Anexo

AutorMaría Dolores Vila-Coro
Páginas245-255

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He creído conveniente añadir una referencia a otras situaciones que, sin ser eutanasia, tienen que ver con la disposición voluntaria de la propia vida. Aunque las motivaciones de los sujetos que las practican puedan ser distintas, muestran peculiaridades, ciertamente, afines. Las que a continuación se describen tienen en común que deprecian la propia vida, ante la disconformidad de las personas con acontecimientos que les han sobrevenido y con los que no están de acuerdo: por reivindicaciones políticas o laborales, para purgar culpas por ellos cometidas o por desacuerdo con la sociedad a la que pertenecen. La muerte es para ellos sólo un medio.

He dejado a parte el suicidio común que cometen quienes son fruto de la depresión o de una desesperación que excede las propias fuerzas para superar las situaciones concretas que les afectan. Para estos, el suicidio es un fin en sí mismo; sólo quieren la muerte. En estos casos, considero que la voluntad puede estar viciada. Se diferencian de los enfermos que piden la eutanasia en que Page 246 ésta se solicita ante una muerte próxima, causada por una enfermedad irrecuperable, cuando el sufrimiento es intenso e inútil y se trata de adelantar un acontecimiento irremediable. La decisión de adelantar la muerte se ha tomado en pleno uso de las facultades y en una expresión de voluntad plena, anterior a la enfermedad o durante ésta, pero nunca en estado depresivo, porque si éste acontece se debe tratar al enfermo que, normalmente, cambia de opinión al encontrarse mejor.

Tanto la huelga de hambre como los suicidios rituales, característicos de los japoneses, los kamikaces o los hombres bombas corresponden a personas que utilizan su salud o su vida como un medio para otros fines siendo más conscientes de lo que pretenden parecer.

1. Huelga de hambre

La Asociación Médica Mundial ha emitido una Declaración sobre las Personas en Huelga de Hambre197. En ella se expone que el médico que trata a dichas personas se enfrenta ante los siguientes valores en conflicto:

  1. "Cada ser humano tiene la obligación moral de respetar el aspecto sagrado de la vida. Esto es especialmente evidente en el caso de un médico que aplica sus conocimientos para salvar la vida y actuar en beneficio de sus pacientes. Page 247

  2. Es deber del médico respetar la autonomía que el paciente tiene sobre su persona. El médico necesita el consentimiento informado de sus pacientes antes de aplicar sus conocimientos para ayudarlos, a menos que existan circunstancias de emergencia, en cuyo caso el médico debe actuar en beneficio del paciente".

    Continua la Declaración señalando que "el conflicto es aparente cuando una persona en huelga de hambre, que ha dejado instrucciones claras de no ser resucitado, entra en coma y está a punto de morir. La obligación moral fuerza al médico a resucitar al paciente, incluso cuando va contra los deseos de éste. Por otra parte, el deber fuerza al médico a respetar la autonomía del paciente. Estar a favor de la intervención puede debilitar la autonomía que el paciente tiene sobre sí mismo. Estar a favor de la no intervención puede tener como resultado que el médico tenga que hacer frente a la tragedia de una muerte evitable".

    En el punto 4 de la Introducción, la Declaración afirma que "la decisión final sobre la intervención se debe dejar a cada médico, sin la participación de terceras personas cuyo interés principal no es el bienestar del paciente. Sin embargo, el médico debe dejar bien claro al paciente si puede o no aceptar su decisión de rechazar el tratamiento o, en caso de coma, la alimentación artificial, lo que implica un riesgo de muerte. Si el médico no puede aceptar la decisión del paciente de rechazar dicha ayuda, entonces el paciente debe tener el derecho a ser atendido por otro médico".

    Respecto a la alimentación artificial se establece que "cuando la persona en huelga de hambre entra en un estado Page 248 de confusión, y por lo tanto no puede tomar una decisión lúcida, o cuando entra en coma, el médico debe tener la libertad de tomar una decisión por su paciente sobre el tratamiento que considera que es el mejor para ese paciente, tomando siempre en cuenta la decisión que tomó durante la atención precedente del paciente, durante su huelga de hambre, y reafirmando y reafirmando el punto 4 de la introducción de la presente declaración".

    De lo anteriormente expuesto se deduce que, aunque en la Declaración se hace hincapié en que "la profesión médica considera el principio del aspecto sagrado de la vida como fundamental para su ejercicio (...)" en el caso de la huelga de hambre, la AMM prima el pricipio de...

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