alto grado de precisión y su impacto mínimo sobre las redes de comunicación existentes. Sin embargo, tienen una importante desventaja porque las señales son débiles en los espacios interiores. La iniciativa europea de crear un sistema de determinación de la posición por satélite, conocido como Galileo, podría facilitar muchas clases de servicios (relacionados con el transporte, la protección civil, el medio ambiente, los negocios, etc.) y ofrecer soluciones tecnológicas asequibles para ayudar a las personas discapacitadas. Aproximadamente 38 millones de europeos hacen frente a obstáculos en su vida cotidiana debido a sus discapacidades. El sistema Galileo podría ser beneficioso para ellos en diversas situaciones4 tales como la asistencia personal de navegación para personas con visión defectuosa o para pacientes de Alzheimer con pérdida de memoria.

Actualmente se encuentran en uso varios sistemas diferentes de determinación de la posición, incluyendo sistemas por satélite y sistemas terrestres. Esta gama se expandirá al sumarse a ellos el sistema europeo Galileo en un futuro no muylejano La calidad de los servicios suministrados dependerá también de la precisión vertical de la información sobre la posición. La determinación de la posición vertical del usuario es de gran valor en los edificios muy altos o en el subsuelo. Para que esta información sea utilizable, el Sistema de Información Geográfica (GIS) que suministra mapas visuales de entornos locales, tendrá que confeccionar mapas de los suelos y mostrar la altura de referencia de cada edificio. El sistema Galileo tendrá una precisión vertical de 8 metros (95%), pero es improbable que sea disponible bajo tierra o en las profundidades de los edificios.

Las principales técnicas terrestres son la Cell ID (Identificación Celular), que identifica la célula que está suministrando cobertura al equipo del usuario-objetivo, y las técnicas de triangulación, que combinan la información de varias estaciones-base para obtener una posición. Algunos ejemplos son la Enhanced Observed Time Difference (E-OTD, Diferencia de Tiempo Observada Mejorada), que ha sido normalizada para GSM, o la Observed Time Difference on Arrival (OTDOA, Diferencia de Tiempo Observada en la Llegada), que ha sido normalizada para UMTS5.

Para obtener mayor precisión y mejor rendimiento se pueden combinar diferentes sistemas de determinación de la posición (tanto terrestres como por satélite) También son posibles combinaciones de diferentes técnicas como medio para mejorar el rendimiento. En particular, se contempla la posibilidad de desplegar conjuntamente sistemas terrestres y sistemas por satélite para mejorar la disponibilidad total y el nivel de servicio prestado. Estas soluciones combinarán la disponibilidad de las técnicas terrestres en los espacios interiores con la alta precisión de las soluciones por satélite.

Los sistemas WLAN o Bluetooth también podrían utilizarse para determinar la localización, en determinadas circunstancias, pero estos tipos de sistemas de determinación de la posición en proximidad requieren una densa red de puntos de acceso y sólo pueden utilizarse en un área predefinida.

Servicios de sanidad electrónica basados en la localizaciónLos servicios de asistencia sanitaria electrónica utilizarán las comunicaciones y las estructuras de determinación de la posición disponibles para mejorar el bienestar de los ciudadanos que se desplazan. Las posibles aplicaciones pueden incluir:

Optimización de las misiones de socorro y de primeros auxilios proporcionando datos de localización exactos a los servicios de urgencia de modo que puedan llegar con mayor rapidez y eficacia hasta las víctimas de los accidentes, etc. Servicios de información (públicos o privados) para mejorar la prestación de asistencia sanitaria, por ejemplo dando información sobre los centros médicos más cercanos y sobre los itinerarios más rápidos y convenientes en vehículo privado o en transporte público, notificando a los usuarios que necesitan obtener medicación dónde pueden encontrar una farmacia o indicando a los que padecen incontinencia dónde se encuentran los aseos públicos más próximos.Si son suficientemente precisos, los servicios de navegación podrían señalar el camino a los ciegos mediante sonidos o mostrar el camino de vuelta a casa a los discapacitados mentales que se hayan extraviado.Podría proporcionarse cierto grado de protección contra las toxinas y los virus alertando a los ciudadanos cuando vayan a entrar en una zona donde acaba de ocurrir una catástrofe (por ejemplo, en caso de un ataque bioterrorista) o que esté afectada por una epidemia.El seguimiento de individuos de riesgo podría ayudar a los programas de desintoxicación de drogas y de alcohol, alertando a los pacientes para que no entren en determinadas zonas o avisando a los equipos de apoyo cuando un paciente está en un lugar inadecuado. Los servicios de seguimiento podrían utilizarse también para recordar a las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer que hagan las cosas correctas en el lugar adecuado. El seguimiento podría ayudar también a un equipo médico que esté tratando a un paciente en estado de inconsciencia informándole sobre dónde ha estado esa persona.La investigación científica podría beneficiarse también del seguimiento de muestras de personas y del análisis de la progresión de los diferentes parámetros corporales en diferentes localizaciones, tiempos y situaciones (esto podría efectuarse de modo que quede protegida la privacidad de los individuos garantizando su anonimato de un modo similar al usado, por ejemplo, en las pruebas de drogas). El seguimiento de objetos también podría ser útil como medio para vigilar la localización y uso de equipamientos limitados en los hospitales, evitando el hurto de materiales caros o siguiendo la trayectoria de determinados medicamentos. Ello podría combinarse también con otra información tal como la de los sensores que comprueban las condiciones de temperatura y humedad, de forma que emitan un aviso si el equipo o los medicamentos se han dejado en un ambiente inadecuado.A medida que avancen otras tecnologías de la información y la comunicación, la movilidad y la localización servirán de apoyo a los compromisos para reducir la brecha digital y para mejorar la calidad de vida, por ejemplo la de la población que envejece, facilitándole la vida cotidiana, los viajes, la interconexión social, el ocio y la seguridad.Preocupaciones frente a oportunidadesLa capacidad para localizar o seguir a los individuos suscita preocupaciones que es necesario tener en cuenta al considerar los posibles servicios y su potencial impacto. La principal preocupación deriva del hecho de que las aplicaciones de localización y seguimiento evocan inmediatamente imágenes de una sociedad vigilada estilo 'Gran Hermano'. Este asunto merece la atención de los políticos porque puede que los usuarios no sean conscientes de todas las implicaciones para la privacidad. Ciertamente el grado de aceptación de muchos servicios de sanidad electrónica (un ejemplo notable es el de la vigilancia de los signos vitales) es relativamente alto cuando está en juego la salud de las personas. La prestación de asistencia sanitaria parece ser un ámbito en el que muchos ciudadanos superan su resistencia habitual a aceptar innovaciones tecnológicas. Este hecho representa una ventaja importante, al menos en teoría, para la implantación de la sanidad electrónica, aunque la disposición de la gente a compartir sus datos personales cuando está en juego su salud podría hacer necesario que se regulara quién está autorizado para recoger esta clase de datos, a fin de evitar que aplicaciones pseudo-médicas recojan los datos para fines comerciales.

La capacidad para localizar o seguir a los individuos suscita preocupaciones que es necesario tener en cuenta al considerar los posibles servicios y su potencial impacto Las reglamentaciones de la UE ya ofrecen a los usuarios de los servicios basados en la localización cierto grado de protección frente al uso inadecuado de los datos recogidos sobre ellos. Los datos de tráfico y de localización están regulados por la Directiva 2002/58/EC, que establece básicamente que los datos de tráfico deben borrarse o hacerse anónimos cuando ya no se necesitan, mientras que los datos de localización (distintos de los datos de tráfico) sólo podrán procesarse cuando sean anónimos, cuando una de las partes de la comunicación es un proveedor de servicios de urgencia, o cuando los usuarios o abonados hayan dado su consentimiento en la medida y en la duración necesarias para el suministro de un servicio con valor añadido. Sin embargo, las preocupaciones de los usuarios no están completamente cubiertas, ya que surgen tensiones en cuanto a la dificultad de diferenciar los datos de tráfico y de localización, la incertidumbre sobre el tiempo que permanecerán almacenados los datos procesados y sobre el limitado grado de confianza en las entidades que procesan los datos.

Las reglamentaciones de la UE ofrecen ya a los usuarios de los servicios basados en la localización un cierto grado de protección frente al uso inadecuado de los datos recogidos sobre ellos Cuando las comunicaciones contienen datos personales están protegidas por la Directiva de Privacidad 95/46/EC6. Los datos médicos, del tipo necesario para prestar servicios de sanidad electrónica, están cubiertos por el artículo 8 que prevé normas de protección más estrictas que las que se dan para datos menos delicados. Este artículo incluye explícitamente a los datos médicos dentro de las 'categorías especiales de datos'. Además, existe una Recomendación del Consejo de Europa que regula la recogida y el tratamiento automático de datos médicos con vistas a garantizar tanto la seguridad como la conservación adecuada de los datos7. Estas reglamentaciones deben proteger a los ciudadanos europeos de situaciones tales como las publicadas por la prensa de EE.UU.8 referentes a la venta, por parte de una conocida cadena de farmacias, de información sobre las recetas médicas de sus clientes, a empresas farmacéuticas (la cadena ha informado posteriormente de que ya ha dejado de hacerlo).

Uno de los temas más controvertidos respecto al tratamiento de los datos en la UE es si se deben conservar informes sobre el estado de salud general (ya sea por autoridades públicas o por terceras partes reconocidas) y, en caso afirmativo, de qué modo deberían reglamentarse estos informes. Este tema plantea retos directos al derecho a la privacidad, puede afectar gravemente al derecho de acceso y requiere nuevos procedimientos para obtener el consentimiento informado. Además, será necesario revisar la obligación de custodia de los datos sanitarios, que actualmente es responsabilidad de las instituciones de asistencia sanitaria. Aunque existe una creencia muy extendida de que todos los derechos de acceso a la Historia Clínica Electrónica (HCE) dependen de que el interesado conceda el acceso conscientemente y conociendo las implicaciones, todavía queda poco claro qué significa este consentimiento informado9 en circunstancias determinadas, como en el caso de los servicios basados en la localización. El consentimiento informado puede obtenerse razonablemente en el contexto de una red local de asistencia concreta. Así, cuando se necesite una asistencia adicional fuera de esta red, deberá pedirse un consentimiento adicional10. Esto es lo que ya sucede cuando un paciente busca tratamiento en un hospital. Los servicios basados en la localización suscitan cuestiones adicionales referentes al consentimiento informado, dado que podría ser necesario que los usuarios concedieran un consentimiento específico para la recogida de datos fuera de su red original de asistencia Los servicios basados en la localización implican, por definición, que los límites de las redes de asistencia se difuminan, dado que la localización de los ciudadanos en movimiento no está limitada necesariamente al domicilio. Sin embargo, los individuos cuyos signos vitales se están vigilando, por ejemplo, podrían olvidar fácilmente que esto significa que también se está vigilando su localización. Ello podría añadir más dificultades prácticas para obtener un consentimiento informado válido. El consentimiento para procesar información sobre localización, para su uso en la prestación de servicios de sanidad electrónica, podría obtenerse de diversas maneras. Por ejemplo, los enfermos de asma que utilicen los servicios que informen sobre concentraciones de alergenos mientras viajan, podrían dar su consentimiento para estar siempre localizados, o alternativamente para estarlo sólo para este servicio; también se podría dar el consentimiento cada vez que se conecte el terminal móvil, o incluso cada vez que se requiera información. Además, de acuerdo con el régimen de los datos de localización11, el usuario tiene todavía la posibilidad de retirar temporalmente su consentimiento, y también se pueden establecer diferentes posibilidades de negativa. Para evitar problemas cuando las personas viajan por la Unión Europea, debido a las diferencias entre las legislaciones nacionales, podrían establecerse principios generales que proporcionen mecanismos para expresar el consentimiento o la negativa del usuario. La Directiva 2002/58/EC define también una excepción en la que los usuarios no pueden decidir si quieren ser localizados o no: el artículo 1012 establece que la negativa o ausencia temporal de consentimiento puede ser desactivada 'sobre una base ad hoc por las organizaciones que se ocupan de llamadas de urgencia, reconocidas como tales por un estado miembro, incluyendo las fuerzas de seguridad, los servicios de ambulancias y los bomberos, con el fin de responder a estas llamadas13'. Esta regulación debe entenderse en combinación con el régimen de servicio universal que establece14 que las empresas que operan redes telefónicas públicas están obligadas a poner a disposición de los servicios de urgencia la información disponible sobre la localización de los comunicantes, en la medida técnicamente factible, en el caso de todas las llamadas que se efectúen al número único de urgencia europea '112'. Esto está en línea con el enfoque coordinado que ha adoptado la Comisión al crear el Grupo de Coordinación sobre Acceso a la Información de Localización para los Servicios de Urgencia (Coordination Group on Access to Location Information for Emergency Services, CGALIES). El CGALIES fue creado por la Comisión en mayo de 2000 para implicar activamente a los actores relevantes y desarrollar un consenso sobre temas de implementación. Dentro de este grupo, la conclusión fue que los operadores pasarán la mejor información de localización de que dispongan, con ulterior mejora del funcionamiento, dependiendo de los desarrollos comerciales. Este enfoque no estipula ninguna nueva reglamentación, además de la ya adoptada a nivel europeo. Sin embargo, está previsto que, después de dos años de funcionamiento, la Comisión evaluará la necesidad de pasos adicionales, incluyendo posibles medidas de regulación, dirigidas a elevar el rendimiento 'de base' en toda Europa y a acelerar la implementación15. La posibilidad de fusionar bases de datos de información sobre localización procedentes de distintas fuentes del gobierno y del sector privado representa otra posible amenaza para la privacidad Otra posible amenaza para la privacidad proviene de la posibilidad de fusionar bases de datos de información sobre localización de diferentes fuentes gubernamentales y privadas. Esto sería natural donde existe prestación mixta de servicios de sanidad electrónica por parte de los sistemas públicos de asistencia sanitaria y las organizaciones privadas. Por ejemplo, cuando un usuario marca el número telefónico de urgencias, puede conectarse a un operador que analiza la situación y envía el servicio de urgencia adecuado (ambulancia, policía, bomberos, etc.) al punto donde se ha localizado al que ha hecho la llamada. El número telefónico de urgencias puede ser el 911 en EE.UU., el 112 en la UE o el 000 en Australia, pero también puede ser el número de una compañía de seguros privada que trata con organizaciones privadas que ofrecen servicios de localización para prestar asistencia sanitaria. Estrechamente relacionado con esto, aunque no sea específico de los servicios basados en la localización, está el tema de quién debería actuar como custodio de este tipo de información conjunta. Puesto que la sanidad electrónica se basa en plataformas de comunicación, podría deducirse que el proveedor del servicio de comunicación podría gestionar también la relación con el proveedor de servicios sanitarios y compartir únicamente la información que se necesita específicamente. Esto podría ser también gestionado por un Sistema de Gestión de la Identidad (Identity Management Service, IMS), aunque el modo en que se comparte la información será un punto conflictivo si, por ejemplo, no se permite el acceso a un proveedor de servicios de urgencia que no haya sido autorizado específicamente con antelación. La combinación de datos de localización con otras fuentes de información personal basada en el contexto, combinada con informes médicos, en un entorno controlado sin discontinuidades, podría proporcionar 'signos vitales electrónicos' tales como información sobre el modo de andar, los patrones de comportamiento, los patrones del sueño, el ejercicio en general, etc., cuyo valor aumenta cuando se combina con la medida de los 'signos vitales tradicionales', es decir la presión sanguínea, el pulso y la respiración. Todo esto podría contribuir a la detección de enfermedades antes de que se agraven (es decir, funciones de prevención), mediante la búsqueda de cambios en las 'actividades de la vida cotidiana' (existen algoritmos que detectan cambios en los patrones de comportamiento que ayudan tanto a la medicina preventiva como a la identificación de enfermedades mentales) o podría proporcionar mensajes 'en el momento oportuno' que se enviarían para fomentar los hábitos saludables o para recordar que se actúe correctamente cuando el usuario esté en un lugar determinado (utilizar las escaleras y no el ascensor, beber líquidos varias veces al día cuando el usuario está cerca de la cocina, hacer ejercicio si el usuario no se mueve durante algún tiempo). Sin embargo, estos servicios podrían ser vistos como una amenaza de tipo 'Gran Hermano', que no sólo vigila al individuo sino que también parece controlarlo en cierta medida.

Cabría la posibilidad de que los sistemas basados en la localización proporcionen a los usuarios avisos oportunos, cuando están en lugares determinados, a fin de fomentar un comportamiento saludable Todas las generaciones podrían beneficiarse, pero las personas mayores de la sociedad que requieren mayor atención son probablemente las que más se pueden beneficiar, especialmente en lo que respecta a las maneras de evitar su exclusión de las actividades normales. La preocupación por los ancianos se ha convertido cada vez más en un factor que se tiene en cuenta en las políticas recientes16 y los servicios de localización de la sanidad electrónica pueden ofrecer un apoyo real al bienestar de los ancianos. Sin embargo, hay tres temas de particular relevancia para mejorar la aceptación por parte de las personas mayores:

Es necesario que los posibles usuarios estén mejor informados de las ventajas de los servicios. Los gobiernos, a través de los medios de comunicación, pueden contribuir realmente a superar la falta de información, puesto que las personas mayores se encuentran entre los principales consumidores de estos medios. La televisión, que es un medio privilegiado para llegar a los mayores, podría emitir programas (por ejemplo, documentales) sobre las ventajas de los servicios de localización para ayudar a las personas mayores a que vivan independientes, de modo que se contribuya a alcanzar eficazmente estos objetivos.Los servicios y los aparatos deben ser de fácil manejo para todos, incluyendo las personas con discapacidad. Esto es esencial, ya que la dificultad de muchos pacientes para utilizar las nuevas tecnologías es con frecuencia un obstáculo para su adopción, como también lo es su preferencia por el contacto humano mejor que tratar con una máquina. Por ello, que las interfaces sean muy fáciles de utilizar por el usuario constituye un requisito previo para los servicios de sanidad electrónica.Los servicios de sanidad electrónica basados en la localización deben ser útiles y asequibles para todos. Esto es necesario para ampliar la gama de servicios, pero también para crear mayor acceso, si el objetivo es conseguir una sociedad de la información participativa y evitar que se abran brechas digitales .La actividad comercial relacionada con la sanidad es uno de los mayores sectores de mercado en la economía17. La implantación de servicios de sanidad electrónica con información sobre localización facilitará que el sistema europeo Galileo de localización por satélite se integre en la vida de los ciudadanos europeos. La relevancia de los sistemas implicados y la sensibilidad de los datos reclaman un refuerzo de la seguridad a la hora de establecer requisitos para la prestación de servicios y también cuando se protege la integridad del sistema.

Las preocupaciones por la responsabilidad, por ejemplo, si un paciente recibe un tratamiento inadecuado como resultado de datos de localización inexactos, podrían obstaculizar la implantación de las tecnologías de sanidad electrónica basadas en la localización Otro asunto que debe considerarse es que los servicios de sanidad electrónica basados en la localización pueden suscitar una serie de problemas complejos de responsabilidad, por ejemplo, si un paciente recibe un tratamiento inadecuado como resultado de datos de localización inexactos. Esta posibilidad puede hacer que los proveedores de servicios se resistan a exponerse a posibles responsabilidades, obstaculizando así la implantación de la sanidad electrónica. Una opción para minimizar estos problemas podría ser tal vez limitar la responsabilidad de los proveedores de servicios de localización, a cambio de una comprobación a fondo de todos los dispositivos para determinar la localización.

Es necesario asignar cuidadosamente las frecuencias para garantizar la calidad de las señales transmitidas y la ausencia de interferencias. Para facilitar el acceso a los servicios a todos los usuarios, incluyendo los que viajan por la UE y requieren servicios de sanidad electrónica basados en la localización, las aplicaciones deben desarrollarse de modo que se garantice su compatibilidad. Tomados en conjunto, estos temas sugieren que las frecuencias asignadas a los servicios de sanidad electrónica basados en la localización deben armonizarse a nivel de la UE para garantizar la misma calidad de servicio cuando se viaja no sólo dentro del país de residencia del usuario, sino también por toda la UE. Por último, es importante subrayar la necesidad de cambios organizativos y administrativos; apoyo a la interoperabilidad de los sistemas; simplificar los procedimientos burocráticos para acercar el entorno de las personas y de los médicos; enseñanza de las posibilidades de la sanidad electrónica a los profesionales de la salud, buscando superar las reticencias organizativas; y proporcionar a los usuarios mejores posibilidades de información y de elección.

Existe una necesidad de cambios organizativos y administrativos, de interoperabilidad y de reducción de la burocracia para acercar el entorno de las personas y de los médicos ConclusionesSe prevé que la asistencia sanitaria se convertirá en un área importante para las aplicaciones basadas en las infraestructuras de TIC existentes y futuras. Se espera que la gama de nuevas aplicaciones utilizadas en la prestación de asistencia sanitaria se expandirá con la llegada de los servicios basados en la localización que, junto al aumento de movilidad, mejorarán la calidad de vida de los ciudadanos europeos, tanto respecto a la prevención como al tratamiento. Los temas importantes que deben tener en cuenta los políticos al considerar la adopción masiva de los servicios de sanidad electrónica basados en las posibilidades de movilidad y de localización incluyen la adopción del sistema Galileo, la prestación de servicios seguros, la mejora de la calidad de vida de las personas mayores, la protección de los derechos del consumidor, el incremento de la interoperabilidad de los sistemas entre diferentes organizaciones y países y la mejora de la compatibilidad entre las aplicaciones. En el contexto del envejecimiento de la sociedad europea, el uso de servicios de sanidad electrónica basados en la localización se convertirá en una parte importante de la prestación de asistencia sanitaria. Para maximizar los posibles beneficios, los políticos deben considerar las posibles amenazas a la implantación de la sanidad electrónica incluyendo en particular los temas de privacidad y de consentimiento.

Palabras clavesanidad electrónica, movilidad, servicios basados en la localización, sociedad que envejece, privacidad

Notas

  1. IPv6 (Protocolo Internet Versión 6) es el último nivel del Protocolo Internet (IP) y se incluye ahora como parte del soporte IP en muchos productos incluyendo los principales sistemas operativos informáticos.

  2. http://www.gsmworld.com/technology/gsm.shtml 3. Wi-Fi (abreviatura de 'wireless fidelity') es el término popular para una red inalámbrica de alta frecuencia de área local (WLAN). Wi-Fi está especificada en la especificación 802.11b del Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE) y forma parte de una serie de especificaciones inalámbricas junto con 802.11, 802.11ª, y 802.11g. Las cuatro normas usan el protocolo Ethernet y CSMA/CA (carrier sense multiple access with collision avoidance) para compartir vías.

  3. http://europa.eu.int/comm/dgs/energy- transport/galileo/applications/ disability-en.htm o Galileo Newsletter, nº 26, noviembre 2003, disponible en: http://www.genesis-office.org/galileo-newsletters/galileo-newsletters.html

  4. Los documentos relativos a técnicas de localización fueron incluidos en los documentos de LOCUS, tales como 'Overview of location Services' por Baumann, Collomb, Dien, Fischer, París,Pilloni y Rodríguez, disponible en www.telematica.de/locus. Véase también Caffery, Gordon y Stüber 'Overview of Radiolocation in CDMA Cellular Systems', IEEE Communications Magazine, abril 1998, o Drane, Macnaughtan y Scott 'Positioning GSM Telephones', IEEE Communications Magazine, abril 1998.

  5. Directiva 95/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 25 de octubre de 1995 sobre la protección de los individuos respecto al tratamiento de sus datos personales y sobre el libre movimiento de estos datos. Disponible en http://europa.eu.int/smartapi/cgi/ sga-doc?smartapi!celexapi!prod!CELEXnumdoc&1g =EN&numdoc=31995L0046&model=guichet

  6. Recomendación 97-5 (13-2-97) del Comité de Ministros de los Estados Miembros sobre protección de datos médicos. Disponible en http://cm.coe.int/ta/rec/1997/97r5.html

  7. Entrevista con el prof. Arthur Miller por Allison Bass, en CIO Magazine, 1 de noviembre de 2001, disponible en http://www.cio.com/archive/110101/miller.html

  8. Se entiende por consentimiento informado la aceptación de un diagnóstico o de un procedimiento terapéutico por parte de un paciente dado, después de haber sido informado adecuadamente, para implicarse libremente en la decisión clínica. Los requisitos básicos son: libertad, competencia e información suficiente. Para más información véase, por ejemplo, el Comité de Bioética de Cataluña en http://www.gencat.es/sanitat/portal/cat/coninan.pdf

  9. 'e-Health Horizons', http://www.doh.gov.uk/ipu/whatnew/ehealthhorizons.pdf

  10. Artículo 9, Directiva 2002/58/EC del Parlamento Europeo y del Consejo de

    12 de julio de 2002 referente al tratamiento de datos personales y a la protección de la privacidad en el sector de las comunicaciones electrónicas (Directiva sobre privacidad y comunicaciones electrónicas). Disponible en http://europa/eu.int/eur-lex/pri/en/oj/dat/2002/ 1 201/20120020731en00370047.pdf 12. Artículo 10, Directiva 2002/58/EC.

  11. 'Responder' debe entenderse como 'hacerse cargo de la situación' independientemente de si la llamada se haya iniciado por el usuario o por los servicios de urgencia.

  12. Directiva 2002/22, artículo 26 Directiva 2002/22EC del Parlamento Europeo y del Consejo de 7 de marzo de 2002 sobre servicio universal y derechos de los usuarios relativos a las redes y servicios de comunicación electrónica (Directiva de Servicio Universal). Disponible en http://europa.eu.int/eur-lex/pri/en/oj/dat/2002/1 108/ 1 10820020424en00510077.pdf

  13. Los informes de CGALIES están disponibles en www.telematica.de/cgalies. Los posibles escenarios para la regulación se presentaron dentro de LOCUS D4 en la 5ª Reunión Plenaria de CGALIES el 11-12 de junio de 2001, disponible en www.telematica.de/locus

  14. Véase como un ejemplo relevante reciente de una iniciativa de la UE 'The future of health care and care for the elderly: guaranteeing accesibility, quality and financial viability', Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones; COM(2001) 723 final. Disponible en http://europa.eu.int./comm/employment-social/news/2002/jan/ com2001-723-en.pdf

  15. Pamela Whitten, 'E-health holds promise and many questions', http://www.asaging.org/at/at-226/infocusagebandc.html

    Contactos

    Marcelino Cabrera, IPTS Tel.: +34 95 448 83 62, fax: +34 95 448 83 39, correo electrónico: marcelino.cabrera@jrc.es

    Carlos Rodríguez, IPTS Tel.: +34 95 448 83 06, fax: +34 95 448 83 26, correo electrónico: carlos.rodríguez@jrc.es

    Sobre los autores

    Carlos Rodríguez Casal es Ingeniero de Telecomunicación. Posee también un doctorado en Comunicaciones Móviles, la Licenciatura en Derecho y un MBA para ejecutivos. Es Profesor Titular de Comunicaciones Digitales en la Universidad Pública de Navarra. En marzo de 2003 se incorporó a la Unidad de Tecnologías de Información y Comunicación del IPTS, donde su investigación se centra en los servicios de movilidad y localización.

    Marcelino Cabrera es investigador en Tecnologías de la Información y Comunicación en el IPTS. Tiene una licenciatura en Matemáticas e Informática y ha completado cursos de doctorado en el departamento de Lógica, Informática e Inteligencia Artificial de la Universidad de Sevilla. También posee un diploma de Estudios Avanzados (DEA). El tema de su tesis doctoral está relacionado con el área de la sanidad electrónica. Índice Revista 81Acerca de The IPTS ReportSubscripcionesEnviar correo electrónico a: ipts_secr@jrc.es

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